Trágico salto al vacío | impactante foto que capturó la caída de un joven polizón desde un avión estremeció al mundo
El 22 de febrero de 1970, un joven australiano llamado Keith Sapsford, de apenas 14 años, emprendió una arriesgada travesía que terminaría en desdicha.

Con el deseo de explorar el mundo, el adolescente se escondió en el compartimento del tren de aterrizaje de un avión Douglas DC-8 de Japan Airlines en el aeropuerto de Sídney, Australia. Su historia quedó registrada en una impactante fotografía que se convirtió en un símbolo de advertencia sobre los peligros de volar como polizón.
Keith Sapsford no enfrentaba dificultades económicas ni políticas que justificaran su decisión. Hijo de un profesor universitario de ingeniería, había viajado por diversos países con su familia. Sin embargo, su espíritu aventurero lo llevó a buscar más. “Mi hijo solo quería ver el mundo. Tenía ganas de descubrir cómo vivía el resto del mundo, y eso le costó la vida”, lamentó su padre, Charles Sapsford, poco después de la tragedia.
Tras escapar de la escuela católica Boy’s Town, donde había sido inscrito para corregir su conducta rebelde, Keith se dirigió al aeropuerto con un plan temerario. Se escondió en el compartimento del tren de aterrizaje del avión con destino a Tokio, sin imaginar las consecuencias de su decisión.
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A pocos minutos de despegar, el compartimento se abrió para permitir el repliegue del tren de aterrizaje. Keith cayó desde una altura de aproximadamente 60 metros, falleciendo al instante.
Lo que hace esta tragedia aún más impactante es que fue registrada por accidente por John Gilpin, un fotógrafo aficionado de 22 años. Gilpin, quien estaba tomando fotografías de aviones con un teleobjetivo a más de un kilómetro de distancia, capturó la caída sin darse cuenta.
“No vi caer nada, ni siquiera sabía lo que había ocurrido hasta que escuché a las personas hablando de ello. Fue una semana después, al revelar los negativos, cuando descubrí la imagen”, explicó Gilpin. La fotografía muestra la figura de Keith cayendo con los brazos extendidos, mientras el avión se aleja en el fondo.
Meses antes del incidente, Charles Sapsford había advertido a su hijo sobre los peligros de viajar como polizón, recordándole el caso de un joven español que había muerto en circunstancias similares. Pero el entusiasmo de Keith por explorar el mundo lo llevó a ignorar la advertencia.
Los investigadores encontraron evidencia de la presencia de Keith en el compartimento del tren de aterrizaje, como huellas dactilares, marcas de calzado y restos de su ropa. El joven vestía una camiseta de mangas cortas y pantalones, ropa inadecuada para las temperaturas gélidas y la falta de oxígeno que enfrentan quienes intentan viajar en esta peligrosa condición.
Les Abend, piloto retirado con más de 30 años de experiencia, subrayó lo insensato de este tipo de intentos: “Todavía me sorprende que la gente crea que puede sobrevivir escondiéndose en el tren de aterrizaje de un avión comercial. Es un acto de completa ignorancia y desesperación”.
El caso de Keith Sapsford se ha convertido en una advertencia para quienes, por curiosidad o desesperación, consideran volar como polizones. Su historia y la impactante fotografía capturada por accidente sirven como recordatorio de los riesgos extremos que implican estas decisiones. Aunque han pasado más de cinco décadas desde la tragedia, la imagen de Keith cayendo al vacío sigue conmocionando y concientizando sobre los peligros de intentar lo imposible.