Jefa de la UE y Trump se reunirán el domingo para hablar de comercio

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, indicaron el viernes que se reunirán este domingo en Escocia para abordar el pulso arancelario entre Bruselas y Washington.

En un intento por reducir el déficit comercial de su país, Trump prometió que impondrá nuevos aranceles a decenas de países si no llegan a un acuerdo con Estados Unidos antes del 1 de agosto.

La UE, que se enfrenta a un arancel general del 30%, ha estado presionanda para alcanzar un acuerdo con la administración de Trump, al tiempo que planea represalias en caso de que las negociaciones fracasen.

"Tras una buena conversación telefónica con @POTUS, acordamos reunirnos el domingo en Escocia para hablar sobre las relaciones comerciales transatlánticas y cómo podemos mantenerlas fuertes", escribió Von der Leyen en X.

Al llegar a Reino Unido el viernes por la noche, Trump confirmó que se reuniría con la presidenta de la Comisión Europea, que negocia con Washington en nombre de los 27 países del bloque.

"Me reuniré con la UE el domingo y trabajaremos en un acuerdo", declaró a la prensa al aterrizar en el aeropuerto de Prestwick, cerca de Glasgow.

"Ursula estará aquí, una mujer muy respetada. Así que estamos deseando que llegue ese momento", afirmó Trump.

"Veremos si llegamos a un acuerdo", añadió el presidente, quien reiteró sus comentarios anteriores en los que afirmaba que la probabilidad de alcanzar un acuerdo era "del 50%", con puntos conflictivos aún por resolver en "20 cuestiones diferentes".

La reunión de alto nivel se produce tras meses de negociaciones entre los principales responsables comerciales de la UE y Estados Unidos. En los últimos días ha habido señales que apuntaban a que las partes se estaban acercando a un acuerdo.

Según varios diplomáticos europeos, el eventual pacto contempla la imposición por parte de Estados Unidos de un arancel básico del 15 % sobre los productos de la UE —la misma tasa que acordó Japón esta semana— y posibles excepciones para sectores clave.