Expertos alertan sobre las brechas educativas en Panamá: ¿Una década para recuperar el terreno perdido?
Los especialistas han dejado claro que la recuperación de los aprendizajes perdidos es una tarea titánica que no se logrará de la noche a la mañana. El desafío es complejo y requiere de un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados.
Las brechas en materia educativa podrían tardar hasta 10 años en cerrarse en Panamá, según los expertos en el área, quienes advierten que el país sigue enfrentando las secuelas de la pandemia, las cuales afectan gravemente el sistema educativo. Los especialistas han señalado que factores como la falta de acceso a nuevas tecnologías, la inadecuada preparación de los docentes y la ausencia de un plan claro para recuperar los aprendizajes perdidos durante los años de confinamiento son algunas de las principales causas que explican esta larga recuperación.
Adriana Angarita, especialista en educación, subrayó la grave situación que atraviesa Panamá y añadió que la falta de acceso a tecnologías y la escasa capacitación de los docentes fueron factores que contribuyeron a agravar la situación.
"Panamá es uno de los países más afectados por la pandemia. Tuvimos la mayor cantidad de días cerrados, la mayor brecha digital en capacidades para transmitir de forma virtual y, además, no hemos hecho un plan para la recuperación de esos aprendizajes que no se dieron", explicó Angarita.
La educación a distancia, que fue la respuesta inmediata ante la emergencia sanitaria, puso de manifiesto las enormes desigualdades en el acceso a las herramientas tecnológicas, lo que dejó a muchos estudiantes sin poder continuar con su formación.
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Para revertir esta situación, los expertos consideran crucial la implementación de propuestas concretas que busquen mejorar la calidad educativa. Una de las principales recomendaciones es la correcta administración de los recursos financieros destinados a la educación, así como la capacitación constante de los docentes en el uso de nuevas tecnologías y metodologías de enseñanza. Asimismo, se destaca la importancia de establecer mecanismos que permitan medir de manera efectiva los avances educativos, basados en datos reales y no en suposiciones.
En este contexto, los gremios docentes han expresado su preocupación por la situación del sistema educativo y han convocado una huelga indefinida que comenzará el 23 de abril. Esta medida es en rechazo a la recientemente sancionada ley que reforma la CSS, que los sindicatos consideran perjudicial para los trabajadores del sector público, incluidos los docentes.
Este llamado a huelga está generando gran expectación y podría tener repercusiones importantes en el calendario escolar, afectando aún más la ya deteriorada educación pública.
Con información de Heidy Morán
