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Panamá asume la vicepresidencia de la Asociación Regional IV de la Organización Meteorológica Mundial
Con este nuevo liderazgo, Panamá reafirma su compromiso con el desarrollo de capacidades en meteorología e hidrología, contribuyendo a la resiliencia de la región.
Panamá ha sido elegida para ocupar la vicepresidencia de la Asociación Regional IV (AR IV) de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para el periodo 2025-2029.
La decisión fue tomada en la 19ª reunión de la AR IV, celebrada en la ciudad de San Salvador, donde los países miembros votaron a favor de la candidatura panameña.
La Asociación Regional IV abarca Norteamérica, Centroamérica y el Caribe, con un total de 27 países miembros. Esta región se distingue por su diversidad climática y geográfica, abarcando desde el Ártico hasta los trópicos.
Durante sus reuniones cuatrienales, la AR IV establece sus prioridades, elige a sus autoridades y define planes de trabajo enfocados en la cooperación técnica, la gestión de riesgos climáticos y la mejora de los servicios meteorológicos e hidrológicos.
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En esta edición, Panamá obtuvo dos posiciones de gran relevancia: la Ing. Luz Graciela de Calzadilla, directora general del Instituto de Meteorología e Hidrología de Panamá (IMHPA), fue elegida vicepresidenta de la AR IV, mientras que la Mgtr. Alcely Lau de Melo, directora nacional de climatología del IMHPA, integrará el Comité de Servicios de la asociación.
El nombramiento de la Ing. de Calzadilla representa un reconocimiento a su liderazgo y experiencia en el ámbito meteorológico e hidrológico, tanto a nivel nacional como internacional. Además, su elección fortalece la representación de Centroamérica y el Caribe en la toma de decisiones sobre políticas climáticas y gestión del agua.
La presencia de una autoridad de habla hispana en la vicepresidencia de la AR IV es un paso clave para mejorar la cooperación entre los países de la región, facilitar la ejecución de proyectos conjuntos y fortalecer la generación de alertas tempranas ante fenómenos meteorológicos extremos.
Estos esfuerzos son fundamentales para la protección de vidas y bienes en un contexto de creciente vulnerabilidad climática.
