Muere a los 89 años Vicente Rojo, pilar del abstraccionismo en México

El artista mexicano de origen español Vicente Rojo, uno de los máximos representantes del abstraccionismo mexicano a nivel internacional, falleció este miércoles a los 89 años en Ciudad de México, informó la secretaría de Cultura.

Rojo, considerado por la crítica como el más grande diseñador gráfico en México del siglo XX, murió por "complicaciones cardíacas que ya venía arrastrando", confirmó su hijo Vicente Rojo Cama al periódico La Jornada.

"Murió Vicente Rojo. Extraordinario artista, grande entre los grandes. Contribuyó a la renovación estética de México en los 50 y 60, representante del abstracto mexicano en el mundo. Generoso y entrañable, cultivó amistad y escuela", escribió en Twitter la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto.

Apenas el lunes el artista cumplió 89 años de edad.

La Secretaría de Cultura de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes anunciaron que realizarán un homenaje con "una gran retrospectiva" en el Museo de Arte Moderno capitalino, sin precisar la fecha.

Rojo nació en Barcelona, España, en 1932, ciudad en la que cursó sus estudios de escultura y cerámica. Llegó en 1949 a México, donde estudió pintura y tipografía previo a convertirse en 1960 en cofundador de la editorial Era, de la que fue director artístico.

Es considerado uno de los artistas más importantes del abstraccionismo en México, adscrito a la generación de "La ruptura" que buscó nuevos lenguajes formales y conceptuales.

Su obra ha sido expuesta en diversos recintos de México y el mundo, entre ellos en la Universidad de Texas, en Austin, en el Círculo de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional y el Museo Casa de la Moneda de Madrid (España).

En 1991 se acreditó el Premio Nacional de las Artes que otorgaba el hoy extinto Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y recibió la Medalla al Mérito en las Bellas Artes por parte del Gobierno español.

Fue doctor honoris causa por la estatal Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y uno de sus trabajos más celebrados fue el diseño de la primera portada de "Cien años de soledad", del Nobel de Literatura 1982, el colombiano Gabriel García Márquez.