El papa abre la Puerta Santa de un albergue y comedor de Cáritas en Roma
El papa Francisco abrió hoy viernes la Puerta Santa de un albergue y un comedor de Cáritas en Roma, en un acto simbólico para los más necesitados que se enmarca dentro de los programados para el Año Santo de la Misericordia, que comenzó el 8 de diciembre.
Se trata de un acto de especial relevancia para los más pobres, pues con la apertura de esta Puerta Santa la Iglesia Católica permite también a estas personas atravesar, para obtener la indulgencia a sus pecados, una puerta ubicada en el mismo centro en el que la organización Cáritas les ofrece a diario comida y cama.
Jorge Bergoglio llegó a este centro de Cáritas, que se encuentra muy próximo a la estación de Termini, en el corazón de Roma, vestido con una capa pluvial púrpura y una mitra blanca y dorada.
A la puerta el papa argentino se dirigió en procesión, siguiendo los pasos de cuatro sintecho del centro que llevaban una cruz, el misal y dos velas.
Francisco empujó la Puerta Santa, en soledad, a las 15:25 GMT y permaneció durante unos minutos en silencio y orando en el umbral.
La apertura estuvo precedida, como es habitual, por la fórmula "Esta es la puerta del Señor, abridme las puertas de la justicia. Por tu grande misericordia entraré en tu casa, Señor".
Posteriormente, se dirigió al comedor, donde ofició una misa y donde le esperaban 200 personas, entre indigentes que reciben asistencia habitualmente por parte de Cáritas, trabajadores de los centros y voluntarios.
La liturgia pudo también ser seguida por otras 500 personas desde la plaza exterior.
La apertura de esta Puerta Santa sucedió a las de la catedral de San Pedro del Vaticano, el 8 de diciembre, y de la de San Juan de Letrán, el 13 de diciembre, y se celebra con motivo del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que concluirá el 20 de noviembre de 2016.
Las inauguraciones de las Puertas Santas son gestos simbólicos con las que la Iglesia Católica ofrece a los fieles una vía extraordinaria hacia la salvación, siguiendo las palabras de Jesús de Nazaret: "Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo".