Panameños tienen fe en el Control de Precios

Panameños tienen fe en el Control de Precios
Elizabeth González
02 de julio 2014 - 15:04

Los panameños guardan la esperanza de que en los próximos días comprar en el supermercado no les costará tanto como actualmente, dada la promesa del presidente Juan Carlos Varela de aplicar el plan de Control de Precios de Emergencia, que deberá generar un ahorro mensual de 58 dólares.

Actualmente, durante las compras, los rostros de angustia se notan desde el momento en que se despacha, también a la hora de escoger el producto, y más aún, a la hora de llegar a la caja.

En los últimos días, una interrogante es la que más pasa por la mente de los consumidores y es si también se revisarán los precios que fueron elevados para que no se abarataran una vez se implementara el control.

El administrador de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco), Pedro Meilán, asegura que hay cómo impedir que los comerciantes hagan que se aplique el control de precios, teniéndolos por las nubes.

Según Meilán, de darse estos aumentos, revocarlos es fácil porque al aplicarse el control los precios se retrotraen por los registros que se guardan y se sabe de dónde salieron los precios actuales.

Sin embargo, advierte que el control de precios es un tema más complejo de lo que parece, aunque prefirió no destruir la idea sin haberla implementado. Lo que siempre se habla es que puede haber escasez o acaparamiento de productos para luego venderlos en el mercado negro, aseguró.

Agregó que “si la política económica del país es de congelamiento debo apoyarla, haciendo las salvedades de lo que puede ocurrir”.

Hace un mes, el presidente electo, Juan Carlos Varela adelantó cómo haría para ponerle freno a los precios altos, utilizando como referencia a los supermercados que venden más barato.

Algunos advierten que esta medida sólo beneficia a la clase media y alta, pero no a la popular. El economista Marcos Fernández advierte que hay que tener cuidado con lo que se aplica para todos y favorece a los que no se debe.

Fernández asegura que el sistema de control o reducción de precios beneficiará a bajos, medianos y altos ingresos. “No hay razón para que personas de mediano o alto ingreso reciban un subsidio para el tomate (por ejemplo)”, señaló.

Según la Acodeco, el 70% de los consumidores compra en las tiendas y abarroterías, donde los productos cuestan de 35% a 45% más que en los supermercados. Estos supermercados, a su vez, venden entre 5% y 10% más caro que los mercados. Al final, la diferencia de precios entre las jumbo ferias y las abarroterías es de 55%.

Iván Zarak es parte de la comisión nombrada por el presidente para técnicamente hacer realidad la promesa de tener comida más barata. Aclaró que no trabajan en un congelamiento de precios, sino hacer una reducción de los mismos, con márgenes de ganancia incluidos.

“No estamos hablando de congelar los precios… pareciera que hay ciertos puntos de venta que han interpretado control de precios como eso y han subido los precios”, dijo.

Según Zarak, esta reducción de precios no se hará por marca, sino por tipo de producto. “No importa la marca o el (tipo de ) empaque”, manifestó.

En la lista de los 22 productos con control de precios están en el grupo de los cortes de carnes de res: la babilla, el bistec de cinta, la carne molida, el jarrete y el pecho. También están en la lista la chuleta de cerdo, el pollo, la tuna, las salchichas, el arroz de primera, los macarrones y el pan de molde. Entre las verduras y vegetales se incluye la cebolla, el ñame, la papa, el tomate nacional y la yuca; igualmente las lentejas, el poroto, la leche en polvo, el queso amarillo y los huevos.

La lista se hizo considerando los productos de mayor consumo y la cifra de 58 balboas, prometida como ahorro, se sacó calculando la brecha que hay entre el precio más alto y más barato de cada producto.

“Yo hice el ejercicio, llegar a $58 será difícil, crea expectativas complicadas a las autoridades y frustración al consumidor”, dijo Fernández. Agregó que “cuando uno entra en una guerra, contra los precios altos en este caso, se debe ser responsable de saber cómo la va a ganar”.

De hecho, muchos plantean que será todo un reto controlar el precio del arroz. Hace unas semanas el presidente electo citó un ejemplo de cómo piensa abaratar el costo de este grano.

Zarak explicó que el contingente se vendería con una marca por medio de supermercados, kioscos y abarroterías, pero debemos ser cuidadosos.

Fernández advierte que de hacer esto, el arroz debe ser de calidad para poder ponerlo al lado del arroz caro. Dijo que los márgenes de ganancia del arroz son bajos, dada la demanda del rubro. “Si puede traerlo más barato y ponerlo en supermercados la pregunta es ¿para quién lo traen?”, refiriéndose a que el beneficio debe ser para los que tienen menos ingresos.

Uno de los riesgos de colocar en los supermercados el arroz importado y subsidiado por el estado, es que hay precedentes de mayo de 2008, cuando se denunció que el arroz compita, puesto a la venta en los comercios, era desempacado y luego revendido a un precio mayor. Esto lo confirmó Zarak, quien indicó que habría que ser estrictos para que esto se repita.

Fernández señala que esto será difícil, “a menos que traigamos arroz de Vietnam, que es mucho más barato, pero trajo problemas con productores”.

Iván Zarak asegura que por el momento la comisión no prevé una, sino al menos 5 fórmulas para bajar el costo de los alimentos que estarán en el decreto prometido sobre el control de precios.

Por ahora no habrá cambios a la ley que rige la Acodeco, porque ésta desde su artículo 199 permite adoptar medidas de control de precios. El presidente electo prometió que el 1 de julio firmará el decreto que fije el costo de 22 productos, pero a la fecha todavía no se ha revelado claramente cómo se hará en la práctica.

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