El Carnaval en Panamá, sumergido entre la diversión y la decadencia

¿Cómo ha cambiado el Carnaval de Panamá?

Atrás quedaron las imágenes donde el Carnaval era considerado una fiesta “sana” y familiar, vinculado a la identidad del país, para dar paso con el transcurso de los años a la decadencia y pérdida de valores.

En este sentido, Fernando Martínez, comunicador social dijo en Noticias AM que el Carnaval siempre fue una fiesta de “cohesión social y vinculada a la identidad nacional”, sin embargo, todos deberían preguntarse ¿cómo devino en lo que es hoy?

Según Martínez, actualmente el Carnaval no se ajusta a la identidad del panameño, principalmente porque el país atraviesa una “crisis profunda”.

“Tenemos una crisis violenta de valores, donde el conjunto de la sociedad no encuentra referente. Esta es una sociedad donde nadie predica con el ejemplo. Tenemos Gobiernos y Asamblea de Diputados que no gozan de credibilidad, jueces y magistrados venales, historias de corrupción que van desde el ciudadano de a pie hasta el más alto cargo público y se refleja sin dudas”.

Por su parte, el sociólogo Danilo Toro indicó, que todas las culturas en todos los países han tenido un espacio abierto, “en el que se da licencia a la diversión masiva”.

“Cada pueblo le dio una connotación social al Carnaval y el nuestro ha ido cambiando de manera constante”, recalcó Toro.

De acuerdo con el sociólogo, el Carnaval ha ido cambiando porque es una sociedad viva y los valores no son los mismos.

Reconoció Toro que en Panamá han influido dos cosas: “Una es la migración azuerense, que llegó a lugares donde no habían mojaderas, Calle Arriba, Calle Abajo y murgas y el segundo factor que cambió el Carnaval fue la televisión”.

Mientras Delmiro Quiroga, caricaturista y una de las caras del programa La Cáscara, quien por años ha cubierto el Carnaval en la región de Azuero, dijo que se ha notado un proceso de cambio en la actitud de la gente que asiste al jolgorio.

Martínez dijo que los medios masivos ejercen un poder en los individuos, no sólo en Carnaval sino en todas las actividades humanas, “el ser humano de hoy es un animal codependiente de las comunicaciones”, sin embargo, los dueños de comercios también han influido en la transformación del mismo.

“La sustancia del Carnaval ha ido cambiando, incluso en los lugares donde se supone que es tradicional”, indicó Martínez.

En la capital era tradicional las comparsas y los concursos, en Penonomé, durante este año no saldrán las comparsas por falta de dinero y en Las Tablas, Calle Abajo tiene dos reinas, esos son partes de los cambios actuales de las fiestas de Momo.

En tanto, Martínez manifestó que no se puede acusar al Carnaval de degradación sino se reconoce que la sociedad está degradada.

Agregó Martínez que habría que estudiar a profundidad la transformación social, porque los carnavales tienen su lado positivo, porque sirven para el ocio creador y sano donde las familias tienen derecho a encontrarse en un ámbito de relajación. "El Estado debe incentivar no patrocinar", destacó.

Finalmente, Toro dijo que toda la sociedad tiene derecho al ocio, pero en medio de un tiempo de calidad, "debemos apostar por una sociedad que incluso en la diversión no deje de pensar en su realidad", sentenció.

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