La cena de sentencia en este caso le tocó a dos de las hermanitas que con el paso de los días se fueron haciendo más amigas pese a la diferencia de edades.
Al conocer que el presupuesto semanal para esta semana era mucho menor, los hermanitos se sintieron preocupados, y previo a la compra hicieron un inventario de las cosas que ya tenían.
El regreso de Enrique trajo alegrías y sin sabores para los hermanitos de la casa. Ciertamente para Rommelito ésta es una oportunidad para terminar de vivir esa experiencia que por diferentes factores no pudo. Mientras que para Carlitos es una desventaja para el grupo.
Desde que Enrique entró a la casa, se la pasa cantando, bailando demostrando la emoción que tiene de estar nuevamente dentro de la casa de Big, sentado en el mostrador de la cocina empezó a cantar “Mi Libertad” de Jerry Rivera y Julio Voltio y Kathy lo acompañaba.
En un relajo de esos muy comunes que tenía Nelva con Carlitos se dio un incidente que en su momento no pensaron que traería consecuencias. Hace un par de días Carlitos tiene un malestar en el brazo que le ocasiona dolor.
Carolina y Alejo con ganas de broncearse un poco se acostaron en el jardín a tomar el sol. Entre comentarios y relajos, Caro le comenta a Alejo que está amarilla y que necesita tomar sol.
Últimamente las historias se dan en el área de la piscina, lugar donde los chicos ahora pasan más tiempo en las mañanas. Carlitos y Carolina se sentaron en un flotador y al mejor tiempo de los románticos enamorados, iban moviéndose alrededor de la piscina.
Con el regreso de Enrique a la casa las cosas se tornaron diferentes para Carlitos, el curso de la competencia toma un giro inesperado y ya no es tan agradable la convivencia. Por más que le da vueltas a la situación Carlitos se siente impotente.
Y su sueño de entrar a la casa de Big Brother se le hizo realidad a Franklin Robinson quien estuvo una hora compartiendo con los hermanitos para confrontarlos y hacerle preguntas muy a su estilo.
Tras las reacciones de Carlitos los hermanitos quedaron consternados por la situación. Independientemente que el decidió no comer ellos dividirán la comida entre 5 hermanitos como siempre.
Luego de pensar muchas cosas sobre la llegada de Enrique a la casa, Carlitos buscando mostrar su desacuerdo con la decisión del repechaje, se declaró en huelga de hambre.
Luego de varios días de estar triste y deprimido, Carlitos ha cambiado de humor, está más tranquilo y divertido. Al ver a Carolina acostada en el sillón le nació consentirla un poco.
Al ver a Carolina con pereza y sin ganas de nada, a Alejo se le ocurrió cubrirla con las almohadas de la sala. Ella estaba encantada de todos los almohadones ya que a ella le gusta dormir así.
Usar el micrófono es una de las reglas más importantes que hay cumplir en la casa y deben tenerlo puesto todo el tiempo. Pero hay momento en el que a los hermanitos se les olvida y hay que hacer llamados de atención.
Desde la salida de Nelva, Carlitos anda cabizbajo y deprimido, pues le hace falta ese complemento en la casa. Incluso en la fiesta estaba distante y algo triste.
Carolina conversando con Alejo le cuenta que para ella fue una gran sorpresa ver a Enrique, le dice que vio a la persona entrar, pero jamás lo reconoció hasta que lo vio bien y reaccionó. Ella le cuenta que se imaginaba que uno de los hermanitos volvería pero no pensaba que iba a ser Rommelito.
La llegada de Enrique a la casa fue de mucha emoción, pues los chicos lo que menos esperaban era ver que uno de los hermanitos regresara. Entre gritos y lágrimas de felicidad Carolina y Kathy corrieron a abrazar a Rommelito una gran emoción.