Israel lanzó el 13 de junio un ataque israelí contra su gran rival regional, Irán, con el objetivo de desmantelar las capacidades militares y nucleares de su archienemigo.
Estados Unidos anunció en 2018 su retirada del acuerdo internacional, de forma unilateral, durante el primer gobierno de Trump y volvió a imponer duras sanciones contra Irán.
Los intentos de recuperar ese pacto han fracasado y los representantes europeos han expresado repetidamente su frustración por los incumplimientos iraníes.
Nueve países tienen actualmente el arma atómica: Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, China, India, Pakistán, Corea del Norte y, extraoficialmente, Israel.
Alemania, Francia y Reino Unido (E3), en asociación con Estados Unidos, presentaron un texto que condena la supuesta falta de cooperación de Irán en materia nuclear.
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Abbas Araghchi, advirtió que la República Islámica "responderá en consecuencia y de manera apropiada" a la moción.
Moscú ha reaccionado con indignación a la decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de permitir por primera vez que Ucrania utilice misiles de largo alcance suministrados por Washington para atacar territorio ruso.
Los temas están ligados al blanqueo de capitales, armas de destrucción masiva, terrorismo y medidas sancionadoras de inclusión en la lista gris del GAFI.
El organismo de control nuclear de la ONU pidió el lunes "vigilancia" para frenar el tráfico de materiales nucleares y radiactivos y dijo haber documentado más de 4.200 robos u otros incidentes en los últimos 30 años.
Rusia anunció el lunes que iba a llevar a cabo "en un futuro próximo" ejercicios nucleares cerca de Ucrania y afirmó que su ejército podría atacar equipos militares británicos en ese país, en respuesta a las declaraciones de dirigentes de potencias occidentales sobre un posible envío de soldados.