Suspendido por una moción de destitución del Parlamento, Yoon también era objeto de una investigación por insurrección que lo ha llevado a convertirse en el primer presidente del país en ser arrestado durante su mandato.

Yoon evitó la semana pasada ser detenido por haber decretado brevemente una ley marcial a principios de diciembre que sumió a Corea del Sur en su peor crisis política en décadas.

La primera orden de arresto fue dictada por la negativa de Yoon de ser interrogado sobre la ley marcial. Sus abogados insisten en que la orden es "ilegal" y que tomarán acciones legales en su contra.

Cronología de los principales acontecimientos de esta crisis.

En la madrugada del 4 de diciembre, Yoon Suk Yeol declaró la ley marcial, algo que no había ocurrido desde 1980, y sumió al país en la peor crisis política de las últimas décadas.

El alto tribunal tiene seis meses para pronunciarse sobre si confirma o no la destitución de Yoon, aprobada el sábado por el Parlamento.

Yoon Suk Yeol desató una crisis política el martes al declarar por sorpresa la ley marcial y ordenar el envió de tropas al parlamento, una medida que tuvo que abandonar unas horas después por el rechazo de los diputados.

Yoon Suk Yeol perdió el apoyo de todas las partes después de que el martes por la noche decretara, ante el estupor general, la ley marcial, que se vio obligado a derogar horas más tarde por la presión de los diputados y de la calle. 

La maniobra de Yoon generó estupor entre los aliados de Seúl e indignación entre la población y las filas opositoras, que presentaron rápidamente una moción de destitución acusándolo de "vulnerar gravemente la Constitución y la ley".

El panorama político de Corea del Sur se ha tornado fuertemente polarizado en los últimos años, con divisiones marcadas entre facciones progresistas y conservadoras.

Yoon continuó calificando a la oposición, que tiene mayoría en el parlamento compuesto por 300 miembros.