Se trata de la primera fotografía del impacto del clima extremo en sistemas educativos, en general mal equipados para proteger a los estudiantes de estos fenómenos, recuerda la organización protectora de la infancia.
La escuela tiene paredes gruesas que ayudan a bloquear el calor, mientras el interior está recubierto de cal, un material poroso que regula la humedad y ayuda a refrescar.