04 oct 2014
Cowboys vs. Texans. La batalla de la estrella solitaria
Los Cowboys tienen oportunidad de comenzar algo importante. Un triunfo sobre los Houston Texans, en el Clásico Estatal de NFL en esta región, facilitaría mucho las cosas para que los Cowboys salgan del marasmo en el que se ha convertido su existencia desde hace cuatro temporadas. Llegar a la mitad de victorias que los Cowboys han conseguido en sus anteriores tres campañas cuando apenas se hubieran disputado cinco partidos sería un empuje mental y en la tabla de posiciones radical, el mejor desde que Jason Garrett se convirtió en entrenador en jefe. "Seguimos en el proceso de convertirnos en un mejor equipo", dijo Garrett. "Ahora sólo pensamos en este partido. Ganar nos ayudará rumbo a la meta que nos fijamos. Hay muchachos que están comenzando a darse cuenta de que pueden competir contra el que sea". La principal clave para que los Cowboys tengan récord de 3-1 por vez primera desde el 2008 ha sido el éxito que ha tenido el juego terrestre con DeMarco Murray. El corredor de Dallas está más sano que nunca desde que llegó a la NFL hace cuatro temporadas y corre atrás de la mejor línea ofensiva que los Cowboys han tenido en muchos años, joven, rápida y, sobre todo inteligente. El ala defensiva de los Texans J.J. Watt es el principal enemigo a vencer este domingo, reconocido por todos en Valley Ranch. "Probablemente es el mejor jugador que hay en la NFL", dijo el dueño de los Cowboys, Jerry Jones. "No me sorprende. Nosotros lo evaluamos antes del draft (2011) y estuvimos cerca de reclutarlo. Nos fuimos en otra dirección. Pero es un muchacho que juega como el mejor por la pasión que entrega en el campo". El centro de los Cowboys Travis Frederick, reclutado en la primera ronda del año pasado, dijo que Watt era un jugador implacable, pero que no pueden descuidar al resto de la defensa de los Texans, que tiene talento por doquier. "No vamos a jugar contra los Houston J.J. Watts", dijo. "Vamos a jugar contra los Houston Texans". Quizá por tantas lesiones los últimos dos años, muchos en Dallas olvidan que los Texans tienen a otro de los mejores jugadores defensivos de la NFL, el linebacker Brian Cushing, a quien los Cowboys respetan como a pocos. "Brian es rápido y sabe leer cada movimiento, es un jugador muy listo en el campo", explicó el quarterback de los Cowboys, Tony Romo. "Junto a Watt, es otro de los pocos jugadores que por si mismos pueden cambiar el rumbo de un partido". Romo cada vez más luce más como el quarterback de los Cowboys elusivo, capaz de crear jugadas donde parece no las hay y de mover el balón con facilidad, después de estar en rehabilitación de la operación de espalda que sufrió en diciembre pasado. Comenzó lento la campaña regular, pero ha mejorado conforme pasa el tiempo; algo que el propio Romo acredita también al éxito del juego por tierra. "Es un hecho que cada semana me siento mejor", dijo Romo", aunque para nadie es un secreto que en cualquier nivel de futbol americano correr abre la puerta para todo lo demás". Los Texans conocen bien a los Cowboys; saben que la ofensiva puede mover el balón y que la principal debilidad, aunque haya mejorado, es la defensiva. Houston estará comandado por Ryan Fitzpatrick, quien es propenso a soltar balones y lanzar intercepciones. Esta temporada, el quarterback de 31 años ha pasado igual cantidad de touchdowns que de intercepciones, cinco; su porcentaje de completos es de 65.1 y su índice de efectividad es de 86.2 puntos. "Tengo que mejorar", reconoció Fitzpatrick esta semana. "Cada semana tenemos que ser más consistentes. Estamos 3-1 y no es malo. Pero mi nivel de juego tiene que levantar y estoy consciente de eso". Los Texans son los décimo octavos por pase en la NFL, pero de cualquier manera tienen a uno de los mejores receptores de la liga, capaz de hacer jugadas explosivas en cualquier momento, Andre Johnson. La fortaleza tradicional de Houston, la carrera, comenzó lento esta temporada; número 19 en la liga debido en buena parte a que Arien Foster dista de estar al 100 por ciento. Foster está enlistado como "probable" por su lesión muscular en la pierna izquierda, aunque es casi un hecho que enfrentará a los Cowboys. "Sólo voy a salir (a calentar) y veré como se siente", dijo. "Si me siento lo suficientemente bien, me equiparé". Los Texans también tienen marca de 3-1, con una victoria más de las que lograron en el 2013, el año que sufrieron uno de los colapsos más estrepitosos en épocas recientes de la NFL. Pero el talento, con el que hasta hace un año eran considerados candidatos a Súper Bowl, sigue ahí. "Tienen jugadores de mucha capacidad pero por diversos motivos el año pasado no tuvieron los resultados que todos hubiéramos pensado", dijo Garrett. "Pero nosotros también tenemos muchachos que van a salir a batallar, a jugar y que no van a parar hasta que termine el partido". La joven franquicia de los Texans ha crecido rápido frente a los Cowboys; la primera victoria de su historia, en su partido inaugural de por vida, fue un triunfo en el 2002, la única vez que han vencido en temporada regular. Jerry Jones clasificó ese descalabro entre los tres más dolorosos desde que compró a los Cowboys. La rivalidad entre ambos equipos, localizados a 250 millas de distancia ha crecido, y la euforia entre los fans por el buen arranque de temporada ha provocado que los boletos en reventa estaban más caros que en los dos partidos anteriores de esta campaña en el AT&T Stadium. Hasta los llamados "party passes", que son los boletos para ver el juego de pie están agotados y en reventa (NFL Ticket Exchange) el precio mínimo era de 152 dólares el sábado a mediodía, cuando el precio en taquilla fue de 29 dólares. Y en el área Dallas-Fort Worth se esperaba todo el fin de semana una buena invasión de aficionados vestidos de rojo y azul de los Texans. TEXTO: Carlos Nava (ESPNDeportes.com)