Repetición: Jelou!
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Ciudad de Panamá/Simplemente hay espacios en la televisión que no están pensados para competir, sino para abrazar. Rincones donde los focos no apuntan al espectáculo, sino directo al corazón. Uno de esos lugares, que se ha convertido en el alma de Canta Conmigo a lo largo de todos estos años, es el llamado "Cuartito de los sueños".
Lejos del escenario, de los nervios y de los votos, este rincón es ese refugio mágico que espera al participante eliminado al final de cada gala. ¡Y al ganador al final de la temporada también! Y aunque podría sonar triste, en realidad es todo lo contrario: es el lugar donde cada concursante se da cuenta de que su paso por el programa fue valioso, celebrado y profundamente recordado. ¡Bravo!
Cuando un concursante deja la competencia, no se va entre lágrimas o despedidas apuradas. La tía Ingrid del Carmen es quien lo acompaña, lo abraza y lo invita a entrar en este espacio que parece salido de un cuento de Disney. Apenas se abren las puertas, la sorpresa es inmediata: juguetes, luces suaves, música cálida, de felicidad, regalos elegidos con cariño de acuerdo a los gustos de cada chico, y un clima de emoción que lo envuelve todo.
Cada participante recibe un trofeo de reconocimiento por parte de un patrocinador —porque en Canta Conmigo, haber llegado ya es motivo de orgullo— y un cuadro conmemorativo que recuerda esa famosa foto del póster, ese paso por el programa. Pero hay más: también se llevan una increíble variedad de juguetes, entre didácticos y tecnológicos, todos seleccionados especialmente y destinados exclusivamente para ellos. Nadie se va con las manos vacías. Se van con un pedacito de magia. ¡Hay hasta instrumentos musicales profesionales!
Los juguetes no son un obsequio: representan lo que el programa quiere sembrar en cada artista que pasa por allí. Que sigan jugando. Que sigan creando. Que se sigan soñando. Desde tablets hasta juegos de construcción, kits de ciencia, dispositivos interactivos y juegos de mesa educativos, cada elemento busca dejarles una semilla: la certeza de que soñar vale la pena.
Hasta ahora, ya se han entregado cinco "Cuartitos de los sueños" en lo que va del concurso este 2025. Y cada uno ha sido diferente, único, pensado en función del perfil y la historia de quien lo recibe. Porque en Canta Conmigo, cada voz importa, cada emoción cuenta, y cada paso dado en el escenario tiene un valor incalculable.
En redes sociales, los momentos de ese cuartito se han vuelto primordial cada miércoles. Hay quienes confiesan que esperan con ansiedad cada show no solo por las canciones, sino por la emoción que genera ver a los concursantes descubriendo ese espacio mágico. ¡Qué belleza!
Definitivamente que este es un reconocimiento profundo. Es el abrazo final. Es la promesa de que el camino no termina al dejar el programa, sino que recién empieza.