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Cuando una mujer queda embarazada, ella y su pareja están deseando el primer examen, donde verán que todo está bien con su bebé y por supuesto, la primera imagen. El examen le permite comprobar si el bebé está desarrollándose adecuadamente, tomar algunas fotografías de su cuerpo, la cara y sobre todo, mirar cual es el sexo del bebé. Esto se llama ecografía. Sin embargo, además de la ecografía habitual, también hay un examen más detallado llamado morfología de ultrasonido.
El doctor Gustavo Carrizo, especialista en Ginecología nos señala que el examen morfológico se puede realizar entre la 11 y 14 semanas, o entre 18 y 24 semanas.
¿En qué consiste el examen morfológico?
Es una ecografía más detallada. Este examen evalúa todo lo externo y la anatomía interna del feto y las condiciones detalladas de lo que lo rodea.
Por lo tanto, el ultrasonido se comprueba toda la morfología fetal, incluyendo el cerebro, el polo cefálico, el cuello, la cara, columna, tórax, abdomen, extremidades, el tracto urinario, el tracto genitourinario, etc. Por otra parte, se registra también la medición del cuello uterino y la ubicación placentaria.
La ecografía morfológica es el mejor método para verificar todos los aspectos del desarrollo del bebé y como tal, deben hacerse por todas las mujeres.
En el caso de que la pareja desea conocer el sexo del bebé, no es tan fácil apreciar si es niño o niña en las primeras semanas, se debe esperar hasta la semana 20, aunque dependerá mucho de la posición del bebé. El sexo se determina genéticamente en el momento de la fecundación pero todos los embriones se ven idénticos durante el desarrollo temprano del embrión.
Las visitas periódicas a su doctor: Permitirá realizar una tarjeta de control durante el periodo de embarazo, tomar las vitaminas correspondientes que el doctor envía a la madre, evaluar el desarrollo del bebé, preparar el parto o sesaria en caso que la mujer no pueda parir.
Algunos cambios significativos en el cuerpo de una mujer embarazada