Corea del Norte: la firmeza de EEUU se topa con advertencias rusas
Rusia multiplicaba el martes las advertencias contra la línea dura de Estados Unidos con Corea del Norte, dos días después del último ensayo nuclear de Pyongyang, rechazando la "histeria militar" y enfriando los planes de Washington de una rápida adopción de nuevas sanciones internacionales.
El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió este martes que la "histeria militar" en torno a Corea del Norte puede conducir a una "catástrofe planetaria" y tachó de "inútil e ineficaz" el recurso a nuevas sanciones contra Pyongyang.
Esta posición augura otro enfrentamiento de Moscú con Washington, que el lunes abogó por sanciones lo "más fuertes posibles" de la ONU tras el sexto ensayo nuclear de Pyongyang, llevado a cabo el domingo.
Putin, que participa en China en la cumbre anual del grupo BRICS (Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica), dijo a los periodistas que "Rusia condena estos ejercicios" de Corea del Norte, "pero el recurso a sanciones de cualquier tipo en este caso es inútil e ineficaz".
"Una histeria militar no tiene ningún sentido (...) Todo esto puede conducir a una catástrofe planetaria, y a un gran numero de víctimas", advirtió el presidente ruso.
Los norcoreanos "no van a renunciar a su programa (nuclear) si no se sienten en seguridad. Por tanto hay que intentar abrir un diálogo entre las partes interesadas" dijo Putin.
Tras el sexto ensayo nuclear de Pyongyang, el más potente hasta ahora, Estados Unidos, sus aliados europeos y Japón anunciaron el lunes que están negociando nuevas sanciones de la ONU contra Corea del Norte.
Japón revisó al alza su estimación de la potencia de la bomba de hidrógeno probada el domingo por Pyongyang, que según Tokio habría sido de 120 kilotones, ocho veces más poderosa que la lanzada por Estados Unidos sobre Hiroshima en 1945.
Londres dio más voz este martes a la postura dura pidiendo al Consejo de Seguridad "una nueva resolución lo antes posible, imponiendo nuevas sanciones y mostrando la unidad y determinación de la comunidad internacional", dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson.
"Resolución pacífica"
Pero Rusia parece plegarse a la posición de China -ambos con derecho de veto en el Consejo de Seguridad- favoreciendo una "solución pacífica" de la crisis a través de la reanudación de las conversaciones con el régimen norcoreano.
El jefe de la diplomacia rusa Serguei Lavrov insistió sobre el punto en conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Rex Tillerson, preconizando "la utilización de medios políticos y diplomáticos" y exhortando a Washington a "no ceder a las emociones y mantener la calma".
Pero si bien Tillerson parecía abrir la puerta a un futuro diálogo en las últimas semanas, el presidente Donald Trump considera ahora que "cualquier discurso de apaciguamiento ya no funciona" con Corea del Norte.
Como respuesta al ensayo nuclear del domingo, Corea del Sur inició desde el lunes maniobras terrestres con fuego real. La marina surcoreana hizo lo mismo el martes, con la esperanza de disuadir a Pyongyang de cualquier provocación en el mar.
Un nuevo paquete de sanciones presentado por Washington —el octavo— será negociado en los próximos días antes de ser votado en el Consejo de Seguridad el 11 de septiembre, anunció en Nueva York la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley.
La unidad del Consejo de Seguridad es "absolutamente crucial", advirtió el martes el Secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ante las divergencias que denotan las principales potencias, llamando a los miembros permanentes(China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia) a "ponerse de acuerdo juntos sobre una sola estrategia a negociar" con Pyongyang.
A principios de agosto, las últimas resoluciones sancionando a Pyongyang —cada vez más severas que las anteriores— fueron adoptadas unánimemente por los 15 miembros del Consejo de Seguridad.
Según fuentes diplomáticas, las nuevas medidas que se negocian esta semana podrían afectar el petróleo, el turismo, el reenvío a su país de los trabajadores norcoreanos en el exterior y a decisiones en el ámbito diplomático.
Corea del Norte podría ahora tener la capacidad para montar una bomba atómica en un misil que tuviera a su alcance el territorio de Estados Unidos, aunque los expertos no tienen la seguridad absoluta al respecto.