Éxodo cristiano opaca visita papal a Tierra Santa
El papa Francisco llegará este fin de semana a la tierra donde nació el cristianismo y de la que los cristianos están desapareciendo.
Esta antigua comunidad ha disminuido a aproximadamente 2% de los habitantes de la región a medida que las dificultades económicas, la violencia y las amargas realidades del conflicto palestino-israelí han hecho que los cristianos busquen mejores oportunidades en otros países.
El éxodo, que comenzó hace decenios, ha alcanzado niveles críticos en los últimos años. La emigración es una preocupación central de las autoridades locales del Vaticano, que intentan detener la partida con ofertas de empleo, vivienda y becas escolares.
"Me entristece pensar que tal vez llegue el momento en que el cristianismo desaparecerá de esta tierra", dijo el padre Juan Solana, enviado del Vaticano que supervisa el centro Notre Dame, un hotel en Jerusalén para peregrinos que da empleo a 150 habitantes locales, cristianos en su mayoría.
Solana dijo que emplea a fieles de su religión para alentarlos a "quedarse aquí, a amar esta tierra, a estar conscientes de su vocación particular de ser los testigos del cristianismo en esta tierra".
El éxodo cristiano está ocurriendo en todo el Oriente Medio. Jordania, donde el papa Francisco iniciará el sábado su viaje de tres días, tiene miles de refugiados cristianos que han huido de Irak y Siria.
Para la Iglesia, el fenómeno es particularmente doloroso en la cuna del cristianismo. De acuerdo con la tradición cristiana, Jesús nació en el poblado cisjordano de Belén, pasó gran parte de su vida en Nazaret y en la región norteña de Galilea en lo que ahora es Israel, y fue crucificado y resucitó en Jerusalén.
En un discurso en noviembre, el papa dijo que "no nos resignaremos a pensar en el Oriente Medio sin cristianos", al tiempo que lamentó que estos "sufren particularmente las consecuencias de las tensiones y conflictos que se desarrollan" en la región.
Los cristianos en Tierra Santa disminuyeron a un poco más del 10% de la población antes de la fundación de Israel, y en la actualidad oscilan entre el 2 y el 3%, según la Iglesia católica.
El declive comenzó con la elevada inmigración judía y emigración cristiana tras la guerra de 1948 luego del establecimiento del estado de Israel, y ha sido alentado por la continua emigración y una baja tasa de natalidad entre los cristianos que se quedan.
Las restricciones israelíes en la Cisjordania ocupada también han persuadido a los cristianos a partir.
La barrera de concreto y de vallas que Israel construyó para mantener fuera a los atacantes palestinos ha asfixiado a ciudades como Belén y ha alejado a los palestinos de sus tierras agrícolas. A muchos cristianos palestinos se les prohíbe ingresar a Jerusalén, salvo en los días festivos.