EEUU distribuirá 25 millones de mascarillas contra el COVID-19
El gobierno del presidente Joe Biden prevé distribuir 25 millones de mascarillas contra el covid-19 a partir del próximo mes como parte de los esfuerzos para derrotar a la pandemia, afirmó el miércoles un alto funcionario estadounidense.
"En marzo comenzaremos a entregar millones de mascarillas a los bancos de alimentos y centros comunitarios de salud de todo el país", dijo el coordinador de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, Jieff Zients.
"Entregaremos más de 25 millones de mascarillas en todo el país, estas mascarillas estarán disponibles en más de 1.300 centros de salud comunitarios y 60.000 despensas de alimentos a nivel nacional", agregó.
Las mascarillas serán de tela lavables de alta calidad y se distribuirán de forma gratuita, indicó la Casa Blanca en un comunicado.
"Realmente creemos que esta política tiene mucho sentido porque les permite obtener una mascarilla a personas que en algunas situaciones no pueden encontrarlas o pagarlas", explicó Zients.
Los centros de salud comunitarios son clínicas para pacientes ambulatorios que prestan servicios en áreas de escasos recursos.
Dos tercios de las personas atendidas por estos centros viven en la pobreza, el 60% son minorías raciales y casi 1,4 millones no tienen vivienda, de acuerdo con el comunicado.
Los beneficiarios del programa, que cuesta 86 millones de dólares, podrán recibir dos mascarillas por persona en su hogar.
De acuerdo con la última directiva de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la agencia federal de vigilancia de salud pública, usar una mascarilla de tela encima de una mascarilla quirúrgica es una buena combinación, ya que mejora tanto el ajuste como los niveles de filtración.
El uso de mascarillas en Estados Unidos se había politizado mucho durante la reciente administración de Donald Trump, y el presidente republicano rara vez aparecía en público con una puesta.
Cuando asumió el cargo, el demócrata Biden pidió a los estadounidenses que las usaran durante 100 días. "No es una declaración política, es un deber patriótico", dijo.
También impuso su uso en edificios federales y medios de transporte interestatales.