El papa Francisco celebra una misa con los católicos de Egipto
El papa Francisco celebraba este sábado una misa en El Cairo delante de miles de fieles, en el segundo día de su visita dedicada a respaldar a la minoría cristiana y a promover el diálogo con los musulmanes.
En medio de un draconiano dispositivo de seguridad en toda la capital, el papa Francisco ingresó rodeado de guardaespaldas.
Sonriente, bajó del vehículo para saludar a un pequeño grupo de niños. En las tribunas, la multitud agitaba banderas con los colores amarillo y blanco del Vaticano.
El pontífice argentino de 80 años subió luego a un gran estrado e inició su homilía, pronunciada en italiano y traducida al árabe por un intérprete.
Los fieles habían llegado más temprano en autobuses que debieron atravesar varios retenes de las fuerzas de seguridad para llegar al estadio con capacidad para 30.000 personas sobrevolado por un helicóptero.
Monjas con sotanas, familias, hombres en traje, jóvenes vestidos con jeans, curas ortodoxos y católicos o personas mayores avanzaban lentamente por las diferentes entradas del estadio.
'Estamos tan felices'
"Estamos tan felices que no nos molesta esperar. (...) Estamos orgullosos de que esté (el papa) en Egipto", dijo a la AFP Kanzi Bebawi, de 33 años, con un largo vestido blanco, presente en la fila acompañada de su marido.
"Es muy importante que esté aquí. No tenemos miedo de ir a la iglesia en Egipto", dijo Nabil Shukri.
La concentración religiosa reúne todos los ritos católicos del país, especialmente las iglesias copta, armenia, maronita y melquita.
Dignatarios religiosos musulmanes también asistían a la misa.
Después de la misa y de un encuentro con los obispos egipcios, Francisco se reunirá con los futuros sacerdotes de un seminario copto-católico en El Cairo.
El pontífice argentino tiene previsto dejar Egipto en la tarde, tras su corta visita de 27 horas, marcada por los visibles refuerzos de la seguridad.
El país de mayoría musulmana cuenta con una comunidad católica de unos 272,000 fieles, es decir el 0,3% de la población egipcia. Los católicos están presentes en Egipto desde el siglo V.
En los siglos XVIII y XIX, varias órdenes católicas, entre ellas los franciscanos, los dominicos y los jesuitas, se instalaron en el país, donde desarrollaron una red de escuelas, hospitales e instituciones de caridad.
El viaje del papa, que se produce tres semanas después de que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) perpetrara dos ataques contra iglesias coptas ortodoxas que dejaron en total 45 muertos, adquiere un carácter simbólico para los cristianos del país.
El jefe espiritual de cerca de 1,300 millones de católicos en el mundo abogó por la tolerancia y el diálogo entre musulmanes y cristianos al llegar el viernes a El Cairo.
El sumo pontífice abordó varios asuntos de importancia en Medio Oriente como la proliferación de las armas o los "populismos demagógicos" que "no ayudan a consolidar la paz y la estabilidad".
Hermandad y amistad
Ferviente defensor del ecumenismo, el Francisco se reunió el viernes en privado con el papa copto ortodoxo Teodoro II.
Los dos líderes religiosos se unieron también en una plegaria en la iglesia de San Pedro y San Pablo, donde un atacante suicida mató a 29 personas el pasado 11 de diciembre.
Los dos papas firmaron igualmente una declaración común, reafirmando sus lazos "de hermandad y de amistad", exaltando su herencia común, pese a la separación entre la Iglesia católica y las Iglesias orientales ortodoxas.
"Luchamos por la serenidad y la concordia mediante una cohabitación pacífica de los cristianos y los musulmanes", dijeron en la declaración.
El primer día de visita del pontífice estuvo marcado por el sello del diálogo interreligioso, al lado del gran imán sunita de Al Azhar, Ahmed al Tayeb.
Muchos cristianos en Egipto se sienten discriminados, afirmando que sus convicciones, inscritas en sus documentos de identidad, les impiden acceder a puestos clave de la administración.
Los dos papas también llamaron a la "unidad", recordando que la violencia de los extremistas golpea sin distinción a los cristianos católicos y a los ortodoxos.
Los yihadistas amenazaron con multiplicar los ataques contra los coptos, que representan alrededor del 10% de los 92 millones de egipcios.
El viaje de Francisco, el segundo de un papa en el Egipto de la era moderna, se produce 17 años después de la visita de Juan Pablo II.