Internet, es el factor clave en las investigaciones de corrupción en Brasil

Internet se ha convertido en un factor decisivo en el desarrollo de las investigaciones criminales con ciertos claroscuros que han cambiado el método de trabajo de las instituciones públicas brasileñas, informaron funcionarios del estado de Sao Paulo.

En un encuentro con la prensa, el procurador de Justicia de Sao Paulo Augusto Rossini y el especialista en seguridad cibernética e inteligencia de la Policía Civil, José Mariano Araujo, destacaron el impacto que han tenido las nuevas tecnologías en su trabajo.

"No hay proceso, por poner un ejemplo, que no tenga al ladrón filmado por una cámara o en su celular haya una conversación que le incrimine", dijo Rossini en el marco del Congreso de Líderes de Seguridad, que se celebra hasta el jueves en la mayor ciudad brasileña con especialistas internacionales.

El procurador resaltó la importancia que han cobrado "las pruebas digitales" (información en la computadoras, servidores o teléfonos) en investigaciones como el escándalo en la petrolera estatal Petrobras, aunque reconoció que aún hoy siguen "aprendiendo sobre cómo utilizarlas de una manera más eficiente".

El caso Petrobras es la mayor investigación de corrupción en la historia de Brasil y por la que ya han sido condenados directivos de la estatal y de las principales constructoras del país, además de varios políticos.

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva está salpicado en este escándalo y ya fue imputado por el juez federal Sergio Moro por sospechas de corrupción relacionadas a la petrolera y las constructoras investigadas en la trama.

No obstante, el aspecto cautelar de las pruebas debe ser "reforzado" en el caso de las digitales por la naturaleza del medio ya que Internet es un "bien difuso" y "muy rápido".

Por su parte, Araujo señaló que internet ha facilitado la comunicación entre los diferentes actores de un proceso policial y trabajar de una manera más coordinada, aunque no todo son ventajas.

El especialista denunció la opacidad y la falta de colaboración de las empresas privadas que ofrecen servicios de telecomunicación, como WhatsApp, Skype o Telegram, entre otras.

"No facilitan la información no porque no puedan, sino porque no quieren", afirmó con rotundidad Araujo.

En su opinión, esa negativa a colaborar ampliamente con la Justicia se debe a una estrategia puramente comercial ya que a estas compañías no les interesa que sus potenciales consumidores tengan la percepción de que "sus secretos pueden ser descubiertos".

La aplicación de intercambio de mensajes de texto y de voz Whatsapp, que tiene en Brasil a uno de sus mercados más importantes, ha sido bloqueada tres veces en todo el país por la Justicia en los últimos diez meses.

En todas las ocasiones la aplicación fue acusada de negarse a obedecer órdenes judiciales para ofrecer informaciones sobre el contenido de conversaciones de sus usuarios.

La Corte Suprema de Brasil se pronunció en julio pasado y levantó el bloqueo al determinar que "viola el principio fundamental de libertad de expresión y de comunicación, consagrado en la Constitución".