Economista advierte que en Panamá se está creando una especie de tormenta perfecta para el caos social

Ciudad de Panamá/El economista Raúl Moreira advirtió que en Panamá se está creando una especie de tormenta perfecta para el caos social, por la acumulación de decisiones que está tomando el gobierno, sin medir que esto puede concluir en el estallido social que se vivió en octubre y noviembre de 2023, cuando cientos de personas salieron a las calles en rechazo del contrato minero.

Entre las decisiones, Moreira mencionó el desmedido aumento de las tasas de intereses bancarios, que se muestran como un impuesto que ha generalizado el incremento de precios en general.

Esto, a su vez, ha desencadenado una espiral inflacionaria; a este tema se suma el abusivo aumento de las primas de seguro.

"Las tasas de interés, el arroz, el sentir del panameño, la eliminación del bono solidario y muy posiblemente, a corto plazo, la decisión sobre la CSS. Parece que estamos olvidando lo que sucedió en el gobierno pasado, donde la mayoría de las personas que se mantenían en las calles lo hacían no por el contrato minero, sino por ese malestar en contra del gobierno", manifestó Moreira.

El arroz a libre oferta y demanda

En cuanto a la salida del arroz de primera del control de precios, Moreira consideró que el camino más corto que ha elegido la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco), ha sido bajar la calidad del arroz que se está consumiendo y dejarlo a libre oferta y demanda en el mercado.

Según el economista, no es que se va a volver a vender arroz de primera en el mercado nacional, sino que se volverá a comercializar el arroz de segunda para que los consumidores puedan comprarlo un grano a bajo costo.

Moreira también cuestionó el hecho de que el gobierno haya dejado la decisión de un nuevo precio para el quintal de arroz en manos de los molineros, quienes, según ha denunciado la propia Acodeco, han realizado prácticas monopolísticas con el grano tan demandado en la mesa de los panameños.

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El economista aseveró que fueron ellos los molineros, los que decidieron no empacar arroz de primera, porque según él, para ellos esto no era un buen negocio.

Y es que, según Moreira, se ha señalado mucho que lo perfecto es dejar en el mercado el arroz a la libre oferta y demanda, pero se percibe que la culpa es del consumidor por tener un derecho legítimo a aspirar a adquirir un alimento de primera necesidad a precios accesibles y se busca solamente la culpa de injerencia en el mercado por parte del Estado.

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No obstante, se ha olvidado que hay prácticas monopolísticas por parte de los molinos del país.

Los molineros son grandes productores que compran y financian este mercado. Manejan cerca del 90% del proceso de sembrar, secar y pilar el arroz, lo cual determina en gran parte el precio", — Raúl Moreira - Economista

El economista dijo que no se puede hablar de libre competencia en el mercado cuando se han desembolsado $800 millones por parte del Estado para que exista arroz de primera, pero nunca hubo arroz de primera. ¿Dónde está ese dinero?, se preguntó.

"El camino más corto ha sido bajar la calidad del arroz que se está consumiendo y dejar libre oferta demanda al mercado. Le han echado la culpa a la medida de control de precios y no hablan de ese accionar tan importante dentro de la cadena de producción y comercialización que tienen los molineros", puntualizó.

Iniciando esta semana, Abraham Abadi, administrador de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acode que el abastecimiento con arroz de primera se verá reflejado en el país dentro de una semana a 15 días, iniciando en las comunidades más humildes y de difícil acceso, donde resulta dificultoso trasladarse hacia las grandes cadenas de supermercado.

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De acuerdo con el administrador de la Acodeco, el arroz de primera costará entre 48 a 55 centavos la libra, pero todo dependerá de ciertas marcas, la capacidad de los productores y los molineros en el mercado. Aclaró que el precio no representa un aumento porque lo que se estaba vendiendo no era arroz de primera, sino de segunda, el cual costaba 48 centavos la libra.

El arroz de primera es la cantidad de granos quebrados por unidad de medida, mientras el arroz especial es el que tiene 95% de granos enteros.