Talento infantil panameño participará en el Campeonato Mundial de Cálculo Mental 2025 en Camboya

Cálculo mental

Estos pequeños talentos panameños pueden resolver 70 operaciones matemáticas en menos de cinco minutos, usando solo su mente como herramienta.

Parte de la delegación de Panamá que se desplazará a Camboya, lugar en el que se llevará a cabo el Campeonato Internacional de Cálculo Mental el domingo 20 de julio. / Cortesía de Aloha Panamá

Ciudad de Panamá, Panamá/Concentración, agilidad mental y disciplina. Estas son las cualidades que definen a los 26 niños panameños que representarán al país en el Campeonato Internacional de Cálculo Mental, que se celebrará este domingo 20 de julio en Camboya.

Los pequeños, de entre 5 y 13 años, han demostrado una extraordinaria capacidad para resolver hasta 70 operaciones matemáticas en menos de cinco minutos, únicamente utilizando su mente.

Los participantes obtuvieron su clasificación después de destacar entre más de 400 niños en el Campeonato Nacional de Aritmética, realizado el pasado 19 de enero en el gimnasio de la Universidad Santa María La Antigua (USMA). Todos ellos forman parte del programa Aloha Mental Arithmetic, una metodología que combina el uso del ábaco japonés (soroban) con técnicas de visualización y entrenamiento mental.

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“El ábaco permite a los niños tocar los números. Primero trabajan con el ábaco físico y, con el tiempo, desarrollan la capacidad de visualizarlo mentalmente. Por eso los ves moviendo las manos: es parte del proceso para activar su ábaco mental”, explicó Vanessa Campos, directora ejecutiva de Aloha Panamá.

Este enfoque pedagógico no solo fortalece el razonamiento matemático, sino que también potencia la concentración, memoria, creatividad, autoestima y habilidades analíticas de los estudiantes. La preparación de los niños incluye acompañamiento psicológico, asesoría nutricional y entrenamiento en higiene del sueño, similares a los de un atleta de alto rendimiento.

“No son estudiantes comunes. Son atletas de una disciplina mental. Se preparan técnica, física y emocionalmente para enfrentar un evento de esta magnitud, en el que competirán más de 800 niños de más de 20 países”, añadió Campos. De acuerdo con Campos, muchos de estos niños inician sin pasión por las matemáticas, pero al ver lo divertido y dinámico del método, cambian su percepción. “Se enganchan. Disfrutan aprender y se retan constantemente”, expresó.

De izquierda a derecha: Stefano Russo, de 10 años, y Alberto Moreno, de 7 años. / Cortesía de Aloha Panamá

Rumbo a Camboya

La delegación panameña partirá hacia Asia el martes 16 de julio y arribará a Camboya el día 19, un día antes de la competencia. Posteriormente, los niños participarán en actividades culturales en Tailandia como parte de la experiencia formativa del viaje.

Panamá no es ajena a estos escenarios. En años anteriores, delegaciones nacionales han obtenido posiciones destacadas en competencias realizadas en países como España, México, Indonesia, Rusia y Malasia. Aloha Panamá, que celebra su décimo aniversario en el país, cuenta con más de 1.200 estudiantes distribuidos en nueve centros académicos.

“Vamos con campeones y estoy segura de que regresaremos con campeones”, destacó Campos. “Independientemente de los resultados, estos niños ya son ganadores por el compromiso, la constancia y el esfuerzo que han demostrado”, agregó.

De izquierda a derecha: Kevin Powell, de 13 años; Jayden Luo, de 8 años; y Sebastián Villarreal, de 11 años. / Cortesía de Aloha Panamá

Historias que inspiran

Uno de los más jóvenes en esta competencia es Alberto Moreno, de 7 años, quien comenzó su camino en esta disciplina con tan solo 4 años. “Me gustaban las matemáticas desde antes, y me divertía aprendiendo. Me estoy preparando para hacer 70 operaciones sin errores”, aseguró con entusiasmo. Su meta: convertirse en Grand Champion.

Su madre, Ann Shelly Dávila, lo ha acompañado en cada etapa del proceso. “Desde los dos años y medio, Alberto ya sabía sumar, restar y leer. Cuando descubrí Aloha, supe que era el programa perfecto para él”, relató. “Ver su avance ha sido impresionante. Como madre, me siento orgullosa del esfuerzo, la constancia y la disciplina que ha demostrado”.

Dávila también destacó que el éxito de estos niños no es solo mérito de ellos, sino del entorno que los respalda: “Detrás de cada niño, hay una familia que lo impulsa. Es un compromiso conjunto. La rutina de práctica diaria, la preparación con ruido, el cronometraje de los ejercicios… todo ha sido parte de un proceso en el que hemos crecido juntos”.

Jayden Luo, de 8 años, también inició a los 4 años. “Me llamó la atención la rapidez con la que resolvían las fichas. Desde entonces, he participado en cuatro competencias, nacionales e internacionales. Le dedico una hora diaria a mi preparación”, comenta.

Uno de los más veteranos en esta disciplina, pese a su corta edad, es Kevin Powell de 13 años, quien manifestó a TVN-2.com que gracias a este deporte descubrió con el paso del tiempo que podía mejorar sus calificaciones y superar sus límites. Hoy acumula cuatro primeros lugares en competencias nacionales y dos terceros lugares a nivel internacional. “Me siento preparado para competir en Camboya junto a mi hermano. Espero subir al podio”, dijo Powell.

Por su parte, Sebastián Villarreal, de 11 años, se incorporó al programa en 2024. Manifestó que siempre fue bueno en matemáticas, pero que esta disciplina le ayudó a desarrollar más su agilidad mental.“Mi meta es quedar entre los primeros lugares y demostrar todo el esfuerzo que he hecho”, indicó. Su rutina consiste en practicar fichas durante 15 minutos y repasar técnicas por una o dos horas diarias.

Con solo 10 años, Stefano Russo, ya ha participado en tres competencias nacionales y una internacional en España.“Desde los 7 años me llamó la atención por lo divertido que era. Para este campeonato practico tres fichas al día y dedico más de una hora a perfeccionar mi técnica. Estoy en la categoría Tiny 8 y espero quedar en un buen lugar o, con suerte, como Grand Champion”.

Para Campos, la experiencia internacional es también una oportunidad de formación integral. “No solo es un campeonato. Es un intercambio cultural, una vivencia que les abre el mundo”, expresó. Sin importar los resultados, la participación de la delegación panameña ya es motivo de orgullo nacional: son ejemplo de que la excelencia académica también se entrena, se cultiva y se celebra. Su historia es testimonio de que, con dedicación, acompañamiento familiar y pasión por el conocimiento, no hay límites para el potencial infantil.

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