Parón económico dio paso al aumento del microtráfico de drogas

A pesar de las restricciones de movilidad establecidas a partir de marzo por el desarrollo de la pandemia en Panamá, las actividades relacionadas con el narcotráfico no se suspendieron, aunque encontraron más obstáculos para el transporte vía terrestre de un punto a otro.

Javier Caraballo, fiscal superior de Drogas, indicó que en los primeros meses del confinamiento hubo un bajón grande respecto al narcotráfico, no obstante, los grupos criminales mostraron una capacidad de adaptación muy rápida y algunos meses después se reactivó esta actividad del tráfico interno e internacional de drogas.

“Si hay una actividad ilícita que es altamente adaptable es el narcotráfico, producto de la persecución de las autoridades que deben adaptarse y reinvertirse cada cierto tiempo para seguir realizando esta actividad”, señaló Caraballo.

Explicó que, con el cierre de los aeropuertos, el narcotráfico internacional disminuyó el uso de mulas para el tráfico aéreo, pero hay un aumento en el tráfico de drogas usando rutas marítimas. “A nivel interno también hemos tenido cambios en cuanto al microtráfico, intensificando la modalidad de usar camuflajes para poder pasar por los retenes, mezclando la marihuana con galletas, dulces y otros elementos comestibles”, indicó.

Caraballo destacó lo peligroso que puede resultar esta última modalidad porque pone en riesgo y vulnerabilidad a la población infante, por lo que hace el llamado a los padres a estar atentos a lo que consumen sus hijos.

Lamentó que en los últimos años se detecta un aumento en la producción de cocaína en los países de América del Sur, aunque esto no significa que hay más hectáreas sembradas, sino que se está elevando la producción por hectárea.

De igual forma, Caraballo destacó que el microtráfico ha aumentado durante la pandemia y el parón económico, pero se están fortaleciendo las técnicas de investigación para poder atacar esta actividad.

“En lo que va del año hemos desarrollado más de 495 operativos de compra controlada de drogas a microtráficantes, esto nos permite encontrar a las personas infraganti en el hecho delictivo”, sostuvo.

El fiscal indicó que con todo este tema del confinamiento y la pandemia ha aumentado el uso de sustancias psicotrópicas, además, ha aumentado la oferta, ya que, personas que no estaban en esta actividad se han visto abocadas a sortear su situación económica con esta actividad.

Recalcó que las bandas en Panamá han ido ganando cierto poder, el cual en muchos de los casos se extiende a los centros carcelarios del país, donde están los líderes de estos grupos quienes, desde allí giran órdenes y siguen liderando la actividad delictiva.

“Los grandes carteles utilizan pequeños grupos a lo largo nuestras costas pacífica y caribeña para que sirvan de apoyo logístico, guarda y transporte de la droga y en la mayoría de los casos, estos trabajos son pagados con drogas que llegan al centro de la ciudad”, puntualizó Caraballo.

En el 2020 las provincias con más decomisos de droga son Panamá, Panamá Oeste, Colón, Bocas del Toro y Chiriquí.