Actualmente, el
ejército israelí ocupa u opera sobre el terreno en casi el 75% del devastado territorio palestino, principalmente desde sus posiciones permanentes a lo largo de la frontera.
En guerra contra Hamás desde el ataque del movimiento islamista palestino en su territorio el 7 de octubre de 2023, el gobierno israelí enfrenta una creciente presión para encontrar una salida al conflicto.
En respuesta, Israel bombardeó varias veces las infraestructuras que controlan los hutíes, incluidos los puertos en el oeste del país y el aeropuerto de Saná.
Israel anunció el domingo, bajo presión internacional, una pausa en las hostilidades durante el día en ciertos sectores, con el fin de permitir la distribución de ayuda humanitaria.
La presión sobre el primer ministro británico se intensificó en los últimos días, tras el anuncio de Emmanuel Macron el jueves de que Francia reconocerá un Estado palestino en la Asamblea General de la ONU en septiembre.
La propuesta presentada el lunes es una de las opciones más tímidas. Consiste en suspender parcialmente la participación de Israel en el programa de investigación Horizon Europe.
Los lanzamientos de ayuda humanitaria sobre Gaza también se reanudaron el domingo ante la esperanzada mirada de muchos palestinos que oteaban el cielo en busca de paracaídas.
Previamente, la cancillería de Israel informó que la marina israelí detuvo a la embarcación para evitar que ingresara a las aguas costeras del territorio palestino.
La ONU y varias ONG ahora alertan sobre un aumento de la desnutrición infantil y un riesgo de hambruna generalizada entre ls más de dos millones de habitantes del territorio.