A pesar de que la noche transcurrió con tranquilidad, Francisco no llevó a cabo sus actividades habituales del domingo, como leer los periódicos o desayunar.
Francisco
ingresó en el hospital Gemelli de Roma por una bronquitis el viernes pasado y el martes la Santa Sede anunció que padecía una neumonía bilateral, una infección del tejido pulmonar potencialmente mortal.
Fuentes del Vaticano afirmaron, no obstante, que, pese a su enfermedad, el papa se sigue manteniendo informado e intentando trabajar, leyendo y firmando documentos, escribiendo y hablando con sus colaboradores.
Estas últimas noticias han reavivado la preocupación por la salud del jefe de la Iglesia católica, cuyo estado en declive está siendo puesto a prueba por una agenda sobrecargada y un pesado ritmo de trabajo que se ha negado a aligerar.
Una fuente del entorno de Francisco había asegurado anteriormente el lunes a AFP que no había "motivo de alarma" tras su ingreso en el hospital Gemelli de Roma.
El pontífice padece bronquitis desde la semana pasada y el miércoles tuvo que renunciar a terminar de leer su discurso en su audiencia general semanal, a causa de las dificultades para respirar.
El jesuita argentino, electo papa en 2013, ha presentado en los últimos años varios problemas de salud, incluyendo dolores de rodillas y caderas, inflamación del colon y una operación de hernia.
Clare Crockett,
la joven irlandesa quien soñaba con triunfar en la Academia, dejó atrás una carrera prometedora en el cine y la televisión para abrazar la vida religiosa.
Esta visita, la primera de un papa a Córcega, tiene lugar una semana después de la reapertura de la catedral de Notre Dame de París, luego de cinco años de un devastador incendio.