Toronto (Canadá) - La gira histórica de TVMAX por los estadios de béisbol detrás del récord de Mariano Rivera no termina y en el camino todos lo sustentan: Mariano Rivera es el mejor Cerrador de todos los tiempos. Uno que lo dice es Roberto Alomar. Alomar terminó su exitosa carrera de 17 años en grandes ligas bateando .300, pero siempre se complicó las veces que tuvo que enfrentar a Mariano Rivera, a pesar que sus números son agradables ante el panameño. "No recuerdo exactamente cuántas veces fueron, lo que sí es seguro es que tenía que batallar mucho para hacerle un buen contacto, para mi Mariano es el mejor cerrador que ha habido en las Grandes ligas", dijo el boricua quien recientemente entro al Salón de la Fama. Alomar enfrentó a Mariano en 15 ocasiones, donde el de Puerto Rico le conectó para .455 producto de 5 imparables en 11 turnos oficiales, incluyendo 3 dobles, 2 sacrificios, 2 bases por bolas y 3 ponches. El 12 veces nominado a Juego de Estrellas tuvo que enfrentarse al “Expreso de Puerto Caimito” principalmente de 1996 al 2001 cuando jugó para Baltimore y Cleveland, principalmente. "Es el mejor de todos los tiempos, no porque sea latino sino porque él se lo ha ganado", puntualizó Roberto Alomar.

El panameño Mariano Rivera no tuvo el domingo la oportunidad de llegar al récord histórico de rescates luego que Adam Lind pegó dos jonrones en respaldo de Brandon Morrow y los Azulejos de Toronto vencieron 3-0 a los Yanquis de Nueva York. Al día siguiente que empató el récord de Trevor Hoffman con su salvamento número 601, Rivera no llegó a salir al campo y muchos se quedaron esperando el mágico momento. Ahora los Yankees se van hasta New York para enfrentar a los Mellizos de Minnesota en donde seguirá el panameño en busca del récord, y de ser así desencadenar una fiesta en casa de los mulos. Morrow (10-11) permitió cuatro imparables, todos sencillos, en ocho entradas. Además, ponchó a ocho y dio un boleto. Venía de 0-4 en seis aperturas desde que venció a Seattle el 17 de agosto. El dominicano Frank Francisco permitió un doble a su compatriota Eduardo Núñez en la novena, pero se las arregló para lograr su 16to salvamento en 20 oportunidades. Francisco ha concretado 11 de sus 12 últimos intentos de rescate. Por los Azulejos, los dominicanos José Bautista de 3-1; y Edwin Encarnación de 3-1. Por los Yanquis, los dominicanos Núñez de 4-3; y Robinson Canó de 3-0. El mexicano Ramiro Peña de 3-0.

Roy Oswalt lanzó siete entradas dominantes, Raúl Ibáñez conectó un cuadrangular con casa llena y los Filis de Filadelfia consiguieron su quinto título consecutivo de la División Este de la Liga Nacional al vencer el sábado 9-2 a los Cardenales de San Luis. En una temporada en la cual nada menor que el título de la Serie Mundial sería considerado un éxito, no hubo gran celebración en el terreno al término del encuentro. Los Filis tuvieron una actitud de haber logrado lo que esperaban, al igual que el año pasado. Los jugadores salieron al campo un poco más rápido que lo usual, pero simplemente intercambiaron saludos de mano, abrazos, y celebraron como si se hubiera tratado de un juego ordinario en abril. Lo que sí realizaron, empero, fue colocarse camisas y gorras proclamándose campeones divisionales. Oswalt (8-9) permitió cinco imparables, sin carrera, y ponchó a siete bateadores. No dio pasaportes. El pitcher abridor de los Cardenales, Jake Westbrook (12-9), recibió dos carreras, una de ellas limpia, en tres entradas y un tercio; dio cinco bases por bolas y ponchó a un adversario. Por los Cardenales, el dominicano Albert Pujols de 4-1 con una carrera anotada. El puertorriqueño Yadier Molina de 4-2. Por los Filis, el dominicano Plácido Polanco de 3-1 con una anotada. El panameño Carlos Ruiz de 4-0 con una anotada.

La primera vez que Jorge Posada conoció a Mariano Rivera en ligas menores fue en 1991, en ese momento, el boricua pensó que se trataba de un jardinero porque se la pasaba atrapando elevados y corriendo siempre por todos lados. 20 anos después su relación de trabajo y principalmente de amistad se ha fortalecido increíblemente. "Hemos tenido una amistad muy bonita desde ese entonces, conozco bien a su familia y el conoce a la mía, es como un hermano para mí". Para Posada, quien ha estado detrás de plato en 598 veces cuando Mariano ha lanzado, del salvamento 1 hasta el 600, no ha habido cambios significativos en el Expreso de Puerto Caimito, pues ha sido casi el mismo patrón desde que inicio su carrera en grandes ligas, el 23 de mayo de 1995. "No hay ninguna diferencia, Mariano si acaso a aumentado una 3 onzas en su cuerpo y se le ha perdido un poco el pelo pero Mariano no ha cambiado en nada,", destaco el boricua. "Yo diría que tiene 3 picheos, la recta derecha, el cutter y el sinker, que no son más que variaciones de una recta, no hay nadie mejor ni nunca habrá nadie como Mariano Rivera". Mariano Rivera, Andy Pettite, Derek Jeter y Jorge Posada fue una camada de peloteros que llegaron para hacer una verdadera dinastía ganadora de los Yankees de Nueva York en los últimos anos. "Mariano Rivera es una persona bella, gracias a él es que estamos donde estamos, gracias a él hemos ganado 5 títulos mundiales y gracias a él la verdad que el equipo funciona". Al final del camino, el panameño se quedará con el récord de salvamentos de todos los tiempos, pero nada se podrá comparar con los 5 anillos de serie mundial que ayudo a ganar y que se podrá poner en cada dedo de su mano. Pero seguramente, uno de los logros más valiosos que se llevara será la amistad de quien fue más que un compañero de equipo durante su exitosa carrera....Jorge Posada.

El mexicano Rodrigo López lanzó seis innings en blanco y los Cachorros de Chicago derrotaron el sábado por 2-1 a los Astros de Houston. López (6-6) no permitió carreras y sólo admitió cuatro hits en seis episodios, en los que ponchó a siete. Sean Marshall lanzó la novena para su quinto rescate. Los Astros sufrieron su 100ma derrota del año para certificar la peor campaña en su historia. Houston, que comenzó a jugar en las mayores en 1962, tiene récord de 51-100. Ahora, Colorado y los Angelinos son las únicas franquicias que no han perdido 100 partidos en una temporada. Por los Astros, el panameño Carlos Lee de 3-0. Los venezolanos José Altuve de 1-0 y Humberto Quintero de 1-0. Los dominicanos Jimmy Paredes de 4-3 y Henry Sosa de 2-0. Los puertorriqueños Carlos Corporán de 2-0 y Angel Sánchez de 1-1. Por los Cachorros, los dominicanos Starlin Castro de 4-1; Aramis Ramírez de 3-0, Carlos Peña de 3-0; y Alfonso Soriano de 3-0. El puertorriqueño Geovanny Soto de 4-0. El mexicano López de 2-0.

El día tenía que ser maravilloso. Mariano Rivera alcanzó hoy su salvamento 601 de por vida y el 42 de la temporada. El más grande hizo lo suyo. Salvó el partido que lo empata con Trevor Hoffman y está a un partido de lograr la máxima hazaña. Los Yanquis de Nueva York vencieron 7-6 a los Azulejos de Toronto y de esta forma en la parte baja del noveno salió el Panameño que retiro a los tres a los que se enfrentó. Mañana los Mulos se enfrentan nuevamente a Toronto en Canadá, para el lunes jugar en su casa, el Yankee Stadium, ante Minnesota. Mariano, ese lanzador frío de temple de acero, calidad de cerrador de 24 quilates y calidad de pelotero, está a un partido de ser el máximo cerrador de la historia de las Grandes Ligas. El chorrerano es sin dudas el mejor, ahora con la marca 602, de seguro será, además, el indiscutible número 1.

Desde agosto se hacían conjeturas sobre si este equipo se cruzaba con el otro en los playoffs y si a aquel le convenía mejor terminar en tal posición. Llovían las recriminaciones de que el suspenso había desaparecido de la recta final de la temporada, con las seis divisiones sentenciadas e inclusive la puja por los dos wild cards. Y que esto se acentuaría cuando se trate de cambiar el formato de postemporada al incorporar un par de equipos más. ¿Querían emoción? Pues las últimas dos semanas que restan van a estar el rojo vivo. Y quizás no existe equipo que en este momento esté sintiendo la presión más que los Medias Rojas de Boston. De comandar el Este de la Liga Americana al comienzo de septiembre, inician el fin de semana a cuatro juegos y medio de los Yanquis de Nueva York. ¿Al menos queda el salvavidas del wild card? Menos se puede fiar del boleto secundario, ya que de estar con una diferencia de ocho juegos y tanto, ahora se aferran desesperadamente a una brecha de apenas tres sobre los Rays de Tampa Bay, que el jueves le ganaron el primer partido de una decisiva serie de cuatro. Y algunos no se han dado cuenta pero la lucha por el wild card de la Americana no está circunscrita sólo a Boston y Tampa Bay. No pierda de vista a los Angelinos de Los Angeles, que están tratando de podar una desventaja de tres y medio a los Rangers de Texas, líderes en el Oeste. Entre Boston y Los Angeles están separados por escasos cuatro juegos. Quizás se puede producir algo que nadie concebía hace un par de semanas: ¡un triple empate por el wild card! Tampoco hay que dejar de prestar atención a la Central de la Nacional, donde los Cardenales de San Luis han repuntado tras barrer a Atlanta el pasado fin de semana para apretar la división (a cinco y medio de los punteros Cerveceros de Milwaukee) y el wild card (a cuatro y medio de los Bravos). En otros lares la situación sí parece cocinada. Los Tigres de Detroit necesitan una victoria más o una derrota de Cleveland para ganar la Central de la Americana, que sería su primer título de división desde 1987, el año de su última conquista de la Serie Mundial. El número mágico para que los Filis salgan campeones del Este de la Nacional por quinto año seguido es de apenas dos triunfos, aunque Filadelfia ya aseguró el boleto a la postemporada al menos como wild card. Pero la cosa es totalmente incierta en la Americana, donde los Medias Rojas están haciendo agua y David Ortiz dijo que había que estar en pánico. Quedar fuera de la postemporada sería un papelón espectacular para Boston, cuyo roster es infinitamente más caro que el de los Rays, el club que año tras año se mantiene a flote pese a perder figuras por cuestiones de presupuesto. Uno de ellos es el jardinero Carl Crawford, quien se pasó a las filas de Boston. Si los Medias Rojas no se clasifican, lo suyo sería el peor derrumbe en septiembre, puesto que aventajaban a los Rays por nueve partidos al 3 de septiembre. Boston confían que el calendario es su mejor aliado. Después de completar una tanda de cuatro juegos este fin de semana contra Tampa Bay, los Medias Rojas tendrán siete de sus últimos 10 juegos contra los Orioles de Baltimore, contra quienes tienen foja de 8-3 este año y 45-20 desde 2008. De por medio hay una serie de tres duelos frente a los Yanquis en Nueva York. Los Rays afrontan siete juegos ante Nueva York, cuatro como visitantes y tres de local en la última serie de la campaña. "No es tan grave la cosa. Aún estamos tres juegos arriba. Hay que preocuparse del siguiente juego y ya", dijo el catcher de Boston Jarrod Saltalamacchia, tratando de apaciguar el nerviosismo que cunde en Fenway Park. Pero los Rays tienen los brazos para concretar la remontada, con David Price, James Shields y Jeremy Hellickson. Boston, en cambio, cuenta con Jon Lester como su única carta fiable tras los problemas físicos que han afectado a Josh Beckett y Clay Buchholz. Además está el pésimo desempeño de John Lackey, cuyo salario de 15,25 millones de dólares supera al acumulado de toda la rotación de los Rays y el rédito ha sido una efectividad de 6.19. Los Rays han empezado a creer que están tocados por una varita mágica, como ocurrió el jueves cuando se adelantaron ante Boston cuando el madero de B.J. Upton se rompió tras hacer contacto y el torpedero Marco Scutaro no pudo fildear la pelota al tener que eludir un fragmento del bate. "Uno siempre está buscando ese tipo de señas", dijo el manager de los Rays, Joe Maddon. "Las señas que vienen del cielo del béisbol y los dioses del béisbol. De vez en cuando te deben dar señales. Deben darte algo para poder creer".

El torpedero venezolano Marco Scutaro tuvo que eludir un fragmento de un bate roto, por lo que permitió que una pelota conectada por B.J. Upton se le fuera entre las piernas, para un sencillo que representó la carrera de la ventaja de los Rays de Tampa Bay, quienes se enfilaron así a vencer el jueves 9-2 a los Medias Rojas de Boston. Con el triunfo, los Rays redujeron a tres juegos su desventaja respecto de los propios Medias Rojas en la lucha por un boleto de comodín para los playoffs, en la Liga Americana. Los Medias Rojas cayeron a una foja de 3-11 en septiembre. Luego de ser líderes de la División Este, se han rezagado a cuatro juegos y medio de los Yanquis de Nueva York. Ahora, corren el riesgo de ser rebasados también en la batalla del wild-card por los Rays, con quienes jugarán tres veces más este fin de semana, en el Fenway Park. B.J. Upton remolcó la primera carrera del encuentro en el tercer acto, con su sencillo de bate roto. Había corredores en primera y segunda con dos outs en el tercer inning, cuando el madero de Upton se rompió y uno de los fragmentos salió volando hacia el torpedero de los Medias Rojas. El trozo de bate llegó a Scutaro casi al mismo tiempo que la pelota. Cuando Scutaro saltó para evitar que lo golpeara el pedazo de bate, se perdió también la atrapada. El anotador marcó la jugada como un sencillo productor que dio a los Rays la ventaja por 1-0. Acto seguido, Evan Longoria conectó un jonrón de tres carreras. Casey Kotchman añadió un bambinazo de dos carreras en el sexto capítulo, para poner la pizarra en 6-1. En la séptima entrada, Upton pegó un vuelacerca de dos carreras. Jeremy Helickson (13-10) toleró una carrera y tres hits en una labor de cinco entradas y dos tercios, que incluyó además cuatro boletos y el mismo número de ponchetes. Kyle Weiland (0-2) lanzó tres entradas completas, en las que recibió cuatro anotaciones y tres hits, además de obsequiar dos bases por bolas. Por los Medias Rojas, el mexicano Adrián González de 3-0 con una producida. El dominicano David Ortiz de 2-2. El venezolano Scutaro de 3-0 con una anotada. El cubano José Iglesias de 1-1.

Kyle Kendrick lanzó cinco entradas brillantes en el primer partido de una doble cartelera, y los Filis de Filadelfia vencieron el jueves 3-1 a los Marlins de Florida, con lo que redujeron a tres el "número mágico" de juegos que necesitan para conquistar el título del Este de la Liga Nacional por quinto año consecutivo. Cliff Lee buscará su 17ma victoria en el segundo juego, cuando los Filis buscarán completar la barrida. Los encuentros compensan compromisos que se suspendieron por las lluvias que provocó el huracán Irene el mes pasado. Kendrick (8-6) no permitió un hit sino hasta que Logan Morrison conectó un jonrón en la apertura del quinto acto. Toleró una carrera y un hit, con seis ponches. Michael Stutes lanzó dos innings de blanqueada, el dominicano Antonio Bastardo y Brad Lidge resolvieron el octavo episodio, y Ryan Madson finalizó el encuentro para su 31er salvamento en 33 oportunidades. Madson salió de problemas en la segunda y la tercera entrada, con un out, al ponchar al dominicano Emilio Bonifacio y retirar al venezolano Omar Infante con globo de foul. El venezolano Aníbal Sánchez (8-8) lanzó seis episodios destacados, pero cargó con la derrota. Permitió dos carreras y cuatro hits, en una faena que incluyó siete ponches. Por los Marlins, el dominicano Bonifacio de 5-1. Los venezolanos Infante de 4-1, Sánchez de 2-0, José López de 1-0. Por los Filis, el dominicano Plácido Polanco de 3-2 con una anotada y una producida. el panameño Carlos Ruiz de 1-1.

Ian Desmond pegó cinco hits, la mayor cantidad en su carrera y Tommy Milone consiguió su primera victoria en las Grandes Ligas, para que los Nacionales de Washington aplastaran 10-1 a los Mets de Nueva York y propinaran una inusitada barrida en la serie de cuatro encuentros. Desmond remolcó tres carreras como primer bate, y los Nacionales hilvanaron su quinto triunfo consecutivo y rebasaron a los Mets como terceros en la División Oeste de la Liga Nacional. La franquicia no termina una campaña arriba del cuarto lugar de la división desde el 2002, cuando jugaba en Montreal y concluyó la temporada en el segundo peldaño. Milone (1-0), en su tercera apertura en las Grandes Ligas, toleró una carrera y tres hits en cinco entradas y dos tercios. Se convirtió en el segundo novato consecutivo de los Nacionales que se apunta su primera victoria, luego que Brad Peacock superó 2-0 el miércoles a Nueva York. Los Mets perdieron su sexto encuentro al hilo y finalizaron con una foja de 1-8 su penúltima serie de juegos como locales en la temporada. Chris Schwinden (0-2) lanzó cinco innings con eficiencia en su segunda apertura en las mayores, pero el bateo le brindó poco apoyo. Por los Nacionales, el venezolano Wilson Ramos de 5-3 con tres anotadas y una impulsada. El puertorriqueño Alex Cora sin turno oficial pero con una anotada. Por los Mets, el panameño Rubén Tejada de 5-2. El puertorriqueño Angel Pagán de 2-1. El dominicano Ronny Paulino de 2-1.

El venezolano Luis Rodríguez coronó la parte baja de la 12ma entrada con un cuadrangular solitario ante el relevista Cory Wade y eso fue suficiente para que los Marineros de Seattle derrotaran el miércoles por 2-1 a los Yanquis de Nueva York. El taponero panameño de los Yanquis, Mariano Rivera, tendrá que esperar par poder alcanzar el número de más partidos salvados de todos los tiempos, que es de 601 y que está en manos de Trevor Hoffman. Rodríguez, quien conectó un par de dobletes en sus dos turnos al bate previos, conectó un lanzamiento de Wade (5-1) hasta las butacas ubicadas detrás del jardín derecho. Ahora los Yanquis viajarán a Toronto donde Rivera espera alcanzar su rescate 601 ante los Azulejos. El relevista de los Marineros Steve Delabar (1-0) —quien era un maestro sustituto hasta hace relativamente poco tiempo antes de ser contratado por los Marineros— lanzó la 12ma entrada y se llevó su primera victoria en Grandes Ligas. Por los Yanquis los dominicanos Robinson Canó de 4-1 y Eduardo Núñez de 3-1. El venezolano Jesús Montero de 5-0. Por los Marineros, los dominicanos Miguel Olivo de 5-0 y Wily Mo Peña de 5-0. El venezolano Rodríguez de 5-3, y con su jonrón tuvo una anotada y una remolcada.

Alex Rodríguez no pudo haber definido mejor el mérito de los 600 rescates de temporada regular, más otros 42 en los playoffs, de Mariano Rivera. "Piénsenlo bien, cada juego en el que Mariano le ha tocado lanzar ha sido uno significativo. Cada uno de esos rescates ha significado algo", dijo su compañero y tercera base de los Yanquis de Nueva York. "Dentro de cien años, la gente dirá que presenciamos al mejor cerrador de todos los tiempos ... soy un testigo de la historia", añadió. Se trata de una historia que el derecho panameño de 41 años sigue escribiendo. Le faltan dos salvamentos adicionales para quedar como el líder de por vida en las mayores, dejando atrás a Trevor Hoffman, lo cual debe alcanzar en lo que poco que queda de la campaña. Lo curioso de todo ha sido la forma mesurada que ha acompañado la magnitud de semejante hito, como si fuese algo de todos los días. Y es que así que ha sido el modus operandi de Rivera en el montículo. Armado básicamente con un solo lanzamiento, la recta cortada "Cutter", su personalidad siempre ha sido de un perfil discreto y una serenidad que raya en lo robótico. Su sitial en el Salón de la Fama está garantizado desde hace buen rato gracias a unas credenciales insuperables, pero de la boca de Rivera nunca se deslizan frases arrogantes o fuera de tono. Cuando los periodistas le recitan sus notables estadísticas, su respuesta se ajusta a una máxima: la virtud de todo corresponde al equipo, que en este caso ha sido el único de su carrera. Fue lo que precisamente dijo tras conseguir el rescate 600 la noche del martes en Seattle: "No depende de mí, depende todo el equipo. Esto es algo colectivo". "No soy ese tipo de persona. Lo primero es el equipo. Se los he dicho tantas veces y no me cansaré de decírselos. Depende de mi compañeros que me dan la oportunidad de poder lanzar". Esta misma temporada, hubo más fanfarria en la antesala del hit 3.000 de Derek Jeter o cuando Jim Thome se convirtió en el octavo bateador con 600 jonrones. Pero muchos de esos hits de Jeter y jonrones de Thome se dieron en partidos de puro trámite o en palizas. Como bien dice Rodríguez, los salvados de Rivera implican preservar una victoria, 600 para ser precisos. Quizás no se vuelva a repetir. Francisco Cordero, el dominicano de Cincinnati, es el cerrador activo que más cerca se encuentra con 323 y tiene 36 años. Después siguen Jason Isringhausen de los Mets (300) y el venezolano Francisco Rodríguez de Milwaukee (291). Rodríguez tiene 29 años y puede acumular muchos más si consigue un equipo que le devuelva el papel de cerrador. Pero Rivera tiene contrato para otro año y, salvo bajones esporádicos, deberá seguir sumando. "No creo que esto se vuelva a ver", dijo el manager de los Yanquis Joe Girardi, quien estuvo detrás del plato en 73 de los rescates de Rivera. "Así de importante es este logro de él y Trevor Hoffman. Es algo simplemente excepcional". Pero el número 600 o el 602 son secundarios para Rivera. Los números de rescates que quiere seguir aumentando son los 42 en postemporada, incluyendo 11 en la Serie Mundial. "No hay nada que se le compare a un campeonato de la Serie Mundial", afirmó.

Roy Halladay lanzó una blanqueada de seis hits y los Filis de Filadelfia se convirtieron en el primer equipo que se clasifica a los playoffs al vencer el miércoles 1-0 a los Astros de Houston. Los líderes del Este de la Liga Nacional aseguraron al menos el boleto de wild card y sellaron su entrada a la postemporada por quinto año consecutivo. Filadelfia, que había perdido tres partidos en fila, necesitaba un triunfo sobre Houston o un revés de San Luis para asegurar su clasificación a los playoffs. Los Cardenales vencieron 3-2 a Pittsburgh. Shane Victorino conectó un doble en el primer inning y anotó la única carrera del encuentro con un sencillo del dominicano Plácido Polanco. Halladay (18-5) sorteó apuros en el segundo y séptimo episodios. Terminó con siete ponches y un boleto, y consiguió la 20ma blanqueada en su carrera. Por los Filis, el dominicano Polanco de 4-1, con una impulsada, y su compatriota Michael Martínez de 3-0. El panameño Carlos Ruiz de 3-0. Por los Astros, el panameño Carlos Lee de 4-0. El dominicano Jimmy Paredes de 4-2. El venezolano Humberto Quintero de 3-0.

Los Medias Rojas de Boston encajaron el miércoles su sexta derrota en siete partidos, esta vez al desperdiciar una ventaja en la octava entrada cuando un sencillo remolcador de Adam Loewen contra Daniel Bard condujo a los Azulejos de Toronto a una victoria por 5-4. Con una marca de 3-10 en septiembre, Boston empezó el día con una ventaja de cuatro partidos sobre Tampa Bay en la puja por el wild card de la Liga Americana. Los Medias Rojas lideraban la división Este al iniciar el mes, con nueve juegos de diferencia sobre los Rays, ocupantes del tercer lugar. "Es sólo otra derrota. No creo que duela como cualquier otra. Tenemos que busca la forma de jugar mejor en la próxima serie", dijo el primera base Adrián González. Luego de ser barridos en una serie de tres juegos en Tampa Bay el pasado fin de semana, Boston recibe a los Rays para una tanda de cuatro que arrancará el jueves. Los Medias Rojas ganaban por 4-2 en el octavo inning antes de que Toronto reaccionara frente a Bard (2-8), quien subió a la lomita y dio boletos al dominicano Edwin Encarnación y a Kelly Johnson. Mark Teahen tocó la pelota, y el tiro de Bard al primera base Lars Anderson fue desviado, para un error que dejó las bases llenas. Un rodado de out de J.P. Arencibia produjo sin embargo una carrera que redujo la diferencia a 4-3. El antesalista Kevin Youkilis malabareó la pelota y lanzó a primera. Loewen anotó con un sencillo al jardín central. "Es muy frustrante", dijo Bard, 0-3 y 30.86 de efectividad en sus últimas tres apariciones. "He pasado por esto antes. A veces, el impacto es magnificado por la importancia de los partidos". Ricky Romero (15-10) permitió cuatro carreras —tres limpias— y seis imparables en ocho entradas. El dominicano Frank Francisco resolvió en tres bateadores la novena, para su 15to rescate en 19 intentos. El venezolano Marco Scutaro pegó un elevado de sacrificio en el tercer acto, luego de un triple de Jacoby Ellsbury, y el mexicano González conectó un jonrón que envió la pelota al bullpen de los Medias Rojas, para que tomaran una ventaja de 4-2 en el sexto inning. González abandonó el encuentro por un problema de rigidez en la pantorrilla izquierda, luego de su cuadrangular. Explicó que acusó la molestia en el turno anterior y que le afectó al recorrer las bases tras el jonrón. "Se puso peor al pasar por las bases", dijo, confiando de que podrá jugar el jueves. Por los Azulejos, los dominicanos José Bautista de 3-1, una anotada; y Edwin Encarnación de 3-2, una anotada y una remolcada. Por los Medias Rojas, el mexicano Adrián González de 3-1, una anotada y remolcada. El venezolano Marco Scutaro de 3-1, una impulsada.

Cuando el lanzamiento favorito de Mariano Rivera, el "cutter", entra en acción, el estadio se silencia en un paradigma aún por descubrir. Algunos dicen: apaga y vámonos. Se trata del fantástico mundo del béisbol, detrás del más grande cerrador de todos los tiempos, quien anoche alcanzó el salvamento 600 de su carrera. El marcador decía Yanquis 3, Marineros 2. Era la parte baja del noveno. Era el salvamento de todos los tiempos. Mariano entró, sacó los tres outs, y cumplió con su historia. Ahora está a dos salvamentos de romper la marca de Trevor Hoffman y sellar con oro una carrera que lo dice todo: "Expreso" al Salón de la Fama. El chorrerano ingresó con ventaja de una carrera y sólo permitió un sencillo con un out a Ichiro Suzuki, quien fue retirado por el receptor Russell Martin cuando pretendía robarse la segunda base para el último out. Rivera dijo que fue genial. "Le doy las gracias a Dios. Sin este lanzamiento (el "cutter") no hubiese podido hacer nada. A mis compañeros, ellos son parte de mi familia. Yo se que ellos siempre me han empujado. Esto es muy bonito, cuando salieron emocionados y me abrazaron". "Es un número grande, el partido terminó con ayuda de un compañero (Martin) yo no soy un jugador que busca estas cosas en sus carrera, solo son cosas que Dios hace posible cuando llega el momento", destacó el panameño. Los Yanquis siguen con ventaja de cuatro partidos sobre los Medias Rojas de Boston en la División Este de la Liga Americana, a falta de 15 partidos para culminar la temporada regular. Hoy los Mulos se miden a los Marineros. Mañana descansan y el viernes, sábado y domingo se enfrentan a Toronto en Canadá. El lunes, al volver a su casa, de seguro la afición yanqui espera ávida al "Hombre de Arena", con la camiseta 42. Destinado a ser el mejor de su posición en todos los tiempos. Palabras más, palabras menos... reloj del destino marcha a su paso inmortal... el tiempo dirá. Detalles de la historia: El primero al que enfrentó fue a Wily Mo Peña, en cuenta de 2-2, lo ponchó con una recta de 93 millas. El siguiente fue Ichiro Suzuki, quien con 1 bola y 2 strikes conectó un imparable. Kile Seager fue ponchado con el bate al hombro para el 2do out. Dustin Ackley estaba en el plato con una bola, cuando Suzuki intentó robarse la segunda, pero Russell Martin lo puso fuera. Lo demás es historia...

El panameño Bruce Chen lanzó el martes ocho entradas con alta precisión, Alex Gordon pegó un jonrón y los Reales de Kansas City vencieron 4-0 a los Mellizos de Minnesota. Chen (11-7) permitió dos sencillos, ponchó a ocho bateadores y dio un boleto. En sus dos aperturas anteriores, tenía una foja de 0-2 con un promedio de carreras limpias permitidas de 7.94. El panameño permitió un sencillo para iniciar el partido a Ben Revere, que luego robó segunda base. Fue el único Mellizo en pasar primera base frente al inspirado zurdo. Danny Valencia pegó un sencillo en la quinta, en el único otro imparable de Minnesota ante Chen. Por los Reales, el dominicano Melky Cabrera de 4-2 con una anotada. Los venezolanos Salvador Pérez de 4-1 con una anotada; y Alcides Escobar de 4-2.

Clint Barmes conectó el martes un cuadrangular de tres carreras y J. A. Happ lanzó seis entradas sólidas contra su equipo anterior para que los Astros de Houston evitaran que los Filis de Filadelfia aseguraran su pase a la postemporada al derrotarlos 5-2. Happ (6-15) permitió una carrera y cuatro imparables, dio cuatro bases por bolas y ponchó a cuatro bateadores. Los Filis necesitaban ganar a Houston o que perdiera San Luis para asegurar al menos el boleto de comodín. Pero los líderes de la División Este de la Liga Nacional tendrán que esperar, luego que los Cardenales vencieron a los Piratas por 6-4. El abridor de Filadelfia Cole Hamels (14-8) cayó a una marca de 0-3 en sus últimas cinco aperturas contra los Astros, después de tener un registro de 3-0 en las primeras cuatro aperturas contra ellos en su carrera. Los Astros ganaron por segunda ocasión consecutiva para evitar establecer un récord de derrotas de la franquicia. Hamels recibió cinco anotaciones, cuatro de ellas limpias, y nueve hits en cinco episodios. Otorgó un pasaporte y ponchó a seis adversarios. Por los Filis, los dominicanos Plácido Polanco de 3-0; y Michael Martínez de 3-0. El panameño Carlos Ruiz de 3-1 con una carrera anotada y una producida. Por los Astros, el panameño Carlos Lee de 4-1. El venezolano Humberto Quintero de 4-1. El puertorriqueño Angel Sánchez de 1-0.

TVMAX ya está en Estados Unidos dándole seguimiento a Mariano Rivera en su camino al Récord. El panameño dio su primera entrevista después del 599. Aquí para usted.

El jardinero dominicano Nelson Cruz y el relevista Darren O"Day se reincorporaron el martes con los Rangers de Texas tras padecer lesiones. Cruz y O"Day se reintegraron a tiempo para el inicio de una serie de los actuales líderes de la división Oeste de la Liga Americana contra Cleveland la noche del martes. El dominicano, sin embargo, no figuraba en la alineación del primer partido. El piloto Ron Washington dijo que el jardinero estaba disponible para batear, pero que probablemente jugaría de bateador designado antes de volver a la defensa. Cruz había estado fuera de acción desde el 29 de agosto por un esguince en el muslo izquierdo. Fue la segunda vez que le colocaron en la lista de lesionados este año, tras perderse 17 partidos en mayo por una distensión en el cuádriceps derecho. "Lo manejaremos un día a la vez hasta que lo pueda hacer jugar", dijo Washington. "Si da un hit, alguien correrá por él". El dominicano, que batea para .270 con 28 jonrones y 84 impulsadas en 113 partidos, dijo que quería jugar y llegó al estadio con eso en mente. Pero, cuando quedan dos semanas en la temporada regular, aceptará el tiempo de juego que le den. "Tengo que calmarme cuando salga a jugar", dijo. O"Day estuvo de baja desde el 25 de agosto por una inflamación en el hombro derecho.

Manny Ramírez, uno de los más temidos toleteros de la década pasada que se retiró del béisbol de Grandes Ligas en medio de un escándalo por uso de sustancias prohibidas, ahora enfrenta cargos criminales tras ser acusado de golpear a su esposa durante una discusión. El dominicano de 39 años podría ser sentenciado a un año de prisión si es hallado culpable del delito menos grave de violencia doméstica. El martes salió libre al pagar una fianza de 2.500 dólares luego de pasar la noche tras la rejas en la prisión del condado de Broward. "No, gracias", respondió el retirado pelotero cuando le pidieron un comentario a su salida de la cárcel. "Veamos, ¿dónde está mi familia?". Ramírez subió a una camioneta Cadillac conducida por su hermana y abandonó el lugar. Unos minutos antes, la oficina del alguacil de Broward divulgó la grabación de la llamada que Juliana Ramírez hizo al sistema de emergencia 911 desde su casa en Weston, un suburbio de Ft. Lauderdale. "Mi marido me acaba de pegar", dijo tranquilamente Juliana Ramírez. Cuando el operador le preguntó en qué lugar le pegó, Juliana contestó, "en la cara y la cabeza, en la cama. Tengo un chichón en la cabeza". El operado le preguntó a Juliana si tenía una habitación segura para alejarse de su esposo. "Ya no está haciendo nada porque sabe que estoy llamando a la policía", señaló la mujer. Luego, Juliana le dijo a los oficiales de la policía que llamó al 911 porque temía que la situación empeorara. En una breve comparecencia en el tribunal, el juez John Hurley prohibió a Ramírez acercarse a su esposa brasileña. Un abogado que acudió a la audiencia no respondió de inmediato a un correo electrónico solicitando un comentario. Las autoridades señalaron que Ramírez negó haberle pegado a su esposa. Ramírez fue recibido por varios familiares cuando abandonó la prisión justo antes del mediodía. Una mujer, que se identificó como su hermana, habló brevemente. "Es mi hermano y lo amamos pase lo que pase. Es un tipo increíble y lo amamos", dijo la mujer, quien no dio su nombre, antes de subir la ventana del vehículo. Ramírez se retiró de Grandes Ligas en abril, cuando jugaba con los Rays de Tampa Bay, para no cumplir con una suspensión de 100 partidos tras arrojar positivo a sustancias prohibidas por segunda ocasión. Ramírez cumplió con otra suspensión de 50 partidos en 2009 cuando jugaba con los Dodgers de Los Angeles. El jardinero fue uno de los grandes toleteros de su época. En 2004 fue elegido como el jugador más valioso de la Serie Mundial al ayudar a los Medias Rojas de Boston a conquistar su primera corona en 86 años.