Falleció Henry Michel, quien dirigió a Francia en México 86
El deporte francés está de luto
El mundo del deporte francés está llorando el fallecimiento de Henri Michel, uno de los iconos del balompié galo tanto en su faceta de jugador como de técnico.
El cáncer contra el que llevaba tiempo luchando ha acabado con su vida a los 70 años en Aix-en-Provence, la ciudad que le vio nacer en 1947.
Cerebral, ambidiestro y poseedor de una magnífica técnica, fue un centrocampista que destacaba por su llegada al área y la potencia de su disparo.
Hombre con fuerte temperamento y dotes para el mando, fue un líder capaz de aglutinar a sus compañeros, algo que trasladó con el tiempo a los banquillos.
Dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol en el AS Aix de su localidad natal. El equipo provenzal se le quedó pequeño a los 18 años, cuando dio el salto al Nantes.
Pronto se convirtió en el organizador de juego de Les Canaris, un club en el que está considerado como una leyenda. Con la casaca verde y amarilla logró tres Ligas y una Copa de Francia.
Debutó con la selección gala con apenas 19 años y se convirtió en un fijo en la misma hasta finales de los setenta. Disputó un total de 58 encuentros con Les Bleus, destacando su participación en el Mundial de Argentina 78.
En el torneo mundialista tuvo la confianza del seleccionador Michel Hidalgo y compartió el centro del campo con hombres como Platini y Guillou. A pesar de los talentos reunidos, Francia no pudo pasar a la siguiente fase en un grupo en el que se las tuvieron que ver con Italia y Argentina.
Michel cambió las botas por la pizarra en verano de 1982. De hecho, apenas tuvo tiempo para asumir el cambio de vida cuando se vio como ayudante de Michel Hidalgo en la selección francesa.
Este rol desempeñó en el Mundial de España, el que vio nacer al Carré Magique. Compartió el papel de adjunto con el de seleccionador olímpico, logrando la medalla de oro en Los Ángeles 84.
Tras esa conquista sucedió a Hidalgo como seleccionador francés. Cogió el volante de la campeona de Europa y la llevó al tercer puesto en México 86. Alemania les quitó el sueño de ser campeones. En 1988 cerraría su etapa como seleccionador, tras no lograr la clasificación para la Eurocopa.
En 1990 dio un giro a su vida para convertirse en un trotamundos. Dirigió a equipos europeos, africanos y asiáticos, con destinos tan dispares como el Mamelodi Sundowns sudafricano, el Raja Casablanca o el Aris de Salónica.
Pronto se convirtió en un especialista en la dirección de selecciones africanas. Así, en 1994 llevó a la selección camerunesa a jugar el Mundial de Estados Unidos y cuatro años después hizo lo propio con Marruecos en el Mundial disputado en Asia.
En 2004 se hizo cargo de la selección de Costa de Márfil. En pocos meses logró conjuntar el inmenso talento de los hermanos Touré, Drogba o Kalou para llevarlos por primera vez a un Mundial: Alemania 2006.
El incansable técnico francés podría haberse vuelto a Francia tras cinco mundiales y una vida dedicada al fútbol, pero siguió haciendo maletas y alineaciones hasta 2012, cuando dejó la selección de Kenia, su última aventura.
(El País)