Vikings pierden último invicto en la NFL y Brady amplía el suyo individual

Houston/La Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) se quedó sin el único invicto que tenía desde que comenzó la nueva temporada después que los Vikings de Minnesota perdieron ante los Eagles de Filadlefia en la séptima semana de competición.

En sentido opuesto, el mariscal de campo Tom Brady amplió la marcha invicta de los Patriots de Nueva Inglaterra desde su regreso al campo de juego, y en partido histórico los Giants de Nueva York vencieron 10-17 a los Rams de Los Ángeles, en el estadio Twickernham de Londres.

El corredor Josh Hush regresó una patada de salida 98 yardas hasta la zona de anotación y marcó el triunfo de los Eagles por 21-17 sobre los Vikings, que perdieron su invicto.

Huff lo hizo en el segundo cuarto y remontó la ventaja inicial de los Vikings al poner el balón en las diagonales luego de correr 98 yardas, marcando el inicio del triunfo de los Eagles.

Los Vikings (5-1) no supieron aprovechar la semana que tuvieron de descanso y a su regreso a la actividad no pudieron mantenerse sin conocer la derrota.

Pero si los Vikings fallaron en conservar su camino perfecto, Brady lo amplió, al lograr 222 yardas por aire y dos envíos de anotación y llevar a los Patriots a una victoria a domicilio (16-27) sobre los Steelers de Pittsburgh.

En su tercer partido de regreso después de una suspensión de cuatro por el caso de los balones desinflados, Brady volvió a ganar para dejar su marca en 3-0.

Brady completó 19 de 26 pases para 222 yardas con dos pases de touchdown y puso a los Patriots con marca de 6-1, la mejor de la liga, además de estar perfectos 3-0.

Una vez más la defensa de los Giants salvó a la pobre ofensiva del equipo al ayudarlos a vencer de visitantes 10-17 a los Rams de Los Ángeles, en el histórico partido de la séptima semana de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) que se disputó en el estadio Twickernham de Londres.

Por primera vez la NFL jugó un partido en Londres fuera del estadio de Wembley y nunca antes en 107 años de historia del Twickernham, construido para la disputa del rugby, había sido escenario de un encuentro de otro deporte diferente.