Rui Costa conquistó el viernes la décimo novena etapa del Tour de Francia, en el Christopher Froome mantuvo su amplia ventaja en la clasificación general y el colombiano Nairo Quintana conservó el tercer puesto. Bajo una fuerte lluvia, Costa ganó su segunda etapa en el Tour de este año, al superar al francés Pierre Roland en el cuarto y último puerto de montaña en Col de la Croix Fry. "Muchos fanáticos portugueses me han apoyado en este Tour, y quiero agradecerles", expresó Costa. El alemán Andreas Kloeden lo escoltó, a 46 segundos, y el belga Jan Bakelants arribó tercero, a 1:44. Froome, el español Alberto Contador, segundo en la general, y Quintana llegaron con el pelotón a más de ocho minutos del puntero. Con el peligro de la lluvia y una ruta sinuosa, los líderes no arriesgaron mucho en el recorrido de 204,5 kilómetros entre Bourg d"Oisans y Le grand-Bornard. "Estoy muy feliz, porque sigo manteniendo el tercer lugar en la general, y el objetivo es el estar en el podio final en París", señaló Quintana, en alusión a la última etapa del domingo que cierra la carrera en los Campos Elíseos. "Ya queda un día menos, ya estamos más cerca del podio". La ruta tuvo dos ascensos sin categoría, y dos categoría uno. Contador parecía encaminado a atacar a Froome en el descenso final, pero quizás por la lluvia nunca lo hizo. El británico mantuvo su ventaja de 5:11 sobre el español, que está 21 segundos delante de Quintana en la general. La penúltima etapa del sábado, una ruta de 125 kilómetros en los Alpes entre Annecy y Semnoz, es la última oportunidad de Quintana para alcanzar a Contador en la general. El colombiano tiene prácticamente asegurado el título al mejor ciclista joven de la competencia, y además marcha cuarto en la prueba de montaña. "Hay que agarrar bien lo que tenemos, el maillot blanco (al ciclista joven), y en la general el tercero, y los puntos si vienen de por sí, que vengan, pero no hay que gastar fuerzas", señaló Quintana

La Asociación de Ciclistas Profesionales (CPA) ha rechazado la campaña de sospechas de dopaje contra el británico Christopher Froome, líder del Tour de Francia, quien ha pasado 48 controles en 2013, de ellos 19 en la presente edición de la "grande boucle" Gianni Bugno, presidente de la CPA, ha rechazado las acusaciones "diarias y sin pruebas" contra Froome en un comunicado.

Christopher Riblon alcanzó a Tejay van Garderen al final del último ascenso para ganar el jueves la décimo octava etapa del Tour de Francia, en la que el colombiano Nairo Quintana arribó cuarto y trepó al tercer lugar en la clasificación general. Christopher Froome tuvo problemas en los kilómetros finales, pero de todas formas cruzó la meta séptimo y aumentó su delantera en la general a 5 minutos, 11 segundos sobre el español Alberto Contador. Quintana disputó un mano a mano con el español Joaquín Rodríguez en los metros finales. El oriundo de Boyacá trepó del quinto al tercer escalón en la general, cuando restan tres etapas para el final del Tour, apenas 21 segundos detrás de Contador. Quintana es líder de la competencia al mejor ciclista joven, y marcha segundo en la prueba de montaña. "Es realmente increíble lo de hoy", apuntó el colombiano. "No ganamos la etapa, pero nos recuperamos (en la clasificación general)". "Estoy muy, muy contento por estar en el podio (general)", agregó. Riblon se convirtió en el primer francés que gana una etapa en la carrera de este año, al alcanzar al estadounidense Van Garderen a unos dos kilómetros de la meta en el segundo ascenso del día del Alpe d"Huez, el puerto de montaña más famoso del Tour. El galo cronometró 4 horas, 51 minutos, 32 segundos. Riblon besó una medalla que tenía al cuello y levantó los brazos en festejo al cruzar la meta. "Es increíble levantar los brazos en el Alpe d"Huez", comentó Riblon. "Pensé que lo había perdido a cinco kilómetros de la meta". Van Garderen arribó segundo, a 59 segundos, y el italiano Moreno Moser completó el podio. Quintana llegó a 2:12, Froome a 3:18, y el colombiano José Serpa fue 15to, a 5:18. La ruta de 172,5 kilómetros desde Gap hasta L"Alpe d"Huez incluyó dos ascensos del puerto de montaña que son tan difíciles que superan cualquier categoría establecida. "No fue fácil", comentó Froome. "Todo el equipo trabajó muy duro para conservar la camiseta amarilla". Contador quedó rezagado en el segundo ascenso y arribó 11ro. Cuando restaban unos 12 kilómetros del último ascenso, Froome intentó una de sus clásicas fugas. El británico volvió a atacar un kilómetro después, y sólo Quintana pudo seguirle el paso. Pero luego Froome pidió ayuda a cuatro kilómetros de la meta, en lo que primero parecía como un problema con la bicicleta. Con miles de fanáticos al borde de la carrera, el vehículo de asistencia del equipo Sky no pudo alcanzarlo, por lo que su compañero Richie Porte le dio lo que parecía ser una barra de energía. "Pedí algo de azúcar", relató Froome. "Es difícil escalar el Alpe d"Huez dos veces".

Chris Froome superó por un pelo a Alberto Contador para ganar el miércoles la décimo séptima etapa del Tour de Francia, una contrarreloj bajo la lluvia con la que aumentó su ventaja en la clasificación general. El ciclista británico fue más lento que Contador en la primera parte de la ruta de 32 kilómetros desde Embrun hasta Chorges, en los Alpes franceses, pero recuperó tiempo en la última sección y cruzó la meta con nueve segundos de ventaja sobre el español. Fue su tercer triunfo en la carrera. Froome, que también ganó dos etapas de montaña, se recuperó luego de ser superado por Tony Martin en la primera contrarreloj de la 11ra etapa. "Esto es increíble", dijo Froome. "Esta mañana pensé, `bueno, estoy listo para perder un poco de tiempo, porque mañana será muy difícil. Estoy sorprendido por haber ganado". Bauke Mollema fue segundo en la clasificación general durante varias etapas, pero Contador se apoderó de ese puesto y el holandés cayó al cuarto. El español Joaquín rodríguez terminó la etapa tercero, a 10 segundos de Froome, quien tiene 4 minutos, 34 segundos de ventaja sobre Contador en la general, y 4:51 por delante de su compañero en el equipo Saxo-Tinkoff, Roman Kreuziger. Un día después de evitar un choque cuando Contador se cayó justo frente a él en un descenso, Froome comenzó tentativo en un circuito resbaloso por la lluvia, y que tenía dos ascensos cortos y empinados, y dos veloces descensos. "El primer descenso era peligroso y muy técnico, así que no quería arriesgarme", relató Froome. El británico estaba a dos segundos de Contador después del primer puerto, mientras el español seguía arriesgando y aumentando su ventaja. Contador tenía 11 segundos de ventaja sobre Froome cuando el británico llegó a la cima del segundo ascenso, pero a partir de ese punto el líder general empezó a recortar la diferencia. Los ciclistas ahora enfrentarán tres días de montañas en los Alpes, antes de la última etapa el domingo por la noche en los Campos Elíseos en París. La ruta del jueves de 172,5 kilómetros desde Gap hasta L"Alpe-Huez cuenta con un par de escaladas del L"Alpe-Huez, uno de los puertos de montaña más famosos del Tour. También hay un descenso peligroso y rápido desde la cima del Col de Sarenne, que podría complicar a Froome después de casi accidentarse el martes.

Chris Froome suma y sigue. El maillot amarillo cuenta ya con tres victorias de etapa en este Tour de Francia. En la contrarreloj de Chorges batió a Contador por 9 segundos para continuar dominando la carrera sin mostrar ninguna debilidad. "Esta victoria es increíble, no me lo imaginaba porque no he tenido suerte, ya que se ha puesto a llover cuando estaba en la última bajada", expresó el maillot amarillo nada más finalizar. Además de físicamente, quizá Froome también batió a Contador tácticamente, ya que apostó por cambiar de cima en la cima de la Côte de Réallon para afrontar el último tramo con la "cabra" de contrarreloj, mientras que Contador y Kreuziger rodaron toda la etapa con la bicicleta convencional y unos acoples de triatleta. "La decisión de cambiar de bici la tomó Froome. Era una elección importante y le hemos dejado a él que decidiera", explicó Nicolas Portal. "La última parte de la contrarreloj era muy rápida y con la bicicleta de contrarreloj he sido muy veloz. Además de por llevar una posición más aerodinámica, al sólo utilizarla para el descenso he podido poner un plato muy grande que me permitía hacer mucha fuerza", explicó el maillot amarillo, que en los últimos 12 kilómetros le sacó 20” a Contador. De paso, el líder del Tour quiso aclarar su postura sobre el incidente, la caída de Contador, en el descenso de Manse durante la jornada de ayer: "No hay choque de personalidades entre Contador y yo. Nos llevamos bastante bien en la bici y quiero decir que creo que es una competencia sana. Sólo pensé que llevó los límites demasiado lejos por tomar riesgos en el descenso y que después me puso en peligro al caerse en frente de mí. Todo lo que se necesita es un pequeño error como ese y podría ser el final del Tour para alguien. Pienso que él también tiene que recordar que esto es una carrera de ciclismo y no es de vida o muerte en ese sentido". De hecho, ayer por la noche Froome tuiteó: "Casi paso por tu cabeza Contador, ¿un poco más de cuidado la próxima vez? La victoria de etapa no era su objetivo, sino que Chris Froome no quería perder tiempo respecto a sus rivales por el maillot amarillo por lo que se entregó y finalmente logró la victoria en la contrarreloj de la décimo séptima etapa del Tour de Francia por sorpresa, según el británico. "Estoy muy sorprendido con el resultado. Estaba casi dispuesto a perder un poco de tiempo pensando en los próximos días y absolutamente no he querido vaciarme antes de subir mañana dos veces hasta Alpe d"Huez. No me forcé a mí mismo tanto como lo hice en la primera contrarreloj y realmente me sorprendió. Yo estaba muy animado al escuchar los tiempos intermedios y de saber que realmente no estaba muy lejos de Contador en el primero y el segundo. Yo sabía que, después de haber cambiado a la bici de contrarreloj al final, con desarrollos más grande, tenía la oportunidad de ganar sin duda unos segundos", explicó sobre la crono en la que batió por nueve segundos a Contador. Pese a su ventaja, 4:34 respecto al español, Froome sabe que va a tener que estar vigilante: "Va a ser una carrera hasta el final a París. A pesar de que tengo un muy buen colchón de más de cuatro minutos, todavía me siento desafiado cada día y especialmente ahora en estos próximos tres días que van a ser los más duros del Tour. No estoy buscando ganar etapas. Sólo estoy tratando de hacer lo que puedo en el momento para mantener mi ventaja con el maillot amarillo. Pienso que esto es una prioridad y cualquier cosa al margen de eso es un extra". TEXTO: biciclismo.com

El portugués Rui Costa logró hoy la victoria en la décimo sexta etapa del Tour, en Gap, al culminar en solitario una larga escapada que se formó antes de que el pelotón afronte los Alpes. El ciclista del Movistar, de 26 años, se hizo así con su segundo triunfo en la ronda gala, tras el que consiguió en 2011 en una etapa de perfil similar que acabó en la estación de Super-Besse. El británico Chris Froome (Sky) conserva el maillot amarillo de líder pese a que el español Alberto Contador le atacó en tres ocasiones en el ascenso al Col de Manse, de segunda categoría, cuya cima estaba a 12 kilómetros de la meta. El madrileño no pudo marcharse y, en la bajada, donde también trató de sacar unos segundos, sufrió una leve caída, al igual que Froome.

No parece haber nada en el horizonte capaz de frenar la marcha arrasadora de Chris Froome hacia la victoria el domingo en los Campos Elíseos, donde espera darle a Gran Bretaña su segundo triunfo consecutivo en el Tour de Francia. Tras su demoledor ataque en la montaña del domingo, Froome aventaja por más de cuatro minutos a sus escoltas Bauke Mollema y Alberto Contador cuando faltan seis etapas, cuatro de ellas muy beneficiosas para él. Hay una contra reloj el miércoles seguida de tres agotadores ascensos a los Alpes. Ganar, a esta altura, parece ser lo de menos para Froome. Su superioridad física ha sido tal en esta 100ma edición del máximo clásico del ciclismo que es casi inevitable que surjan sospechas de uso de sustancias prohibidas en un deporte que todavía lucha por asimilar el golpe sufrido cuando Lance Armstrong fue despojado de sus siete títulos por haberse dopado. Froome dice que entiende que haya suspicacias, pero resiente que sean el tema dominante un día después de su avasalladora conquista del Mont Ventoux, un ascenso agotador en el que no solo rechazó el ataque de Contador sino que amplió su ventaja sobre el español con dos feroces ataques, incluido uno en el que dejó atrás al colombiano Nairo Quintana en los kilómetros finales. "Creo que es bastante triste que estemos aquí al día siguiente de la victoria más importante de mi vida... una victoria muy histórica, hablando de dopaje", dijo Froome. "Aquí estoy, prácticamente me acusan de ser un tramposo y un mentiroso y eso no es placentero". Froome rechazó cualquier comparación con Armstrong: "Compararme con Lance... Lance hizo trampa. Yo no estoy haciendo trampa. Fin de la historia". El director del equipo Sky de Froome, Dave Brailsford, dijo que la escudería está "buscando la mejor forma de demostrar que no estamos haciendo trampa". Indicó que no pondría reparos a que la Agencia Mundial Antidopaje enviase un experto para que observase a Froome. "Pueden venir a vivir con nosotros y disponer de toda nuestra información", expresó. Brailsford y Froome preferirían poder concentrarse exclusivamente en los Alpes. Y, a juzgar por lo que se vio en la subida de 21 kilómetros al Ventoux, Contador y los demás podrían tener que beber la misma medicina en los próximos días. "Mi objetivo era ganar el Tour, pero (Froome) está por encima de los demás", dijo Contador. Si Contador piensa que el Ventoux fue duro, que se prepare para el ascenso al Alpe d"Huez el jueves. Y por si eso no fuese suficiente, el viernes hay un tramo de 204,5 kilómetros entre Bourg d"Oisans y Le Grand-Bornand que se perfile matador. Este tour simplemente no le da respiro a los ciclistas. La jornada comienza con dos subidas durísimas de categoría HC (tan exigentes que son consideradas fuera de categoría) y que termina con otras dos escaladas de categoría 1, casi tan difíciles como las HC. La etapa del sábado termina con una subida HC de 10,7 km al Semnoz. Pese a la superioridad evidenciada hasta ahora, Froome no se confía de Contador. "Hay muchos ciclistas que tienen muchas cosas que demostrar", expresó el actual dueño de la casaca amarilla de líder. Si hay algo alentador para Contador es el hecho de que los compañeros de Froome en el equipo Sky han mostrado flaquezas. En dos etapas Froome quedó librado a su propia suerte. Si eso vuelve a suceder en los Alpes, o si Froome tiene un mal día, podría perder mucho tiempo. "Sí, hay una etapa a la que le tengo puesto el ojo. Podría ser un buen día para intentar algo", expresó Contador. "Voy a estar pendiente de cualquier oportunidad". A Sky le quedan siete ciclistas porque Edvald Boasson Hagen se retiró la semana pasada debido a una lesión y Vasil Kiryienka no hizo el tiempo mínimo en la 9na etapa. "Perdimos nuestro motor", dijo Froome. "A partir de entonces hemos tenido que administrar nuestros recursos y hacer las cosas lo mejor posible cada día. Creo que los muchachos han estado fantásticos". Froome podría tratar de aprovechar la contra reloj del miércoles de 32 kilómetros para sacar mayores ventajas. La carrera se reanuda el martes con un tramo entre Vaison-la-Romaine y Gap. Bradley Wiggins ganó el Tour del año pasado, por lo que un triunfo de Froome sería el segundo seguido de pedalistas británicos en una prueba que ningún ciclista de esa nacionalidad había ganado hasta ahora.

Consternado por las reiterados cuestionamientos sobre dopaje, el equipo de Chris Froome señaló el lunes que está dispuesto a una investigación independiente de sus métodos de entrenamiento para demostrar "fuera de toda duda razonable" que el puntero del Tour de Francia y sus compañeros compiten de manera limpia. La manifiesta superioridad física en este Tour del centenario clásico ha provocado suspicacias, inevitables en medio del ambiente de sospecha que rodea al ciclismo tras la caída en desgracia de Lance Armstrong. Todo esto pese a que los controles antidopaje en el deporte son ahora lo más rigurosos, agresivos y fiables con respectos a otras disciplinas. Froome indicó que, por los antecedentes de dopaje en el ciclismo, comprende el por qué de los cuestionamientos e insistió que no le molesta responder. Sin embargo, sin expresarse con enojo, Froome no ocultó su irritación cuando el dopaje se convirtió en el tema central de su comparecencia ante los medios el lunes de descanso, al día siguiente de su victoria en Mont Ventoux, la etapa reina de este Tour. También fue la primera de un corredor británico en ese temible puerto de montaña en Provence. "Creo que es bastante triste que estemos aquí al día siguiente de la victoria más importante de mi vida... una victoria muy histórica, hablando de dopaje", dijo Froome. "Aquí estoy, prácticamente me acusan de ser un tramposo y un mentiroso y eso no es placentero". Froome rechazó cualquier comparación con Armstrong: "Compararme con Lance... Lance hizo trampa. Yo no estoy haciendo trampa. Fin de la historia".

El medio francés VeloChrono informa del positivo de Mustafa Sayar (1989), último vencedor del Tour de Turquía y de la etapa de montaña que finalizaba en Selcuk. El positivo no llegó en el Tour de Turquía, sino en un control del Tour de Argelia que disputó un mes antes. El vencedor del Tour de Turquía de 2012 también dio positivo en un control antidopaje, el búlgaro Ivailo Gabrovski, compañero de equipo de Sayar. TEXTO: biciciclismo.com

El británico Chris Froome revalidó su condición de favorito al ganar el domingo la agotadora decimoquinta etapa del Tour de Francia. Froome se impuso en la llegada a Mont Ventoux y amplió su ventaja sobre su principal adversario, el español Alberto Contador. Froome atacó a dos tercios de la escalada de 21 kilómetros (13 millas) al Ventoux, y su aceleración brutal fue demasiada para el bicampeón Contador. El español se retrasó y llegó 1 minuto y 40 segundos detrás. Segundo fue el colombiano Nairo Quintana. El triunfo significa que Froome recuperó el tiempo que había perdido en la etapa del viernes, cuando Contador lo alcanzó con un ataque sorpresivo. Ventoux es una de las escaladas más famosas en los 110 años de historia del Tour. El británico Tom Simpson se desplomó y falleció en él en el Tour de 1967.

El italiano Matteo Trentin se impuso el sábado en la decimocuarta etapa del Tour de Francia en un embalaje de ejecución perfecta. El líder en la general, Chris Froome, y los otros principales candidatos al título se retrasaron varios minutos respecto de Trentin. Froome mantuvo su delantera al llegar en el pelotón principal junto con sus rivales. "Fue realmente un gran embalaje", se entusiasmó Trentin. Julien Simon intentó ser el primer francés en ganar una etapa este año pero fue alcanzado por varios corredores faltando un kilómetro. Al comienzo del embalaje Trentin, de 23 años, estaba entre los últimos de los ciclistas que atacaron pero superó justo en el final al suizo Michael Albasini por media rueda. Tercero fue el estadounidense Andrew Talansky. Fueron seguidos a 7 minutos 17 segundos por el grueso de los competidores, con los equipos Sky, de Froome, y Saxo-Tinkoff, de Alberto Contador, formando escudo en torno de sus corredores astros. Froome, el favorito del Tour, perdió más de un minuto ante Contador, campeón del Tour en 2007 y 2009 que fue despojado de su título al año siguiente por dopaje, y el holandés Bauke Mollema en el incidente del viernes. Esta vez evitó los riesgos en el tramo de 191 kilómetros (119 millas) entre Saint-Pourcain-sur-Sioule y Lyon. La línea de llegada fue frente al Stade Gerland, donde juega el Lyon, siete veces campeón del fútbol francés. En la general, Froome totaliza 55 horas, 22 minutos y 58 segundos. Le siguen Bauke Mollema, de Holanda (Belkin Pro Cycling) a 2:28 y Contador a 2:45. El colombiano Nairo Alexander Quintana, de Movistar, sigue octavo en la general a 5:18. Un grupo de 18 ciclistas se desprendió temprano. Jens Voigt, Jan Bakelants y David Millar, de Garmin-Sharp, corrieron a ritmo furioso para ayudar a su compañero Andrew Talansky, el mejor del equipo en la clasificación general. El grupo en el que estaba Froome, con la casaca amarilla de puntero, estaba a unos cinco minutos atrás cuando los ciclistas de avanzada habían completado la segunda escalada de categoría 2. Fueron ascensos moderados en comparación con lo que aguarda a los corredores en la enorme trepada del domingo de 20,8 kilómetros al Mont Ventoux. Aunque el campeón del Giro de Italia 2004, Damiano Cunego, y el holandés Johnny Hoogerland persiguieron a los del grupo puntero, estos extendieron su gran ventaja y el ritmo demostró ser excesivo para los veteranos Voigt y Millar. Faltando unos 15 kilómetros (9 millas), Simon se desprendió y abrió una ventaja de casi 30 segundos. Froome reservó energías para el domingo, el Día de la Bastilla, fiesta nacional de Francia. Sus compañeros en Sky se han cansado claramente en dos etapas hasta ahora: la segunda de los Pirineos en la novena y la etapa plana del viernes, y necesita de ellos para repeler cualquier ataque de Contador en Ventoux. Después del día de descanso del lunes, Contador tendrá sus miras en las escaladas de la última semana en los Alpes.

El inglés Mark Cavendish ganó el viernes la décimo tercera etapa del Tour de Francia en un embalaje y Chris Froome perdió parte de la amplia ventaja que llevaba al tope de la clasificación general tras sucumbir a un ataque de Alberto Contador. Las etapas llanas como la del viernes generalmente no registran grandes novedades, pero el tramo de 173 kilómetros entre Tours y Saint-Amand-Montrond resultó emocionante y demostró que el formidable equipo Sly de Froome puede ser vulnerable. Recorrido un tercio del trayecto, el pelotón principal se partió en tres y Alejandro Valverde perdió toda esperanza de pelear el título al ceder mucho tiempo por una pinchadura. El español Valverde estaba segundo, pero fue desplazado por el holandés Bauke Mollema, en tanto que Contador trepó del cuarto al tercer puesto. Ambos le rebanaron un minuto y nueve segundos a Froome. El escocés aventaja ahora a Mollema por 2:28 minutos y a Contador por 2:45. Cavendish tomó la delantera a 100 metros de la llegada y Peter Sagan, quien luce la casaca verde reservada al mejor sprinter, no pudo seguirle el paso. Fue su segunda victoria de este Tour y la 25ta en total, que lo dejó tercero en la lista de ciclistas que más etapas han ganado en este clásico, empatado con el francés Andre Leducq. "Mi equipo hizo un trabajo increíble hoy", declaró Cavendish. "Esta noche vamos a brindar con champagne". El pedalista se sacó un gran peso de encima, lo que se hizo evidente por la forma en que abrazó a su compañero Sylvain Chavanel tras la victoria. El jueves su equipo lo había dejado en gran posición para que se llevase la etapa, pero fue superado en el embalaje por el alemán Marcel Kittel. "Ayer lo dieron todo y yo los defraudé", afirmó el inglés. "El Tour es la carrera más increíble del mundo. Significa mucho para mí. Cuando pienso en eso me dan ganas de llorar". Froome, por su parte, dijo que "no hay etapas tranquilas en el Tour". "Perdí un minuto. Esa es una píldora difícil de tragar porque trabajamos mucho para acumular la ventaja que teníamos", manifestó. Froome afirmó que no le sorprende lo que sucedió el viernes. "Es un recordatorio de que hay que estar alerta siempre en esta carrera". Además de Cavendish, el que más ganó en esta etapa fue tal vez Contador, quien había sido vapuleado por Froome en los Pirineos y luego en una contrarreloj. Su desempeño del viernes le dará impulso con miras al duro tramo de montaña del domingo y a tres etapas por los Alpes programadas más adelante. El hecho de que Froome haya cruzado la meta solo, sin sus compañeros de Sky, puede ser un indicio de que corre grave peligro y de que podría quedarse aislado ante un ataque de Contador en la montaña. Sky perdió un miembro cuando el noruego Edvald Boasson Hagen tuvo que abandonar tras fracturarse el codo derecho en una caída que involucró a una veintena de pedalistas al final del tramo del jueves. Y de los siete que quedan, Geraint Thomas corre con una fisura en la pelvis. El pelotón se dividió tras un ataque del equipo Omega Pharma QuickStep de Cavendish, encabezado por Tony Martin. Froome se pegó al lote de punta. El objetivo del ataque de Omega era dejar atrás a Kittel, quien lleva ganadas tres etapas en este Tour, y funcionó a la perfección. No fue algo planeado de antemano, según Cavendish. "Vimos la dirección del viento y decidimos apurar el paso, cansar al pelotón, hasta que se partió", explicó. "Se fundieron". Un grupo de seis fugados fue neutralizado faltando unos 100 kilómetros. Poco después Valverde sufrió su percance y sus compañeros de Movistar tuvieron que retrasarse para poder apuntalarlo el resto del trayecto. Con Valverde fuera de la contienda, el equipo Belkin no tuvo piedad y sacó el máximo provecho para adelantar a Mollema y su compatriota Laurens Ten Dam en la general. Ten Dam quedó quinto. Belkin apretó tanto el paso que Richie Porte, el principal apoyo de Froome en Sky, se retrasó. De este modo, Froome cruzó la meta solo y cundió la alarma en su equipo, dado que todavía están por delante varias etapas de montaña.

El alemán Marcel Kittel rebasó a Mark Cavendish cerca de la línea de meta el jueves para ganar la décimo segunda etapa del Tour de Francia, mientras que Chris Froome se mantuvo seguro en el pelotón principal a fin de preservar su enorme ventaja. Cavendish tomó la punta pero Kittel recuperó terreno y lo superó cerca de la meta a fin de ganar una etapa por segunda vez en tres días y la tercera en la carrera. "Como decimos en Alemania, las cosas buenas llegan de tres en tres", dijo Kittel, de 25 años. "Fue cerrada. No sé qué decir. Fue un verdadero esprint hoy, es por eso que me siento tan feliz". Froome aún tiene una ventaja sobre el español Alejandro Valverde por 3 minutos y 25 segundos. El británico aventaja por 3:54 sobre el ex campeón Alberto Contador. La etapa se desarrolló entre viñedos y a lo largo del bosque Chinon en un recorrido de 218 kilómetros (135,5 millas) de Figures a Tours en el valle de Loire, una región pintoresca con imponentes castillos. Cerca de 20 ciclistas quedaron atrapados en un choque cerca del final, y algunos de ellos terminaron bajo las llantas de otros. "Siempre es así al final, justo antes de un esprint", dijo Froome. "Resulta temeroso para todos". Cavendish, el mejor del Tour en esprint hace dos años, ha tenido una carrera frustrante. El británico buscaba asegurar su 25to triunfo de una etapa del Tour en su carrera después de que su compañero del equipo Omega Pharma QuickStep, Gert Steegmans, lo colocó en una gran posición para atacar. Pero Cavendish no tuvo las piernas para resistir y Kittel lo venció por media llanta. "Podría detenerme y analizarlo, pero simplemente él fue más veloz", dijo Cavendish. Peter Sagan terminó en tercer lugar y mantiene una cómoda ventaja en su intento por ganar la disputa por la playera verde. El alemán Andre Greipel estaba entre el grupo de aproximadamente 20 ciclistas que quedaron atrapados en el más reciente choque importante del Tour, y momentos después Froome sobrevivió a un delicado momento cuando parecía recibir un empujón de Tom Veelers. Un despegue de cinco hombres se logró en las primeras acciones. El grupo estaba conformado por el veterano español Juan Antonio Flecha, los italianos Francesco Gavazzi y Manuele Mori y los franceses Anthony Delaplace y Romain Sicard, quienes tomaron una ventaja de aproximadamente nueve minutos luego de cerca de una hora de la etapa.

En momentos en que el Tour de Francia llega a su punto medio, Chris Froome dio un pase firme el miércoles para conquistar el título tras aumentar considerablemente su ventaja sobre sus rivales. Aunque no logró triunfar por segunda vez en una etapa, al ubicarse 12 segundos detrás del alemán Tony Martin -el ganador-, el británico Froome valoró su desempeño en la undécima fracción como una gran victoria porque sus rivales al título llegaron al menos dos minutos detrás de él. "Mi contienda hoy fue con los otros rivales de la clasificación general", dijo Froome. "He ampliado mi ventaja, así que estoy muy contento con eso". "Estoy contento con mi condición física", sostuvo Froome. "Creo que he mostrado en las montañas que puedo ser tan bueno como cualquiera y también en la contrarreloj". Mientras Martin no está considerado entre los aspirantes al título, los candidatos se retrasaron con respecto al puntero. Alejandro Valverde y el bicampeón Alberto Contador fueron dos minutos o más lentos que Froome, mientras el campeón del 2010 Andy Schleck y el ganador del 2011 Cadel Evans perdieron todavía más tiempo. El colombiano Nairo Quintana bajó del séptimo al octavo lugar en la general, a 5:18 de Froome. Quintana también perdió el primer puesto de la clasificación juvenil, desplazado por el polaco Michal Kwiatkowski. Como bicampeón mundial de la contrarreloj, Martin no decepcionó durante la ruta de 33 kilómetros (20,5 millas) en Normandía desde Avranches hasta la espectacular isla del Mont Saint-Michel. "Me quito el sombrero ante Tony Martin", afirmó Froome. "Simplemente muestra la clase que tiene". Froome fue más veloz en las primeras dos secciones pero redujo el ritmo en la última sección para llegar a 12 segundos de Martin. De todos modos, Froome fue el único en llegar a la meta a menos de un minuto de Martin. Tercero fue el belga Thomas de Gendt a 1:01. "Eso no me entristece para nada", dijo Froome, que también concluyó segundo detrás de su compatriota Bradley Wiggins en la prueba contrarreloj del año pasado, que fue más larga. "Di todo lo que tenía en esa contrarreloj". Martin tuvo suerte de poder competir después de que quedó inconsciente en el autobús de su equipo tras su choque en la primera etapa. Sufrió un golpe en el pulmón izquierdo y se le raspó la piel en la espalda. Contador lucía tenso cuando se preparaba a largar y con toda razón ya que se está retrasando con respecto a Froome. El español llegó decimoquinto a 2:15 de Martin, Evans a 2:30 y Schleck a 4:44. "Nadie ganó el Tour de Francia todavía y nadie lo perdió. Todavía tenemos que llegar a París", argumentó Contador. "Es cierto que Chris Froome está en gran forma y es un gran escalador, pero todavía quedan muchas etapas". Martin, mientras tanto, tuvo suerte de seguir en carrera y de ganar una etapa después de haberse desvanecido en el autobús del equipo después de un fuerte choque en la primera etapa. En el accidente tuvo una contusión en el pulmón izquierdo y sufrió desprendimiento de piel en la espalda que le impidió dormir bien durante varias noches. "Está bastante bien", dijo Martin. "Todavía hay algunas heridas que hay que sanar pero ya no es tan doloroso como después de la caída. Hoy me sentía bien. Estaba concentrado en la carrera. Fue más o menos como cualquier contrarreloj". Martin ganó la penúltima etapa del Tour del 2011, una contrarreloj ondulante en Grenoble. También fue segundo de Bradley Wiggins en la contrarreloj de los Juegos Olímpicos el año pasado en Londres. La etapa del miércoles comenzó en Avranches, cuyo cibersitio atribuye el origen de la ciudad a los celtas en el siglo IX aC. Concluyó en la hermosa ciudadela de Mont Saint-Michel, un sitio de patrimonio universal debido a la abadía benedictina gótica erigida entre los siglos XI y XVI de 80 metros de alto que atrae a más de tres millones de visitantes anuales. La duodécima el jueves es una de dos consecutivas para velocistas, un recorrido de 218 kilómetros (135,5 millas) de Fougeres a Tours en el Valle del Loire, una pintoresca región de castillos antiguos y viñedos. Los competidores enfrentarán una etapa montañosa de moderada exigencia el sábado, mientras que el domingo efectuarán un difícil ascenso al Monte Ventoux. Ello le da a Froome otra oportunidad de dejar atrás a sus rivales.

El alemán Tony Martin conquistó el miércoles la undécima etapa del Tour de Francia y su escolta Chris Froome aumentó su ventaja en las posiciones generales. Martin, dos veces campeón mundial en contrarreloj, se lució en el tramo de 33 kilómetros (20,5 millas) en Normandía entre Avranches y la ciudad medieval amurallada de Mont-Saint-Michel. Froome fue más veloz en las primeras dos secciones pero redujo el ritmo en la última sección para llegar a 12 segundos de Martin. De todos modos Froome fue el único en llegar a la meta a menos de un minuto de Martin. Tercero fue el belga Thomas de Gendt a 1:01. Mientras Martin no está considerado entre los aspirantes al título, los candidatos se retrasaron con respecto al puntero. Alejandro Valverde y el bicampeón Alberto Contador fueron dos minutos o más lentos que Froome, mientras el campeón del 2010 Andy Schleck y el ganador del 2011 Cadel Evans perdieron todavía más tiempo. Froome, de Sky Procycling, encabeza las posiciones con un total de 42 horas, 29 minutos y 24 segundos. Valverde (Movistar) está a 3:25, y tercero está Bauke Mollema (Belkin) a 3:37. Contador está cuarto, Roman Kreuziger quinto, Laursen Ten Dam sexto, Michal Kwiatkowski séptimo y el colombiano Nairo Alexander Quintana (Movistar) octavo a 5:18. Contador lucía tenso cuando se preparaba a largar y con toda razón ya que se está retrasando con respecto a Froome. El español llegó decimoquinto a 2:15 de Martin, Evans a 2:30 y Schleck a 4:44. "Nadie ganó el Tour de Francia todavía y nadie lo perdió. Todavía tenemos que llegar a París", argumentó Contador. "Es cierto que Chris Froome está en gran forma y es un gran escalador, pero todavía quedan muchas etapas". Martin, mientras tanto, tuvo suerte de seguir en carrera y de ganar una etapa después de haberse desvanecido en el autobús del equipo después de un fuerte choque en la primera etapa. En el accidente tuvo una contusión en el pulmón izquierdo y sufrió desprendimiento de piel en la espalda que le impidió dormir bien durante varias noches. "Está bastante bien", dijo Martin. "Todavía hay algunas heridas que hay que sanar pero ya no es tan doloroso como después de la caída. Hoy me sentía bien. Estaba concentrado en la carrera. Fue más o menos como cualquier contrarreloj". Martin ganó la penúltima etapa del Tour del 2011, una contrarreloj ondulante en Grenoble. También fue segundo de Bradley Wiggins en la contrarreloj de los Juegos Olímpicos el año pasado en Londres. La etapa del miércoles comenzó en Avranches, cuyo cibersitio atribuye el origen de la ciudad a los celtas en el siglo IX aC. Concluyó en la hermosa ciudadela de Mont Saint-Michel, un sitio de patrimonio universal debido a la abadía benedictina gótica erigida entre los siglos XI y XVI de 80 metros de alto que atrae a más de tres millones de visitantes anuales.

Mark Cavendish vivió hoy una jornada triste en el Tour de Francia, cuando el público le abucheó e incluso le lanzó orina durante su contrarreloj en el Mont-Saint-Michel, tras haber provocado la víspera una caída en el sprint de Saint-Malo. El ciclista británico, que no fue sancionado por los jueces por el gesto que provocó la caída del holandés Tom Veelers, recibió la hostilidad del público y se encuentra "algo abatido", según el director del Omega, Patrick Lefevere. Durante el recorrido, además de escuchar los abucheos de una parte del público, "un idiota le lanzó orina", aseguró el director de la formación belga. Lefevere señaló que el ciclista de la Isla de Man, que ha ganado 24 etapas en el Tour de Francia, "no merece ese trato" y recordó que los comisarios de la prueba no solo no le sancionaron si no que consideraron que el incidente fue culpa de Veelers. El incidente se produjo cuando Cavendish trató de hacerse hueco con el hombro frente a Veelers, el lanzador del alemán Marcel Kittel en el equipo Argos, que acababa de dejar a su jefe de filas en situación franca para ganar el sprint. En su caída, el ciclista holandés no arrastró a ningún otro compañero y no sufrió heridas de gravedad, por lo que el incidente no tuvo consecuencias graves. En un primer momento, Veelers culpó a Cavendish del incidente, pero Kittel quitó hierro a la situación y afirmó que se trataba de "mala suerte". Para tratar de calmar todavía más las cosas, Lefevere indicó que mañana, antes de la salida, Cavendish se disculpará con Veelers.

El alemán Marcel Kittel (Argos) se impuso hoy en la décima etapa del Tour de Francia en un cerrado sprint marcado por una caída en los últimos metros, mientras que el británico Chris Froome mantiene el maillot amarillo. Es la segunda victoria de Kittel en la centésima edición del Tour de Francia, tras la que logró en la primera etapa, lo que le valió vestirse con el primer amarillo. El ciclista germano se impone momentáneamente como el más rápido de la edición y superó a los otros tres ganadores de llegadas masivas, su compatriota André Greipel, el británico Mark Cavendish y el eslovaco Peter Sagan. Es la décima victoria del sprinter de Arnstadt, de 25 años, en lo que va de temporada y la demostración de que el ciclista del Argos puede rivalizar con los mejores de la disciplina. Kittel, pleno de potencia, distanció en los últimos metros a su compatriota Greipel, que había sido el ciclista mejor lanzado del pelotón. El holandés Tom Veelers había lanzado a Kittel y, tras dejarle en buena posición, rozó con Cavendish, por lo que se fue a tierra. El británico se mantuvo en la carretera y pudo ser tercero. El cerrado sprint puso fin a una etapa larga, de 197 kilómetros entre Saint-Gildas-des-Bois y Saint-Malo, que se corrió con tranquilidad, en la horquilla más lenta prevista por los organizadores.

El irlandés Daniel Martin superó al dinamarqués Jakob Fuglsang sobre la línea para ganar el domingo la novena etapa del Tour de Francia. Por su parte el favorito Chris Froome resistió los ataques de sus rivales y defendió la casaca amarilla que luce el puntero en la general. Martin, de Garmin-Sharp, y Fuglsang fueron los únicos en disputar la victoria de la etapa y Martin se adelantó faltando apenas 150 metros. Es la primera etapa conquistada por Martin, sobrino del campeón de 1987 Stephen Roche y primo del ciclista Nicolas Roche. "Estuve confiado en la recta final porque sé que tengo velocidad", afirmó el ciclista de 26 años. "Sabía que tenía que estar adelante en las dos últimas curvas y, cuando vi que lo estaba, supe que podía ganar". Froome había lanzado un ataque devastador en la escalada final para ganar el sábado la octava etapa y sacar casi dos minutos al bicampeón Alberto Contador en la general y cuatro minutos al campeón del 2010 Andy Schleck. Froome, del equipo Sky Procycling, mantuvo una ventaja considerable sobre sus rivales después del tramo de 168,5 kilómetros (105 millas) entre Saint-Girons y Bagneres-de-Bigorre en el sudoeste de Francia que obligó a los pedalistas a cuatro escaladas de categoría 1. Froome totaliza 36 horas, 59 minutos y 18 segundos en la general. El rival más cercano del británico es el español Alejandro Valverde, de Movistar Team, a 1:25 en segundo lugar. Contador (Saxo-Tinkoff) está sexto a 1:51, el colombiano Nairo Quintana (Movistar) séptimo a 2:02 y Martin octavo a 02:28. Martin ganó la etapa con un tiempo de 4 horas, 43 minutos y 3 segundos. Quintana llegó con el pelotón a 20 segundos pero ocupó la posición 19. Quintana intentó cuatro ataques en la escalada final pero Froome respondió bien. De todos modos el hecho de que no estuviese ninguno de sus compañeros cerca para ayudar a Froome alentará a los otros equipos al comprobar que el aparentemente imbatible Sky podría tener debilidades. Quizás cansados por sus esfuerzos del sábado, los otros ciclistas del equipo no forzaron la marcha y Froome se las tuvo que arreglar por sí solo. Pero demostró que puede hacerlo, ratificando su condición de favorito. Martin y Fuglsang se desprendieron faltando 35 kilómetros (21 millas) y se alejaron demasiado como para ser alcanzados en el largo descenso hasta la meta. El lunes es día de descanso, seguido por una etapa plana especial para los velocistas. Froome estará entre los favoritos para ganar la contrarreloj del miércoles en la undécima etapa. El presidente francés Francois Hollande estuvo entre los espectadores, protegido del calor en el automóvil del director del Tour Christian Prudhomme. La competencia de este año comenzó en la isla de Córcega, pasó a Niza en la Riviera francesa y después fue serpenteando por las ciudades costeras de Marsella y Montpellier.

Chris Froome confirmó el sábado su condición de favorito al aplastar a sus rivales para ganar la octava etapa del Tour de Francia y pasar al frente en la general, mientras el colombiano Nairo Quintana obtuvo la casaca blanca al mejor ciclista joven. Froome fue segundo su compatriota Bradley Wiggins el año pasado, pero esta vez será difícil superarlo según lo que demostró el sábado. Froome, de 28 años, atacó en la segunda escalada grande del día en Ax 3 Domaines y nadie lo pudo seguir. Su escolta fue su compañero Richie Porte, que llegó segundo. Alberto Contador, dos veces ganador del Tour, se rezagó, al igual que el campeón del 2010 Andy Schleck y el del 2011 Cadel Evans. Froome arrebató la casaca amarilla al sudafricano Daryl Impey, que fue en el pasado compañero de entrenamiento. "Tengo que agradecer hoy al equipo (Sky). Ellos hicieron un gran trabajo y me llevaron a la escalada final; son ellos quienes me llevaron hasta allí", afirmó Froome. "Es el primer gran día para la clasificación general. Todavía queda un largo tramo hasta París. Quedan dos semanas pero queremos conservar la casaca amarilla". Froome completó los 195 kilómetros (121millas) de la primera etapa montañosa exigente en 5 horas, 3 minutos y 17 segundos. Le siguieron el australiano Porte a 52 segundos y el español Alejandro Valverde a 1:09. El colombiano Quintana, que terminó la etapa con la casaca blanca al mejor ciclista joven, tuvo una destacada actuación ya que llegó noveno en la etapa a 1:46 y quedó octavo en la general. Quintana se desprendió para lanzar un encarnizado ataque cuesta arriba en Pailheres y solo el francés Pierre Roland lo siguió inicialmente, pero Porte encabezó la cacería para ayudar a Froome a ir alcanzándolos. "Todos saben que Quintana es muy fuerte en la montaña y cuando atacó en la primera escalada fue difícil alcanzarlo", comentó Froome. "Fue un día difícil pero había soñado con algo como esto", afirmó el colombiano por medio de un intérprete. "Esperaba poder ganar, pero los demás son realmente fuertes. Realmente pensé que podía hacerlo pero no me quedaron fuerzas al final". Froome encabeza la general seguido de Porte a 51s. y Valverde a 1:25. Quintana está octavo a 2:02, un puesto debajo de Contador. "Hoy largamos desde el frente y el equipo estuvo absolutamente perfecto. No hubo motivos de estrés", dijo Porte. "Estoy agotado pero fue un día increíble". "Yo no esperaba tanto hoy", afirmó Froome. "Las diferencias de tiempo son grandes y estamos en una buena posición, pero tendremos que trabajar sin ninguna duda". Pero dado que Froome podría volver a atacar el sábado en la segunda etapa montañosa en los Pirineos, bien podría quedar en considerable ventaja. "Creo que estamos en buena posición", agregó. "Vamos a tener que pelear pero confío en el equipo que tenemos". La etapa comenzó en Castres y tuvo terreno plano durante largo tiempo antes de terminar con las dos grandes trepadas. Primero fue el Col de Pailheres, un ascenso sumamente exigente durante unos 15 kilómetros (9 millas) y un desnivel del 9 %, y otro más breve pero más empinado a la llegada en el centro de esquí de Ax 3 Domaines.

El esloveno Peter Sagan ganó el viernes la séptima etapa del Tour de Francia tras salir airoso en un embalaje masivo y el sudafricano Daryl Impey conservó un día más la casaca amarilla de líder. Sagan superó sobre la meta al alemán John Degenkolb y amplió su ventaja al tope de la clasificación de sprinters. El italiano Daniele Bennati quedó tercero. Impey, el primer sudafricano que luce la casaca amarilla de líder, difícilmente la conserve este fin de semana, en que habrá dos duros tramos de montaña en los Pirineos. El africano conserva tres segundos de ventaja sobre el velocista noruego Edvald Boasson Hagen y cinco sobre su compañero en el equipo Orica Greenedge Simon Gerrans. Ninguno de ellos es candidato serio a pelear el título. Deseoso de colocar a Sagan en buena posición para el ataque final, su equipo Cannondale apretó el paso hacia el final. Tres de sus integrantes case se caen al tomar mal una curva, pero lo evitaron a fuerza de reflejos y de buen control de sus bicicletas. "Tengo que decir que mis compañeros hicieron un trabajo increíble todo el día", declaró Sagan, quien tiene 23 años. "Demostraron que son perfectamente capaces de hacer el trabajo. Quiero agradecerles". "Esta es una victoria de todo el equipo", insistió. Sagan le sacó 94 puntos al alemán Andre Greipel y más de 100 a su gran rival, Mark Cavendish, en la lucha por el título de velocista. La velocidad aumentó considerablemente en la cuarta hora a pesar de que la temperatura estaba por encima de los 30 grados centígrados (90 Fahrenheit) en una etapa de 205,5 kilómetros (128 millas) entre Montpellier y Albi. Prácticamente no ha llovido en lo que va del Tour. El colombiano Nairo Quintana, el noruego Boasson Hagen, el suizo Michael Schar y el estadounidense Christian Vande Velde se vieron envueltos en una caída al principio de la etapa. Todos pudieron continuar menos Vande Velde. Se espera que los favoritos Chris Froome y Alberto Contador asuman el protagonismo y ataquen a fondo en las etapas de montaña del fin de semana, empezando en la agotadora subida al Col de Pailheres del sábado. Ambos están a la expectativa, listos para atacar. Froome figura séptimo a ocho segundos y Contador undécimo a 14.