Erika de la Vega: empoderamiento femenino y la necesidad de conocerse

Erika de la Vega conversa sobre el pasado y el presente de la mujer en los medios de comunicación social. Esta comediante, locutora y productora venezolana reflexiona sobre la importancia del empoderamiento femenino, y sobre el peso que tiene para el progreso social del continente americano la participación femenina en la toma de decisiones.

Este mes de junio, Erika de la Vega tiene programadas charlas motivacionales en Ecuador, Perú, Chile y Colombia
Este mes de junio, Erika de la Vega tiene programadas charlas motivacionales en Ecuador, Perú, Chile y Colombia / Cortesía

Erika de la Vega es un torbellino de alegría, entusiasmo y vitalidad. Es actriz, conferencista, presentadora, modelo, locutora, productora y comediante. En la televisión ha conducido programas como Ni tan tarde, concursos como Fama, sudor y lágrimas y el reality show Latin American Idol. Ha sido imagen de marcas internacionales de champús y gaseosas. Ha ofrecido unipersonales en salas de teatro de Chile, México, Panamá, República Dominicana, Venezuela, Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y España. Visto así parece que todo ha sido increíble para esta artista venezolana. Aunque si observamos más de cerca, su camino al éxito ha sido un largo proceso de aprendizaje dentro y fuera de los medios de comunicación social.

En ese recorrido laboral ha tenido que enfrentarse a momentos terribles y otros muy bellos. “Lo más complejo fue entender, muchos, muchos años después de haber iniciado, que no me validaba a través de lo que hacía en el trabajo. Me hice muchas preguntas muy dolorosas: si yo no soy locutora, si no soy presentadora, si no soy productora, ¿Qué soy? Un día pensé que no tenía futuro, ni esperanzas, ni nada que me impulsara hacia adelante, al contrario, sentía que daba pasos hacia atrás y que me estaba hundiendo”.

Después de muchos años descubrí que la respuesta era que debía reconocerme como una persona que tenía una vida más allá del oficio. Esos momentos oscuros traen consigo cosas hermosas que estaban escondidas. Estas reflexiones me ofrecieron la oportunidad de validarme a mí misma, de desarrollarme como persona, de ver aspectos sobre mí que desconocía, revisar lo que había hecho y aceptar que las podía hacer de forma distinta. Sigo en los medios, pero ahora lo hago desde un lugar más consciente sobre quién soy”, reconoce Erika de la Vega, una intérprete que dos veces ha presentado en Panamá la interesante comedia dramática Puras cosas maravillosas, un monólogo participativo de Duncan MacMillan y Jonny Donahoe.

Desde joven ha tenido presencia en la radio y en la pantalla chica tanto en su país natal como en Estados Unidos. Como miles de sus compatriotas, a raíz de la sensible situación política que vive desde hace lustros Venezuela, tomó la decisión de mudarse, en el 2014, de forma definitiva a otras tierras. En su caso, a la unión americana, de manera más específica dentro del mapa, a la ciudad de Miami, donde comenzó de cero, pero con su talento, dedicación y fortaleza logró triunfar detrás y delante de las cámaras. Estas experiencias le han permitido ser testigo en directo de cambios positivos a lo interno de los medios en torno a cómo presentan a la mujer.

A inicios de julio, Erika de la Vega ofrecerá una corta temporada del interesante monólogo “Puras cosas maravillosas” en el Orlando Repertory Theatre, en Florida (Estados Unidos)
A inicios de julio, Erika de la Vega ofrecerá una corta temporada del interesante monólogo “Puras cosas maravillosas” en el Orlando Repertory Theatre, en Florida (Estados Unidos) / Cortesía

Dar la mano a las que vienen detrás

En los programas de televisión que hacía en sus primeros años de carrera había escasos ejemplos femeninos a seguir. “Había pocas mujeres en el área de la comedia en español en los medios. Si había, yo no las conocía. Quería conocerlas para poder decirme: ‘si ella pudo, yo también’. Cada una, si acaso, solo estaba en su país. También había pocos espacios para las mujeres en los medios. Tú dirás que tenemos más ofertas de trabajo, sí, pero no. En la radio había muy pocas locutoras. Daniel, había poca disposición para abrir nuevos espacios para otras mujeres. Desde mi propia experiencia, yo me decía: ‘me costó tanto llegar a este puesto, este puesto nadie me lo quita’. No quería compartir mucho, porque una se sentía amenazada por la presencia de otras mujeres. Ahora hay muchas mujeres que nos acompañamos, que intercambiamos información. Somos algo más que el bombón bonito que se sienta con una súper minifalda, que está bien a las que le gusta porque eso es parte del negocio, sino también hay espacios para mujeres con mayor experiencia”, opina Erika de la Vega, quien desde el 22 de junio participará en la tercera temporada del talk show Ojos de mujer (transmitido por E! Entertainment), en el que habla, de forma libre, sobre diversos temas en compañía de Elizabeth Gutiérrez, Chiky BomBom y Carla Medina.

Nos dimos cuenta de que debíamos integrar a más mujeres en nuestros espacios. Trabajar con mujeres fue algo que aprendí con el tiempo. Entender que no son la amenaza sino más bien que todas podemos impulsar para avanzar el mismo barco. También entender que, si nos quitamos un poco el ego, aprendemos que, al darle la mano a la que viene atrás e impulsarla, con eso yo también gano, porque ella va a trabajar mejor y con mayor libertad. Eso me va a beneficiar a mí también”, plantea Erika Patricia de la Vega Quesada, nacida en Caracas en marzo de 1975.

Este 22 de junio arranca la tercera temporada de “Ojos de Mujer”, programa conducido por Erika de la Vega, Carla Medina, Chiky BomBom y Elizabeth Gutiérrez
Este 22 de junio arranca la tercera temporada de “Ojos de Mujer”, programa conducido por Erika de la Vega, Carla Medina, Chiky BomBom y Elizabeth Gutiérrez / Cortesía Gerardo Briceño

Ve el vaso medio lleno cuando hablamos de avances. “El papel de la mujer ha cambiado muchísimo en los medios. Es un triunfo que hemos ganado defendiendo nuestras ganas de ser exitosas, de perseguir nuestros sueños y de llenarnos con nuestra profesión, sin sentirnos culpable por eso. ¡Bien por todas las que hemos hecho algo diferente! Creo que tardamos un poco en lograrlo, pero nunca es tarde”.

¿Qué temas crees que son necesarios plantear en los medios de comunicación social? “Daniel, todo lo que tiene que ver con el empoderamiento femenino, pero no desde ese lugar de ‘todo lo podemos hacer’, sino abrirnos a la vulnerabilidad, hablar sobre las decisiones que tomamos, de ser empáticas, de no juzgarnos entre nosotras y no reírnos de la otra. Necesitamos espacios a las diferentes opiniones, donde podemos ver distintas historias, recordar que hay muchas maneras de vivir la vida y que ninguna es errada. Saber que hay mujeres que están pasando por lo mismo que yo o que ya les ocurrió y pudieron salir adelante, pero si no las contamos, ¿Cómo vamos a saber sobre esas experiencias?”.

Mensaje para las chicas y los chicos

Para que sean fuertes y libres, Erika de la Vega les propone a las muchachas “conseguir cuál es nuestro poder interior. A nosotras se nos olvida que tenemos un poder increíble, inmenso, luminoso, pero que olvidamos por nuestras experiencias pasadas, por la gente que nos rodea, por la negatividad de otras personas o porque nos dijeron desde pequeñas que no podíamos lograrlo. Debemos hacer un camino hacia adentro, ver dónde está la fuerza para llevar a cabo nuestros proyectos y poder desarrollar una vida, no perfecta, sino cómo queremos vivirla. Esa es una misión que hemos postergado por mucho tiempo porque siempre ponemos por delante el sueño de los otros, apagamos nuestra luz para que otras personas no se sientan incómodas. Somos muchas las mujeres que perdemos esa noción de nuestro poder interno, me incluyo, aunque yo ya lo conseguí, y ahora ayudo a otras mujeres a que lo consigan”.

Un consejo a los muchachos para que sepan apoyar a las damas sin sentirse inseguros: “si a una mujer la ponen en el lugar, con las condiciones y le brindan el amor correcto, las mujeres pueden crear milagros. Las mujeres en situaciones difíciles son capaces de hacer cosas increíbles, ¡imagínate lo que podemos lograr si tenemos un acompañante amable que colabore a que llevemos a cabo nuestras metas! Es importante que el hombre que nos quiere amar bien, que entienda que somos compañeros, que no somos enemigas de ustedes, no queremos quitarles espacio, sino más bien que nos demos las manos, decirles que nosotras también tenemos sueños, que juntos podemos hacer cosas maravillosas”.

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