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¿Quién mató a Remón? Después de 68 años una nueva investigación apunta a posibles autores

Historia en Panamá

Titular sobre el asesinato del presidente José Remón Cantera.
Titular sobre el asesinato del presidente José Remón Cantera. / Panamá Vieja Escuela

Un día como hoy, el 2 de enero de 1955, el presidente de la república José Antonio Remón Cantera celebraba con sus amigos en el palco presidencial del hipódromo Juan Franco el triunfo de su caballo “Valley Star” en el clásico de Año Nuevo.

A las 7:30 de la noche se dieron las primeras ráfagas de ametralladora. “Esto no es cohete, es bala”, serían las últimas palabras de Remón antes de caer abatido, tal y como contó el concejal Alfonso “Mono” Pérez, quien estaba junto al presidente, al diario La Hora.

Fue declarado muerto a las 9:30 de la noche en el hospital Santo Tomás y tras la autopsia se determinó que la causa de la muerte fue una bala de nueve milímetros que atravesó el riñón derecho, la aorta abdominal y le perforó el intestino grueso.

También fallecieron esa noche Danilo Souza y el detective José M. Peralta, mientras que Alberto “Pitin” de Obarrio, Joaquín Borrell, Antonio Anguizola y Luis Peralta resultaron heridos en la balacera.

“Remón asesinado, crimen sin nombre”, era el titular de primera plana del periódico La Estrella de Panamá el 3 de enero de 1955.

De acuerdo con César Díaz Brandao en su libro ¿Quién mató a Remón?, “la noticia de la noche del 2 de enero surcó la ciudad de extremo a extremo sobre disparos en el hipódromo Juan Franco y que el presidente estaba herido, provocó gran desasosiego, pero solo los amigos cercanos, la clase política y los altos mandos de la Guardia Nacional tuvieron esa noche conocimiento de los hechos”.

En esta investigación, publicada en el 2022, Díaz Brandao, revisa los hechos de la rocambolesca historia que empieza a partir de ese momento sobre los supuestos autores y móviles de este crimen que estremeció a la clase política panameña y que hasta ahora no ha sido aclarado.

En la madrugada del 3 de enero, el vicepresidente José Ramón Guizado tomó posesión como nuevo presidente constitucional. Sin embargo, no ocuparía este cargo por mucho tiempo.

El nuevo gobierno declaró tres días de duelo y suspendió las garantías constitucionales. A partir de ahí empieza una cacería de brujas. La policía nacional, incluida la secreta, procedieron a arrestar sin orden previa a los supuestos enemigos políticos del gobierno de turno y a a toda persona que les pareciera sospechosa.

Además, se ofrece una recompensa de $50 mil a quienes suministraran a la Guardia Nacional información que condujese a descubrir y arrestar al autor o autores del crimen.

Foto del hipódromo Juan Franco donde ocurrió el asesinato
Foto del hipódromo Juan Franco donde ocurrió el asesinato / Panamá Vieja Escuela

El asesino de la mafia

Las primeras sospechas recaen sobre el ciudadano estadounidense Irving Martin Lipstein detenido en el aeropuerto de Tocumen el 4 de enero por el detective de la policía secreta Rubén Blades (padre), “porque tenía movimientos sospechosos, cierta prisa, inquietud y una apariencia personal de desaseo”.

Lipstein sería conocido como “el gringo de la mafia que vino a asesinar a Remón”, ya que el periodista Carlos Cobos de la Revista Bohemia de Cuba, lo identifica como el asesino a sueldo que en 1948 había acabado con la vida de Bugsy Siegel, fundador de casinos en Las Vegas.

Había llegado deportado de Venezuela en la tarde del 2 de enero, se quedó varado en Panamá ya que los vuelos fueron suspendidos por el magnicidio. Ante la insistencia de la embajada de Estados Unidos, el 16 de enero fue puesto en libertad y declaró a The New York Times, “I was in the wrong place, at the wrong time” (estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado).

Y aunque las autoridades panameñas trataron por todos los medios de inculpar a este personaje, nunca se pudo comprobar que tuviera alguna participación en el asesinato.

 

Presidente José Antonio Remón Cantera
Presidente José Antonio Remón Cantera / Panamá Vieja Escuela

La confesión de un complot

Es en medio de toda esta confusión cuando el 11 de enero el abogado Rubén Miró Guardia confiesa haber cometido el asesinato en solitario y sin cómplices, utilizando una ametralladora “Schmeisser” calibre 9mm que había comprado y que fue encontrada en la casa de su padre el doctor Gregorio Miró.

Las investigaciones comprobaron que el proyectil que asesinó al presidente en efecto procedía de dicha arma.

Cuando muchos creían que el crimen se resolvería rápidamente ante la confesión del autor material, la historia da un giro inesperado. Al ampliar su declaración implica directamente al presidente Guizado y a su socio Rodolfo Saint Malo como parte de un complot convirtiéndolos en autores intelectuales del magnicidio.

Ante estas nuevas evidencias, la Asamblea Nacional ordenó la separación del cargo a Guizado crea una comisión especial investigadora y empieza otro proceso que concluye en marzo con el juicio y condena del acusado.

 

Lugar donde asesinaron al presidente Remón
Lugar donde asesinaron al presidente Remón / Panamá Vieja Escuela

La investigación y una tesis

Mucha tinta se ha publicado sobre ¿por qué mataron a Remón? Algunas teorías involucran a la mafia italiana, a políticos estadounidenses y a la CIA, al movimiento comunista que se consolidaba en la región en esa época, por su puesto a sus enemigos políticos y a la oligarquía panameña, en fin, las historias que han generado muchos mitos sobre el crimen.

Por eso resulta sumamente reveladora la investigación de Díaz Brandao ya que, en ella,  el autor ha reunido, al parecer por primera vez, evidencias, declaraciones, pruebas, anotaciones en los expedientes y hasta publicaciones de medios que están dispersas. De esta manera podemos hacernos una idea más clara de qué fue lo que pasó en ese periodo tan convulso de nuestra historia.

Como el propio autor lo explica en una entrevista con Mónica Guardia en La Estrella de Panamá, lo más útil fue “probablemente la revisión profunda de los periódicos y revistas de la época, entre 1954 y 1957, año del juicio de Miró. Acudía casi a diario a la hemeroteca de la Biblioteca Nacional y me convertí en lo que llaman un “ratón de biblioteca”. Leí los periódicos La Estrella, el Panamá América, La Hora, La Nación, El País, Combate, otros semanarios, e incluso “primicias” que jamás habían sido publicadas. Encontré que tanto La Estrella como el Panamá América publicaron los extractos de los alegatos del juicio de Miró, en 1957. Esto fue de gran importancia para mi investigación”.

El autor asegura haber evaluado cada tesis producida en los años transcurridos desde el asesinato, así como relacionar por primera vez datos y evidencias aisladas con la balística, las autopsias, las reconstrucciones del crimen y las declaraciones indagatorias.

“El libro no tiene una palabra que no esté respaldada por documentos, de hecho tiene más de 250 pies de página. Es básicamente una investigación forense y creo que por primera vez en la historia nacional aporto una tesis sustentada, a partir de elementos contenidos en el expediente”, afirmó.

Primera plana del diario La Estrella de Panamá
Primera plana del diario La Estrella de Panamá / Panamá Vieja Escuela

El móvil del crimen

La principal tesis del libro es que el autor afirma que, “el móvil de Miró era procurarse el nombramiento de ministro de Gobierno y Justicia para realizar, luego, planes de envergadura como el de propiciar la candidatura presidencial del segundo comandante de la Guardia Nacional, coronel Saturnino Flores.

Por fantástica que nos pueda parecer esta hipótesis, es el motivo que recorre todo el expediente. Fue lo que Miró declaró y en ello fincaba todas sus esperanzas de prosperar y llegar a ser lo que jamás había logrado. Siendo su compadre Flores, el verdadero “hombre fuerte“ de la Guardia Nacional, obtener el Ministerio de Gobierno y Justicia no era poca cosa.

Convertirse en el jefe político de la Guardia Nacional le daría a Miró el país por premio, un poder considerable. Pero solo lo podía conseguir eliminando a Remón, —a estas alturas no abrigamos la menor duda de que lo hizo— y si antes del atentado hubiese pacto el premio con el sucesor constitucional de José Remón Cantera”.

 Por otra parte, señala que los sospechosos de ser los autores intelectuales: Guizado y Saint Malo, de alguna manera sabían, —como lo sabía al parecer medio Panamá ya que se había encargado de anunciarlo a varias personas— que Miró iba a hacer algo contra el gobierno del Remón, sin embargo, no quisieron tomarlo en serio. ¿Por qué? Podría ser por la personalidad algo delirante y viciosa del personaje o por como deja entrever el texto: porque les convenía.

 

Rubén Miró Guardia fue juzgado por el asesinato del presidente Remón y declarado "no culpable"
Rubén Miró Guardia fue juzgado por el asesinato del presidente Remón y declarado "no culpable" / Facebook El Panamá de ayer

El juicio final

Fue así como 34 meses después del asesinato, el 21 de octubre de 1957, se inició el juicio en el que se juzgaba principalmente a Rubén Miró, Rodolfo Saint Malo, Federico Hyams, José Tejada, Luis Carlos Hernández y Camilo González por el delito de homicidio.

Fue todo un acontecimiento. La gente abarrotaba la sala y se congregó en los alrededores. La prensa de la época que había seguido cada detalle desde el crimen del presidente y que había dado cabida a todo tipo de especulaciones, también estaba presente.

Nos podemos imaginar el ambiente circense en que los abogados de la defensa de todos los implicados mezclaron hechos con medias verdades y teorías descabelladas, al más increíble estilo de la posverdad que se vive en la actualidad.

El resultado fue: todos absueltos.

Como dice el autor, "era necesario que Miró fuera inocente para que el resto de los implicados también lo fueran. Y así fue sin duda alguna".

Rubén Miró Guardia salió de la cárcel el 7 de diciembre de 1957, luego de permanecer casi tres años detenido y fue recibido como un héroe por un numeroso grupo de personas que los esperaban fuera del palacio de Justicia. Siguió involucrándose en intentos de derrocar presidentes y otros chanchullos políticos, hasta que el 1 de enero de 1970 fue encontrado acribillado en la carretera hacia Pacora.

Desde el veredicto del juicio, el asesinato del presidente José Remón Cantera se convirtió en tema de conversación obligada cuando hablamos de la historia política panameña. Casi todo el mundo tiene una teoría de ¿quién mató a Remón y por qué?

El asesinato de Remón sigue siendo un misterio que trasciende la política hasta formar parte del imaginario histórico del país. La literatura es extensa. Recomiendo leer la interesante y muy entretenida novela Lobos al anochecer de Gloria Guardia.

El libro de César Díaz Brandao ofrece a los 68 años del asesinato de Remón una visión bastante completa de los hechos. A través de su lectura, bastante fácil, los acontecimientos son confrontados, leemos las declaraciones de los protagonistas, así como las actuaciones de las autoridades y podemos hacernos una idea de lo que pasaba y sacar nuestras propias conclusiones sobre ¿quién mató a Remón?

Se trata de una pregunta que tiene 68 años sin respuesta, aunque como señala el libro, una vez le hicieron directamente la pregunta ¿quién mató a Remón? al propio Miró que contestó categóricamente: “yo mismo, pero nadie me cree”.

El libro está a la venta en la librería Cultural Portobelo y se puede encontrar la información de la investigación en el blog del autor:

 

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