La mitad del planeta puede ser una zona árida en 2100, según un estudio
Más de la mitad de la superficie terrestre podría convertirse en una zona árida en 2100 si las emisiones de gases contaminantes continúan al ritmo actual, según un estudio publicado hoy en la revista Nature Climate Change.
Científicos de la Universidad china de Lanzhou indican que ese proceso tendrá un especial impacto en los países en vías de desarrollo, donde se registrará gran parte de la expansión de esas regiones áridas, donde las precipitaciones son escasas y sus efectos quedan compensados por la evaporación del agua que provoca el calor.
El cambio climático, el crecimiento de la población humana y la extensión de las ciudades son los factores que cita el estudio como responsables de ese proceso de desertización.
A partir de la comparación de datos recogidos entre 1948 y 2005, Jianping Huang y su grupo han concluido que la mayoría de modelos subestiman la tendencia a expandirse de las tierras áridas, que en la actualidad cubren el 40 % de la superficie terrestre.
Los científicos han elaborado nuevas predicciones que apuntan a que la aridez aumentará hasta un 56 % si las emisiones de gases se mantienen altas dentro de 85 años.
En otro estudio divulgado en la misma publicación, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) alertan sobre las extremas condiciones de temperatura y humedad que se alcanzarán en la zona del Golfo Pérsico durante este siglo.
Si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan con su actual trayectoria ascendente, los científicos ponen en duda la "habitabilidad humana" de esas regiones en el futuro.
Los científicos subrayan que el cuerpo humano tan solo se puede enfriar a sí mismo gracias a la perspiración por debajo de los 35 grados centígrados.
"Por encima de ese umbral, el cuerpo no puede enfriarse y la supervivencia en el exterior de un individuo sano y en forma está en serio peligro", dice el estudio.
El trabajo se ha basado en simulaciones de modelos climáticos de alta resolución para prever la incidencia de olas de calor extremas en la zona del Golfo Pérsico entre 2071 y 2100.
En un escenario en el que las emisiones hayan continuado aumentando, las temperaturas extremas que se alcanzarán ocasionalmente en ciudades como Abu Dabi, Dubai y Doha supondrán un reto para la "supervivencia humana", según el estudio.