Repetición: Jelou!
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Durante el atraco en Ocaña, Norte de Santander, el sacerdote Ramón Montejo Peinado fue apuñalado, atropellado y arrastrado por ladrones que robaron su camioneta.
En las fotografías se dejan ver varias personas acercándose a la entrada del estacionamiento, y según lo describió el secretario de gobierno de Ocaña, Freddy Arengas, y aparece reseñado en Noticias Caracol, "se escucharon algunos gritos en el interior", por lo que nadie se atrevió a ingresar.
Entonces se abre la puerta del aparcamiento y aparece un hombre que sería cómplice del robo, antes de que los autores huyan en la camioneta. Fue ahí donde queda el cuerpo del sacerdote Ramón Montejo Peinado, atropellado y arrastrado por el mismo vehículo.
Posterior al incidente, en un rápido operativo, la Policía y el Ejército capturaron a los dos hombres señalados como culpables del crimen. Uno de ellos tenía las manos llenas de sangre.
Emiro Cañizares, alcalde de Ocaña, expresó su pesar y rechazo por este tipo de hechos.
En señal de duelo, las campanas de la catedral de Ocaña sonaron por el asesinato del sacerdote, cuya muerte ha conmocionado a la comunidad religiosa del Norte de Santander. Los pobladores prepararon homenajes y además, han rechazado de manera rotunda estas acciones violentas.