'¿Yanny o Laurel?': un archivo de audio divide internet y se vuelve viral
Tres años después de que las redes sociales discutiesen por el color de un vestido (blanco y dorado para unos, azul y negro para otros), internet vuelve a estar dividido por un archivo de audio, en el que algunos internautas escuchan "Yanny" y otros "Laurel".
El polémico audio ha corrido como la pólvora en Twitter e Instagram, ha llegado a los telediarios de EE.UU. e incluso se han comenzado a comercializar camisetas con las que reivindicar en qué bando se está: "Equipo Yanny" o "Equipo Laurel".
Hasta el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, se pronunció en su rueda de prensa: "Para acabar, me gustaría dejar claro algo obvio. Es 'Laurel' y no 'Yanny', ¿vale? Venga, ¿cuántos fans de 'Laurel' hay aquí?", bromeó.
Una "youtuber" estadounidense, Cloe Feldman, prendió la mecha de la controversia cuando compartió el audio preguntando a sus seguidores qué escuchaban, en un tuit que ha superado los 125.000 "me gusta".
Sin embargo, la propia Feldman reconoció en un video posterior que el audio no era de su autoría, y medios como "Wired" apuntan que detrás de él está una adolescente de Georgia llamada Katie Hetzel.
Hetzel explicó que el audio formaba parte de una de sus clases de literatura, y aunque en su libro decía que la palabra en cuestión era "Laurel", ella escuchaba "Yanny", así que preguntó a sus compañeros y, al no ponerse estos de acuerdo, lo colgó en su Instagram.
De su cuenta en Instagram pasó a la de otro compañero de instituto, de ahí a la red social Reddit y, finalmente, se hizo viral gracias a personalidades como Feldman que lo compartieron.
El diario The New York Times habló con varios lingüistas, quienes explicaron que el audio podía ser interpretado de las dos maneras ya que los sonidos eran muy similares, y todo dependía de si una persona prestaba más atención a las frecuencias más altas o más bajas.
"No tengo ni idea de por qué hay algunos oyentes que prestan más atención al rango de frecuencias bajas y otros a las frecuencias altas. ¿Edad? ¿El tiempo que pasan hablando al teléfono?", se preguntó una lingüista de la Universidad de U.C.L.A, Patricia Keating, desconcertada como tantos otros internautas por la polémica del día.