Los fabricantes de coches aceleran para comercializar sus vehículos autónomos
La carrera entre fabricantes de automóviles para desarrollar un vehículo realmente autónomo se va a acelerar en los próximos meses a medida que la tecnología empieza a madurar y se acercan las fechas para la comercialización de los primeros automóviles sin conductor.
El pistoletazo de salida se produjo hace unos días cuando General Motors (GM) y Honda anunciaron una alianza para desarrollar vehículos autónomos a través de Cruise, la división del fabricante estadounidense dedicada al desarrollo de automóviles sin conductor.
De acuerdo a los términos de la alianza, Honda contribuirá en los próximos 12 años con "alrededor de 2,000 millones de dólares" y además aportará de forma inmediata 750 millones de dólares a Cruise a cambio del 5,7 % en la división.
La inversión tendrá como objetivo "financiar y desarrollar un vehículo autónomo para Cruise que pueda servir en una amplia variedad de servicios y pueda ser producido a gran escala para su venta global".
Además, Cruise, GM y Honda "explorarán oportunidades globales para la comercialización de la red Cruise".
El anuncio de la aportación financiera y tecnológica de Honda se añade a los 2.250 millones de dólares que la institución financiera SoftBank recientemente realizó en la división de GM.
Pero lo que es más importante, la alianza entre los dos fabricantes supone que la marca japonesa ha decidido que la tecnología de conducción autónoma que está desarrollando Cruise es mejor que la que tiene Waymo, la división de Google que trabaja en el mismo campo.
Durante los pasados años, Honda, como otros fabricantes de automóviles, han estado prestando una gran atención a lo que empresas de Silicon Valley, como Google o Uber, están haciendo para desarrollar los sistemas de conducción autónoma.
Para muchos, Waymo, que está aliada actualmente con el grupo Fiat Chrysler (FCA) pero que está abierta a alianzas con otros fabricantes, como la india Tata a través de Jaguar, tendría la delantera en algunos aspectos claves de la tecnología gracias a la cantidad de información acumulada por sus vehículos de prueba.
De hecho, en el segundo trimestre del año, Waymo reveló que estaba cerca de firmar un acuerdo de colaboración con Honda para producir vehículos autónomos destinados al transporte de mercancías en vez de pasajeros.
Pero finalmente Honda ha abandonado la opción de Waymo y se ha decantado por GM.
Otra señal que GM puede estar por delante de sus competidores en el desarrollo de las tecnologías que permitirán la existencia de vehículos sin conductor es un informe de la reputada revista "Consumer Reports" (CR) en Estados Unidos sobre los sistemas semi autónomos que ya están en el mercado.
CR colocó la semana pasada a las tecnologías de conducción autónoma de Cadillac, la marca de lujo de GM, por delante de sus competidores, incluido Tesla, que para muchos es el fabricante con el mejor sistema hoy en día en el mercado.
Según la revista, el sistema de Cadillac, denominado Super Cruise, es superior al Autopilot de Tesla, ProPilot Assist de Nissan y Pilot Assist de Volvo.
Pero estos sistemas que equipan vehículos que están hoy en día circulando por las carreteras, y que combinan cámaras, radares y otros sensores para asistir al conductor, están muy lejos de los sistemas que un día permitirán que los automóviles circulen sin ningún tipo de ayuda humana por calles, carreteras y autopistas.
Otra señal de la aceleración en la carrera para ultimar la tecnología de automóviles autónomos fue la decisión de Ford durante el verano de unificar todas sus actividades en el campo en una empresa independiente, Ford Autonomous Vehicles (AV).
Su presidente, Sherif Marakby, confirmó recientemente que en 2021 estará listo su primer vehículo realmente autónomo y que ese mismo año la compañía creará un servicio de transporte de pasajeros y mercancías con vehículos sin conductor.
El trabajo está tan avanzado que Ford publicó hace unos días un conjunto de estándares para vehículos autónomos como propuesta para que sean adoptados por otros fabricantes ante la inminencia de la llegada de las primeras unidades de automóviles sin conductor.