Activistas de EEUU exigen inmediato alivio migratorio
Las organizaciones proinmigrantes exigieron este jueves a Barack Obama usar inmediatamente su poder ejecutivo para brindar alivio a millones de personas indocumentadas en Estados Unidos, aumentando la presión sobre el presidente, que prometió actuar antes de fin de año.
"Llegó el día en que el presidente de Estados Unidos debe ejercer su liderazgo y autoridad y poner fin a la crisis que afecta" a más de once millones de indocumentados en Estados Unidos, dijo en Miami María Rodríguez, directora de la Coalición de Inmigrantes de la Florida, que agrupa a medio centenar de organizaciones.
"El momento de dar alivio es ahora, mientras esperamos que el Congreso haga lo que tiene que hacer", dijo por su lado en la rueda de prensa el arzobispo de Miami, Thomas Wenski.
Ante el bloqueo en el Congreso estadounidense de una reforma migratoria que abra una vía para regularizar a los indocumentados, en su mayoría latinoamericanos, Obama prometió medidas ejecutivas. Pero el presidente las postergó hasta después de las elecciones legislativas del martes.
El retraso irritó a las organizaciones pro inmigrantes, que afirman que la desilusión hizo que se abstuvieran de votar muchos hispanos, la principal minoría del país, con más de 50 millones de personas.
Tras esos comicios, en los que la oposición republicana dio una paliza a los demócratas de Obama y se hizo con la mayoría total del Congreso, el mandatario garantizó que antes de fin de 2014 emitirá decretos en materia migratoria. "Antes de fin del año, vamos a tomar toda acción legal posible que yo considere mejorará el funcionamiento de nuestro sistema migratorio", manifestó Obama.
Las organizaciones reclaman que se detengan de inmediato las deportaciones de indocumentados, que han llegado a cifras inéditas durante la administración actual (más de 2 millones de personas), y piden que se les otorgue permiso de trabajo.
"Le pedimos al presidente que detenga la máquina deportadora y amplíe el DACA", señalaron en un comunicado Erika Andiola y César Vargas, dirigentes de una coalición que defiende a los 'dreamers' (hijos de inmigrantes), en referencia a un programa del gobierno de Obama que otorgó un permiso temporal a medio millón de jóvenes para estudiar y trabajar.
- Un asunto humanitario -
Los activistas admiten que la mejor solución es una ley que reforme cabalmente el sistema migratorio. Pero son lejanas las posibilidades de que una legislación así sea aprobada en un Congreso de mayoría republicana, cuando los conservadores de ese partido consideran que equivaldría a una amnistía a personas que viven ilegalmente en el país.
En una señal de lo complicado que le será a Obama negociar en esta materia con el Congreso, el virtual nuevo líder del Senado, el republicano Mitch McConnell, advirtió de que cualquier acción del Ejecutivo sobre migración "sería un gran error". Equivaldría a "agitar un banderín rojo frente a un toro", aseveró.
El Senado aprobó en 2013 una reforma migratoria que incluía una regularización condicionada de los indocumentados y un incremento de la seguridad en la frontera, pero el proyecto fue bloqueado por los republicanos en la cámara baja.
"Está en las manos del presidente Obama hacer una orden ejecutiva para que nosotros podamos vivir tranquilos", dijo María Bilbao, una argentina que vive como indocumentada en Estados Unidos desde hace 14 años y que lidera una campaña para que Florida otorgue permisos de conducir a los sin papeles.
Este "no es un asunto de política, es un asunto humanitario", insistió el arzobispo Wenski.
"Nuestra pregunta para el presidente Obama es: ¿Cuál será su legado? ¿Será el de haber sido el 'Deportador en jefe'? ¿O será el haber sido un presidente compasivo, valiente y firme que creyó en la unificación familiar?", dijo Marleine Bastien, dirigente de la organización Mujeres Haitianas de Miami.