El Tribunal Supremo de Kenia valida la reelección del presidente Kenyatta
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, obtuvo hoy definitivamente, por vía judicial, la ansiada victoria electoral que se le escapaba desde las elecciones de agosto, a pesar de haber vencido en las urnas en aquella ocasión y en la repetición de las presidenciales de octubre.
Al contrario que tras los primeros comicios, el Tribunal Supremo validó en esta ocasión la reelección de Kenyatta como presidente al desestimar los dos recursos presentados contra los resultados de los comicios del 26 de octubre, en los que obtuvo más del 98 % de los votos ante la negativa de la oposición a participar.
Así pues, Kenyatta, elegido por primera vez en 2013, tomará posesión de su cargo para una segunda legislatura de cinco años el próximo martes 28 de noviembre, en una ceremonia a la que aún se desconoce qué jefes de Estado acudirán pero que contará con la presencia de unas 1.600 "personas muy importantes", según informó la presidencia del país.
Las celebraciones en las zonas en las que cuenta con más apoyo contrastan con las protestas en los bastiones de la oposición: al menos dos personas perdieron hoy la vida en zonas contrarias a Kenyatta, una en el barrio chabolista de Kibera, en la capital, Nairobi, y otra en la ciudad occidental de Migori.
Los medios locales aseguran que ambos fallecimientos fueron causados por disparos durante enfrentamientos con la Policía. Mientras tanto, sus líderes les piden calma hasta que anuncien cuál es "el camino a seguir" para la sentencia, aunque parece claro que la oposición está decidida a mantener el pulso con un Kenyatta protegido, esta vez sí, por la Justicia.
Esta mañana, el principal partido de la oposición, la Súper Alianza Nacional (NASA, siglas en inglés), publicaba un comunicado en nombre de su líder, Raila Odinga, en el que aseguraba que la decisión del Supremo no cambia nada.
La NASA seguirá sin reconocer a Kenyatta como jefe de Estado ya que la sentencia de la principal corte del país "no podrá legitimar a un Gobierno ilegítimo cuyo presidente ha acusado públicamente al Tribunal de dar un golpe al anular sus elecciones y les ha amenazado con arreglar el problema de la Justicia cuando vuelva al poder".
Estas afirmaciones se refieren a las declaraciones de Kenyatta después de que el Supremo anulase su reelección en los comicios del 8 de agosto, en las que criticó a los jueces pese a haber asegurado un día antes que aceptaría la decisión.
Al respecto de la propia sentencia del Supremo de hoy, la formación opositora indicó que "no ha sido ninguna sorpresa" y que los jueces "se han visto obligados a tomarla bajo coacciones". "No condenamos al tribunal, sino que simpatizamos con ellos", agregó el comunicado.
Los dos recursos habían sido presentados por el exdiputado independiente Harun Mwau y por un grupo de tres activistas, aunque también se presentó un tercero, el del Instituto para el Gobierno Democrático, que no buscaba la anulación del resultado electoral sino el procesamiento de los líderes de la NASA.
En esta ocasión, y al contrario que en agosto, la coalición opositora no presentó reclamaciones ante la Justicia.
Odinga y la NASA boicotearon las elecciones al considerar que la Comisión Electoral no era capaz de garantizar que no se repitieran las irregularidades que provocaron la anulación de los comicios de agosto ni de garantizar un proceso "libre, justo y creíble".
Tras la decisión de hoy, la Comisión emitió un comunicado en el que celebra la sentencia del Supremo y considera que la decisión precisamente demuestra el éxito de sus esfuerzos a la hora de organizar unas elecciones transparentes.
Lo cierto es que, limpias o no, las elecciones registraron un acusado descenso en la participación, que cayó del 79,5 % de agosto al 38,9 % de octubre. En algunos condados occidentales favorables a Odinga, los seguidores de la oposición impidieron que los materiales electorales llegaran siquiera a los centros de votación, que no se llegó a celebrar en muchos colegios de la zona.