Cientos de manifestantes prodemocracia desoyen la prohibición y protestan en Tailandia
Cientos de manifestantes se congregaron el jueves en el centro de Bangkok desafiando un decreto promulgado horas antes que prohíbe las reuniones de más de cuatro personas, una medida de las autoridades para debilitar el movimiento prodemocracia.
"Liberad a nuestros amigos", gritaban los manifestantes, después de que varios líderes de este movimiento fueran detenidos.
"Me arriesgo con mi seguridad, pero quería estar aquí. La multitud me protegerá", declaró a la AFP Khamin, una estudiante de 20 años.
Las autoridades han endurecido su posición contra este movimiento que, desde hace meses, reclama más democracia y se atreve a oponerse a la poderosa monarquía.
En la madrugada del jueves, promulgaron un decreto de urgencia que prohíbe "las concentraciones de cinco personas o más", así como "los mensajes en línea que susceptibles de perjudicar la seguridad nacional" o "generar miedo".
El gobierno justificó la imposición de este texto ante las manifestaciones "contrarias a la Constitución" y aludió a un incidente que se produjo durante un cortejo real la víspera, en medio de una manifestación que reunió a varios miles de personas en Bangkok para reclamar la destitución del primer ministro Prayut Chan-O-Cha.
Líderes arrestados
La policía procedió a más de 20 de arrestos.
"Veintidós personas fueron arrestadas y siguen detenidas en las oficinas centrales de la policía", dijo el portavoz de la policía nacional Yingyos Thepjumnong.
Entre ellas, figura Parit Chivarak, conocido como "Penguin", y Anon Numpa, un abogado especializado en derechos humanos, dos de los líderes más opuestos a la monarquía.
Anon Numpa afirmó en Facebook que fue transportado en helicóptero hacia Chiang Mai (norte). Su arresto "es una violación de mis derechos y la situación es muy peligrosa para mí", alertó.
Otra figura destacada del movimiento, Panusaya Sithijirawattanakul, apodada "Rung" ("arcoíris"), también partidaria de la línea dura, fue arrestada, según imágenes difundidas en línea por los activistas.
El decreto de urgencia "quiere poner trabas al movimiento democrático y permitir (a los dirigentes) mantener el poder", lamentó "Rung" en su página de Facebook poco antes de su detención.
Desafiando la prohibición de las concentraciones, la estudiante de 22 años había hecho un llamado a una nueva manifestación este jueves a las 16H00 (09H00 GMT) en el centro de la capital.
"Nos los autorizaremos a congregarse, sería una violación del decreto de urgencia", advirtió el portavoz Yingyos Thepjumnong.
Los militares fueron desplegados alrededor de varios edificios gubernamentales.
Desafío a la realeza
El movimiento prodemocracia pide la disolución del Parlamento con la dimisión del primer ministro Prayut Chan O Cha y la revisión de la Constitución de 2017, considerada demasiado favorable al ejército.
Algunos van más lejos y exigen una revisión del papel y el poder de la monarquía, un tema totalmente tabú en el país.
Piden la no injerencia de la monarquía en los asuntos políticos, la derogación de la ley de lesa majestad y la devolución de los bienes de la Corona al Estado, unas reivindicaciones que son inaceptables para el gobierno.
El miércoles, más de 10,000 manifestantes prodemocracia marcharon en dirección a la Casa del Gobierno, para conmemorar el 47º aniversario del levantamiento estudiantil de 1973.
En un momento de la protesta, un automóvil que llevaba a la reina Suthida a bordo no pudo evitar el recorrido de la manifestación y tuvo que detenerse unos instantes, en los que decenas de manifestantes hicieron el saludo con tres dedos inspirado en la película "Los juegos del hambre", en desafío a la autoridad de la realeza.
La víspera, otros activistas hicieron el mismo saludo al paso del rey Maha Vajiralongkorn.
El soberano, que accedió al trono en 2016 tras la muerte de su padre, el venerado rey Bhumibol, es una figura controvertida.
En estos años, ha reforzado los poderes de la monarquía, tomando el control directamente de la fortuna real, y sus frecuentes viajes a Europa, incluso durante la pandemia de coronavirus, han suscitado polémica.