Bachelet envía al Congreso chileno ley de aborto terapéutico
Chile se sacude de a poco su conservadurismo. Este sábado, en la misma semana que se aprobó la ley de uniones civiles accesibles también para homosexuales, la presidenta Michelle Bachelet decidió enviar al Congreso una ley que despenalice el aborto terapéutico, una más de las herencias de la dictadura.
En su primer mandato (2006-2011), Bachelet -médico pediatra- luchó por implementar el acceso universal a la píldora del día después. Tras liderar la organización ONU-Mujer, volvió al poder en un segundo mandato con la despenalización del aborto terapéutico en su programa.
"Los hechos han demostrado que la prohibición absoluta y la criminalización de toda forma de interrupción de embarazo no han impedido ni impiden la práctica en condiciones de gran riesgo para la vida y salud de las mujeres", dijo este sábado la mandataria en un acto público en el Palacio de la Moneda.
El proyecto de ley enviado al Congreso contempla la despenalización del aborto en caso de "riesgo presente o futuro" de la vida de la madre, "malformaciones incompatibles con la vida extrauterina" y violación.
Para realizarlo, se requerirá del diagnóstico de un médico, ratificado por otro profesional; con una excepción: en caso que la mujer necesite atención inmediata por riesgo inminente de su salud, bastará con el diagnóstico de un solo médico.
Unas 16.510 mujeres ingresan al año en hospitales chilenos por embarazos de menos de 22 semanas relacionados con peligro de vida para la madre o malformaciones del feto incompatibles con la vida. Al año se registran 500 muertes por malformaciones fetales. No existen datos de embarazos por violación, ni del número de abortos clandestinos.
Miedo y vulnerabilidad
Si bien la tendencia de parte de los jueces es a no condenar con penas de prisión los casos de aborto, según un estudio de la Defensoría Penal Pública, la ley actual contempla penas de 3 a 5 años de cárcel por abortar, y confiere a Chile el título de ser uno de los siete países del mundo que lo prohíbe en todas sus posibilidades.
Hasta 1989 y por más de 50 años, el aborto terapéutico estuvo permitido, pero antes de dejar el poder el exdictador Augusto Pinochet lo prohibió.
En 24 años de democracia, por la presión de la iglesia católica y grupos conservadores, ninguna iniciativa legal para restaurarlo ha prosperado.
"Tener miedo a morir, y miedo a que te pase algo". Estos son los principales efectos de la penalización del aborto en Chile para las mujeres, según Lidia Casas, investigadora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales.
Mujeres que acuden a un hospital por hemorragias graves tras abortar y que son interrogadas por matronas con la intención de denunciarlas; demoras en la atención cuando sospechan que han abortado voluntariamente, o directamente, mujeres que sufren una pérdida espontánea, y que son interrogadas por médicos, que dudan del origen de su hemorragia.
Son todos casos estudiados y citados por Casas a la AFP.
El uso de pastillas abortivas conseguidas en el mercado negro ha cambiado el panorama del aborto, más accesible económicamente, disminuyendo el número de infecciones o lesiones traumáticas.
"Con el método farmacológico ya no se observa este nivel de complicaciones", explica a la AFP el ginecólogo Ramiro Molina, fundador del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente.
Reparos en caso de violación
El plazo para abortar será de 12 semanas de gestación, y en menores de 14 años se pedirá autorización paterna. Si existe violación a menores de 14 años, se alargará a 18 semanas, teniendo en cuenta que "la niñas y adolescentes muchas veces desconocen su estado", dijo Bachelet.
Mientras que las menores de 14 que no estén en el supuesto anterior tendrán 14 semanas para abortar.
El proyecto prioriza el deber de confidencialidad de los médicos por sobre la obligación de denunciar a las pacientes, y les reconoce el derecho a la objeción de conciencia. En esa situación, el centro de salud estará obligado a derivar a la paciente a un médico dispuesto a atenderla.
El tema levanta ampollas entre los sectores políticos. Los principales partidos de derecha rechazan de plano el aborto de cualquier tipo. Según la diputada de la ultraderechista UDI, María José Hoffman, el proyecto es un precedente para instalar el aborto libre en el país.
En la coalición de gobierno, el aborto por violación despierta recelos entre los democratacristianos.