Los Balcanes, tierra de reclutamiento para los 'yihadistas'
Los Estados de los Balcanes tratan de hacer frente a un crecimiento inquietante del número de voluntarios que parten a Oriente Medio para combatir junto al grupo Estado Islámico (EI), una tendencia alimentada por el marasmo económico en la región.
Más de cinco millones de musulmanes en una población total de aproximadamente 20 millones de habitantes viven en los países surgidos de la antigua Yugoslavia, cuyas economías fueron devastadas sucesivamente por diversos conflictos mortíferos en los años '90, así como en Albania, uno de los Estados más pobres de Europa.
Según los medios regionales, que citan un reciente informe atribuido a la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), cientos de ellos se incorporaron al Estado Islámico (EI), una cifra que los coloca justo detrás de los que partieron de Jordania, Arabia Saudí y Túnez.
En Kosovo, independiente de Serbia desde 2008, una profunda crisis del sistema político acompañada por una corrupción endémica sacude al país y no ofrece casi ninguna esperanza a los jóvenes, señala Blerim Latifi, un especialista de las cuestiones religiosas de la Universidad de Pristina. "Un factor muy importante es la falta de oportunidades económicas para los jóvenes en Kosovo, lo que deja la puerta bien abierta a las misiones de endoctrinamiento de grupos opacos", subrayó.
Los más pobres son objeto de adoctrinamiento
El adoctrinamiento y el reclutamiento de voluntarios está dirigido a las capas más pobres de la población y sobre todo a los estudiantes de secundaria, sostiene Visar Duriqi, un periodista especializado en cuestiones relacionadas con el islam que recientemente fue amenazado de decapitación por islamistas kosovares. "Los imanes radicales que a menudo estudiaron en países árabes están encargados de esa tarea y eso es financiado desde el extranjero. Los blancos preferidos son los estudiantes de liceo sin perspectivas que, aceptando el fanatismo, esperan mejorar su condición social", declaró.
En Bosnia, cientos de combatientes islamistas se incorporaron a las fuerzas musulmanas bosnias durante la guerra intercomunitaria (1992-95). Después del conflicto, algunos musulmanes de Bosnia, que pertenecían a una comunidad generalmente moderada, adoptaron la doctrina y el modo de vida inspirados en el integrismo saudí 'wahabita', que no existía en el país antes de la guerra.
La situación es similar en las regiones de Serbia y Macedonia, donde los musulmanes son mayoritarios. "El abismo ideológico que se abrió con el desmantelamiento de la ex Yugoslavia fue ocupado por programas religiosos radicales y nacionalistas", destacó el orientalista serbio Carko Tanaskovic. Los musulmanes de los Balcanes, que pertenecen a corrientes muy moderadas, formaban parte, sobre todo dentro de la ex Yugoslavia, de una sociedad "en gran medida secular". "Eso cambió con los conflictos en Bosnia y en Kosovo, que permitieron que elementos mucho más radicales, teólogos, militantes o 'combatientes de Alá', se radicasen en la región", añadió. Esos movimientos podrían, "bajo determinadas condiciones provocar serios disturbios" en los Balcanes, que los islamistas radicales podrían utilizaron como una plataforma "desde la cual podrían actuar contra Europa", advirtió Tanaskiovic.
Ante la creciente amenaza que representa el islamismo radical, los Estados de la región han respondido llevando a cabo arrestos y modificando sus códigos penales.