Brote de sarampión pone la vista en movimiento antivacunas
Un importante brote de sarampión cuyo origen fue rastreado a parques de Disney en California ha atraído críticas sobre el pequeño pero expresivo movimiento de padres que deciden no vacunar a sus hijos.
En una serie de casos que las autoridades sanitarias tratan de contener, al menos 70 personas en seis estados y México cayeron enfermas desde mediados de diciembre, la mayoría en California. La inmensa mayoría de los que enfermaron no había recibido la vacuna de sarampión, paperas y rubeola, también conocida como MMR o triple vírica.
Aunque aún es una lacra en muchos lugares del mundo, el sarampión estaba prácticamente erradicado en Estados Unidos desde 2000 debido a las vacunaciones. Pero el virus ha regresado en los últimos años, debido en parte a personas que solicitaron exenciones basadas en creencias personales para las normas que obligan a vacunar a los niños para enviarlos a las escuelas.
Otros han retrasado las vacunas porque aún creen estudios ya desacreditados que relacionaban la vacuna del sarampión con el autismo.
"Algunas personas simplemente son increíblemente egoístas" al saltarse las vacunas, afirmó el doctor James Cherry, experto en enfermedades pediátricas en la Universidad de California, en Los Ángeles.
Conforme aumentan los casos, varios periódicos han criticado al movimiento anti vacunas.
El sarampión "es una enfermedad que ha sido derrotada por la medicina moderna. Eso hace más frustrante que la cabezonería anti ciencia haya demostrado, en el caso del sarampión relacionado con Disneyland, que cuando se trata de enfermedades infecciosas el mundo es pequeño, después de todo", dijo la semana pasada Los Angeles Times en un editorial.
Barbara Loe Fisher, directora del Centro Nacional de Información de Vacunas, una organización sin ánimo de lucro con sede en Virginia y partidaria de que los padres decidan sobre las vacunas, dijo que "No creo que sea sabio o responsable culpar" a las personas no vacunadas por el brote. Loe Fisher señaló que unos pocos de los afectados sí estaban vacunados.
Las autoridades sanitarias creen que el brote comenzó el mes pasado por un visitante enfermo de sarampión que acudió a uno de los parques de Disney trayendo el virus desde el extranjero.
Al tratarse de una de las atracciones turísticas más grandes del mundo, el parque era el lugar perfecto para que se contagiara el virus, con un gran número de bebés demasiado pequeños para estar vacunados y muchos visitantes de países que no requieren las vacunas. Desde entonces, la enfermedad se ha extendido más allá del parque.
Los infectados tienen entre 7 meses y 70 años, incluyendo cinco empleados de Disneyland.
"Es trágico ver que el sarampión resurge", señaló Deanne Thompson, portavoz de la Agencia de Salud del Condado de Orange. "Cuando nuestra inmunidad falla, crea un problema para toda la comunidad".
Aunque todos los estados requieren una serie de vacunas para los escolares, los padres de algunos estados como California pueden evitarlas si firman un documento sobre creencias personales.
En los últimos cinco años, el porcentaje de niños de párvulos en California que están al día en todas las vacunas se mantuvo bastante estable, del 90,7% en el curso 2010-11 al 90,4% en 2014-15. Pero algunas comunidades acomodadas de los condados de Los Ángeles y Orange, así como en el Norte de California, tienen cifras de exenciones del 10% o más.
Para controlar la epidemia, esta semana se recomendó a los no vacunados que no acudieran a parques de Disney. También se establecieron periodos de aislamiento para empleados del parque en riesgo de infección y para escolares y bebés que pudieran haberse visto expuestos a la enfermedad.
"Estoy terriblemente molesta por que alguien haya tomado una decisión que no afecta sólo a su hijo, sino a los hijos de otras personas", dijo Jennifer Simon, cuya hija de seis meses, Livia, está en cuarentena tras saber que podría haberse visto expuesta a sarampión durante una visita al médico.