Gobierno de Nicaragua se da ánimos tras comprobar poca popularidad de Ortega
El Gobierno de Nicaragua se dedicó este lunes unas palabras de ánimo, a través de la vicepresidenta Rosario Murillo, luego de comprobar la poca popularidad del presidente Daniel Ortega, en medio de la crisis sociopolítica que ha dejado cientos de muertos en los últimos 15 meses.
Dos días después de ver cómo la fiesta sandinista del "repliegue" pasó de ser masiva a una pequeña reunión de partidarios, por segundo año consecutivo, Murillo quiso dar ánimos al Gobierno de su esposo, para hacer olvidar sentimientos "negativos".
La también primera dama afirmó que su Gobierno es "la revolución que deja atrás la negatividad, cualquier asomo de negatividad o de sentimiento tóxico".
Hasta 2017 Ortega era capaz de superar la capacidad de casi cualquier plaza de Nicaragua con la presencia de trabajadores del Estado y militantes del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y el "repliegue" era visto como una exhibición del "músculo" de los sandinistas.
Pero en 2018, cuando estalló la crisis, todos los participantes del "repliegue" alcanzaron en el estacionamiento de una delegación de policía de la ciudad de Masaya (Pacífico), y en la edición de 2019, el sábado pasado, no logró su objetivo de llenar un pequeño campo de béisbol en las afueras de dicha ciudad.
Murillo continuó dando ánimos a los sandinistas. "Cuánta alegría en los ojos, en los rostros, en los corazones del pueblo nicaragüense en todo el país, que conmemoró los 40 años del repliegue".
El "repliegue" recuerda el éxodo de unas 5.000 personas de Managua a Masaya semanas antes de la caída del dictador Anastacio Somoza Debayle, en 1979.
La ruptura entre Ortega y una aparente mayoría de nicaragüenses se debe a que cientos de personas que rechazan al presidente han sido capturadas, han muerto o desaparecido, desde el estallido contra el presidente en abril de 2018.
Parte del distanciamiento se reflejó esta mañana, cuando la Policía Nacional y grupos paramilitares disolvieron un homenaje a decenas de personas muertas en un ataque armado del Gobierno a la ciudad de Jinotepe (Pacífico) el 8 de julio de 2018, y horas después Murillo calificó la fecha como "memorable".
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que ha responsabilizado al Gobierno de Ortega por crímenes "de lesa humanidad" durante la crisis, recordó esta tarde "el Estado de Nicaragua su obligación de investigar, sancionar y juzgar a los responsables de las violaciones a los derechos humanos ocurridas el 8 de julio de 2018".
Datos de la CIDH indican que la crisis sociopolítica de Nicaragua ha dejado unos 326 muertos. Organismos defensores de los derechos humanos cuentan hasta 594 víctimas. El Gobierno admite 200.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) tiene en marcha un proceso de aplicación de la Carta Democrática Interamericana contra Nicaragua por rompimiento del orden constitucional, que de ejecutarse la suspendería del organismo.