Una Cumbre por la Paz bajo intolerancia religiosa
En la actualidad, decenas de conflictos armados se desarrollan producto de la intolerancia religiosa.
En Corea del Sur, la alianza por las religiones organiza la primera Cumbre por la Paz y TVN Noticias estuvo presente para mostrar de primera mano cómo el mundo se une en busca de la paz.
Más de cien mil personas asistieron con una alegría desbordante a la ceremonia de inauguración de la primera Cumbre por la Paz que se celebró en Seúl, Corea del Sur.
El espectáculo, comparable a los Juegos Olímpicos, contó con bandas musicales, danzas folclóricas y fuegos artificiales, además de discursos de expresidentes, líderes religiosos y juveniles de todas partes del mundo.
La Cumbre por la Paz fue organizada por la alianza mundial de las religiones, una organización que se autodenomina Laicay, que señala que las guerras del mundo se dan y se han dado en su mayoría por conflictos religiosos.
Ante esto, los miembros de esta organización consideran que las religiones están en la obligación de trabajar como una y alcanzar que la paz sea una realidad.
Con este propósito, los más de 60 "representantes" de iglesias de todas las denominaciones, líderes políticos y juveniles de todas partes del mundo firmaron un acuerdo de compromiso con una cultura por la paz.
Esta organización fue fundada por Man Hee Lee, un veterano de guerra surcoreano quien busca que los jóvenes que conforman mayormente los ejércitos, siendo también las principales víctimas de las guerras, se unan a este movimiento para el cese de los conflictos armados.
Sin embargo, no todo es miel en la Cumbre por la Paz. Ni siquiera este evento pudo escapar a los conflictos que surgen cuando partes opuestas defienden firmemente su ideología.
Los pleitos no son lo único que empañó a este evento. Afuera de la Cumbre por la Paz, con pancartas y megáfonos, un grupo de coreanos gritaban consignas en contra de esta organización a la que acusan de ser un culto religioso, cuyos jóvenes seguidores han abandonado sus vidas para seguir a su fundador, Man Hee Lee, quien se autoproclama el padre de la paz para todos los jóvenes y presidente de los cielos para todo el mundo.
Este evento deja en evidencia que la juventud está en busca de un camino espiritual y está anciosa de líderes que les brinden una esperanza de trascender un legado de paz a las futuras generaciones.
