EEUU e Irán buscan un acuerdo sobre el programa nuclear iraní
Estados Unidos e Irán intentaban este lunes, por segundo día consecutivo en Mascate, avanzar hacia un acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán a pesar de las diferencias que amenazan con impedir una salida a la crisis.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y su homólogo iraní, Mohamad Javad Zarif, seguían defendiendo sus posturas sin mostrar ningún avance, pese a que se aproxima el 24 de noviembre, fecha límite que establecieron los negociadores para alcanzar un acuerdo.
"Acabaremos consiguiendo progresos", declaró este lunes por la tarde Zarif, mientras Kerry se limitó a decir que "trabajaban duro".
El presidente estadounidense Barack Obama aseguró, por su parte, el domingo que seguía habiendo "diferencias importantes" entre los dos países, en una entrevista emitida por el canal CBS.
"Ahora la pregunta es si podremos superar esas diferencias para que (Irán) pueda reintegrar la comunidad internacional, que las sanciones se levanten y que tengamos garantías demostrables y firmes de que no desarrollan la bomba nuclear", añadió.
El guía supremo iraní, el ayatolá Jamenei, afirmó este lunes en Twitter que su país está dispuesto a "cerrar la cuestión nuclear pese a la voluntad de los enemigos (Estados Unidos) de prolongarla" y repitió que Irán no quiere "tener armas nucleares".
Las conversaciones, que se reanudaron este lunes sobre las 07H30 GMT, se llevan a cabo en un hotel de la capital de Omán.
La principal divergencia reside en el número de centrifugadoras de que podrá disponer Irán a cambio de un levantamiento de las sanciones y de inspecciones rigurosas de las plantas nucleares iraníes.
La delegación de Teherán intenta conseguir que se levanten rápidamente las sanciones de Estados Unidos, de las Naciones Unidas y de Europa, pero Obama asegura que el proceso será lento si acaso Irán cumple con sus obligaciones internacionales.
- Divergencias profundas -
Irán niega que su programa tenga objetivos militares y asegura que solo quiere producir electricidad.
La duración del acuerdo entre Irán y el llamado 5+1 (Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos más Alemania) también es motivo de divergencias. Teherán quiere que se limite a cinco años y los demás sugieren que dure al menos 10 años.
Para algunos analistas, la magnitud de las diferencias vuelve imposible alcanzar un pacto antes del 24 de noviembre.
Irán y Estados Unidos afirman que no aplazarán las conversaciones, pero ya lo hicieron en el pasado, al superar la anterior fecha límite del 20 de julio.
El desenlace de estas negociaciones depende, en parte, de factores de política interna tanto en Irán como en Estados Unidos.
En Washington, los demócratas del presidente Obama acaban de sufrir una derrota electoral con la pérdida del Senado en beneficio de los republicanos, muy críticos sobre las negociaciones con Teherán.
Si no se alcanza un acuerdo, el Congreso podría adoptar nuevas sanciones contra Irán, aunque Obama dispone de un derecho de veto.
En Irán, Zarif también vive bajo presión. Algunos miembros del Parlamento, dominado por los conservadores, recordaron que el acuerdo global tendrá que ser ratificado por los diputados para tener validez.
Este domingo, 200 diputados pidieron a los negociadores que "defiendan con vigor" los derechos nucleares de Irán y garanticen el "levantamiento total de las sanciones".
Esta reunión coincide con la revelación de que Obama habría enviado una carta al ayatolá Jamenei, para alcanzar un acuerdo.
En la carta, Obama habría resaltado los intereses regionales comunes de Irán y los países occidentales, en lo que podría ser una referencia a la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Kerry aseguró, sin embargo, que "no hay ninguna relación" entre la lucha contra el EI y las negociaciones sobre el programa nuclear.