EE.UU. teme debilidad de Jordania ante Estado Islámico
Estados Unidos incrementó su cooperación de inteligencia con Jordania, uno de sus principales aliados en el Medio Oriente, preocupado por la potencial vulnerabilidad del país árabe ante el grupo Estado Islámico.
La CIA ha tenido acercamientos con un exfuncionario de la agencia vinculado al rey Abdulá II para la creación de una fuerza de tarea que ayude a Jordania a enfrentar la amenaza del Estado Islámico, indicaron dos exfuncionarios de la CIA cuyo nombre no puede ser citado por tratarse de una misión secreta.
El ex funcionario retirado, Robert Richer, antiguo infante de marina que fue jefe de la división del Cercano Oriente de la CIA, estableció una relación con el rey Abdulá cuando era el jefe de estación en Amán en 1999. Richer actualmente es consultor y tiene clientes en Jordania de acuerdo con su perfil en LinkedIn. Se negó a hacer comentarios.
Aunque es remota la posibilidad de que el Estado Islámico se imponga a las fuerzas armadas jordanas, que están bien equipadas, Jordania es vulnerable a los ataques terroristas y los problemas internos. La economía es débil, la tasa extraoficial de desempleo es de 30% y los 1,5 millones de refugiados que llegaron de Siria consumen los escasos recursos y servicios existentes, señalaron funcionarios y expertos de Estados Unidos.
"No se puede imaginar un escenario peor" que la caída del gobierno jordano, dijo David Schenker, quien fue alto funcionario en el Pentágono y ahora dirige el programa de política árabe en el Instituto Washington. "Todos concuerdan con que Jordania es el eje de la estabilidad. Si Jordania cae, toda la región se hundiría".
Jordania está entre los países amenazados por el reciente ascenso del Estado Islámico, dijo la semana pasada la asesora en contraterrorismo de la Casa Blanca, Lisa Monaco. El secretario de Estado John Kerry viajará el martes a Jordania y Arabia Saudí para buscar que esos países se unan formalmente a una coalición internacional para combatir a ese grupo.
Estados Unidos contribuye con aproximadamente 1.000 millones de dólares en ayuda económica y militar de acuerdo con el Servicio de Investigación del Congreso, cantidad en la que no se incluyen los recursos para actividades de inteligencia que aporta la CIA.