Andalucía vota en elecciones de alto riesgo para Pedro Sánchez

Andalucía vota este domingo en unas elecciones regionales de alto riesgo para el gobierno socialista español de Pedro Sánchez, que medirá aquí sus fuerzas con la oposición de derecha antes de una serie de comicios previstos en 2019.

De las nueve de la mañana (08H00 GMT) a las ocho de la tarde, 6,5 millones de andaluces están llamados a votar en la región más poblada del país, gobernada por el socialismo de manera ininterrumpida desde 1982. Los primeros resultados oficiales se conocerán hacia las 21H00 GMT, por el cierre tardío de algunos colegios.

La elección es la primera que encara Pedro Sánchez desde que llegó al poder el pasado junio, al frente del gobierno más minoritario en 40 años de democracia en España.

Con la presidenta andaluza y candidata a la reelección, Susana Díaz, el Partido Socialista (PSOE) se juega seguir dominando esta gran región, pero también lucir músculo antes de los comicios municipales, regionales y europeos de mayo de 2019, así como las legislativas a nivel nacional, esperadas para el año próximo.

Los sondeos auguran una victoria sin mayoría absoluta para Susana Díaz. Enfrente tiene a lo que denomina el "tridente de la derecha" formado por los conservadores Partido Popular y Ciudadanos, y la formación ultraderechista Vox, que por primera vez podría meter esta opción política en un parlamento regional en España.

"Estas elecciones son clave también como el primer paso para echar a Pedro Sánchez de la Moncloa", el palacio del presidente del gobierno, avisó el líder nacional del PP, Pablo Casado, el viernes en una entrevista con la radio COPE.

Y es que si el socialismo saliera del poder en Andalucía, añadió Casado, "sería insostenible que el Partido Socialista siguiera gobernando con 84 escaños [de 350 en la cámara baja] y su autonomía más importante en manos del PP".

Tanto el PP como Ciudadanos dijeron durante la campaña andaluza que, en caso de mayoría parlamentaria de derechas, no le harán ascos al apoyo de Vox en una hipotética investidura.

Por su lado, la formación ultraderechista, que hizo campaña atizando en su discurso contra la inmigración ilegal, el feminismo y la descentralización del Estado español, quiere también contribuir a poner fin a 36 años de hegemonía socialista en Andalucía.

"Vox va a apoyar cualquier opción que suponga sacar de la Junta de Andalucía a Susana Díaz y al Partido Socialista", prometió el sábado Javier Ortega Smith, número dos del partido.

Susana Díaz pidió el voto para su partido en nombre de la "estabilidad", y en su mitin de cierre el viernes en Sevilla formuló de nuevo su deseo de que "esta tierra sea el dique de contención de una derecha y una extrema derecha que quieren volvernos atrás".

Este domingo, la presidenta tuvo precisamente un incidente con dos jóvenes apoderados de Vox, que la increparon en el colegio en el que fue a votar. El partido de ultraderecha anunció no obstante que ambos fueron apartados de sus funciones "por conducta inapropiada".

La participación a las 14H00 (13H00 GMT) era del 30%, cuatro puntos menos que en la anterior elección, en marzo de 2015, a la misma hora, según el gobierno andaluz.

• La corrupción como tema de fondo

En caso de victoria sin mayoría absoluta, Díaz podría buscar apoyo en su flanco izquierdo, en la sección andaluza de Podemos.

Su líder Teresa Rodríguez se ha desmarcado fuertemente de ella, presentándose como una alternativa y cargando contra la precariedad y el alto desempleo en la región, casi un 23%, aunque al mismo tiempo dejó claro que hará de "barrera a las derechas".

Además de los equilibrios de fuerza a nivel nacional, los grandes temas de la campaña fueron el desempleo, los servicios sociales y la corrupción.

Actualmente sigue en curso en Sevilla un macrojuicio contra 22 exdirigentes socialistas andaluces, entre ellos los expresidentes regionales Manuel Chaves y José Antonio Griñán, por el presunto manejo fraudulento de un fondo público de 854 millones de euros entre 2000 y 2011.

El caso se sumó a otro abierto recientemente en contra del que fuera director de un fondo público de formación para desempleados andaluces, sospechoso de gastarse el dinero del mismo en burdeles.