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El Consejo de Ministros alemán aprobó hoy miércoles el proyecto de ley para agilizar la expulsión del país de los extranjeros que cometan delitos, tras los centenares de denuncias registradas en Nochevieja en la ciudad de Colonia (oeste del país).
La iniciativa fue consensuada por la gran coalición entre conservadores y los socialdemócratas después de confirmarse la presencia de solicitantes de asilo entre los sospechosos de las múltiples agresiones sexuales registradas.
La norma, aseguró tras la reunión el ministro de Justicia, Heiko Maas, tiene también como objetivo "proteger a cientos de miles de refugiados que viven totalmente libres de culpa" en Alemania y que "no merecen ser puestos en el mismo saco que los criminales".
Según el proyecto, se podrá expulsar del país a los extranjeros condenados a penas de prisión por delitos sexuales, contra la vida, la integridad física o contra la propiedad cometidos con violencia y de forma reiterada y se estimará que hay un "especial interés" si la condena es de un año o más.
Se facilita además la retirada del derecho de asilo a los solicitantes y a los refugiados reconocidos que sean condenados a más de un año.
En una rueda de prensa, el portavoz de la Cancillería, Steffen Seibert, subrayó la necesidad del proyecto al considerar que la "paz social" y la aceptación de los refugiados en el país puede verse amenazada si se registra un número "considerable" de delitos por parte de extranjeros o solicitantes de asilo.
El portavoz destacó además que el "resentimiento ante los extranjeros y los solicitantes de asilo" registrado tras los graves sucesos de Nochevieja afecta a los extranjeros que viven de forma pacífica en el país.
El proyecto de ley fue adoptado por el Ejecutivo en medio de la alarma social causada por los abusos sexuales y robos masivos de Colonia y las crecientes críticas internas a la canciller Angela Merkel por la gestión de la crisis de los refugiados.
La división en la gran coalición de Merkel en torno a esta cuestión ha obstaculizado, en cambio, un acuerdo para el paquete de medidas para endurecer las leyes de asilo, cuestión que será abordada mañana en una reunión entre los líderes de los partidos de la alianza de Gobierno.
Especialmente controvertidas son las restricciones al reagrupamiento familiar para refugiados sirios que propone la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y que, hasta ahora, rechazaba el Partido Socialdemócrata (SPD).
En la reunión participarán Merkel, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), así como Horst Seehofer, de la CSU, y el vicecanciller y ministro de Economía, Sigmar Gabriel.
La dirección en Baviera de la CSU envió ayer una carta, en términos de ultimátum, a la canciller, en la que se la apremiaba a dar un giro a su política de refugiados e imponer un límite a su llegada, con la advertencia de que, de no hacerlo, presentará un recurso ante el Tribunal Constitucional.