Evo Morales pierde bastiones clave frente a una oposición fragmentada

El presidente boliviano, Evo Morales, perdió dos de sus más firmes nichos en los comicios regionales del domingo, La Paz y El Alto, aunque ante una oposición fragmentada en la que destacan candidaturas exitosas individuales o disidentes con los que tendría que negociar.

El mandatario boliviano, que asumió en enero con 61% de apoyo para un tercer mandato consecutivo, atribuyó la derrota de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), al "voto castigo a la corrupción" de sus candidatos, investigados por presuntas irregularidades en el manejo de fondos públicos.

Ese es el caso de La Paz, donde perdieron sus postulantes, tanto a la región como al municipio. Para la gobernación participó Felipa Huanca, involucrada en el supuesto desvío de recursos de un fondo indígena, en una investigación que continúa en curso.

No obstante, Morales aclaró en rueda de prensa el lunes que decir que "Evo ha perdido su bastión, eso es falso (...), el MAS es el partido más grande" de Bolivia.

- CANDIDATOS EXITOSOS-

El mensaje que recibe el mandatario es que "tiene que concertar, que existen opciones en el plano político" y también que "hay una pérdida de influencia del partido oficialista", según dijo a AFP el politólogo Ludwing Valverde, de la Fundación Desarrollo Democrático Participación Ciudadana.

Eso sí, frente a Morales "no hay una opción opositora, sino articulaciones locales que han llevado candidaturas exitosas a recuperar el discurso crítico al MAS", consideró Teresa Zegada, analista de la organización Gobernabilidad e investigadora de la Universidad Mayor de San Simón.

Ese parece ser el caso de Soledad Chapetón, la alcaldesa electa de El Alto, una profesional de 34 años, de ascendencia aymara, quien proclamó que "El Alto no es propiedad de ningún partido", a contrapelo de los dichos del jefe de su organización política.

"Se abre una nueva etapa en la historia política de nuestro país y empieza a cerrarse otra", proclamó el empresario Samuel Doria Medina, líder de Unidad Nacional (UN), el partido de Chapetón, derrotado dos veces por Morales en elecciones presidenciales.

El Alto es una ciudad vecina de La Paz habitada mayormente por aymaras y era el principal bastión electoral de Morales, quien no había perdido ninguna elección en ese lugar desde 2005.

Esta ciudad además ha sido clave para el país. En 2003 ahí se desató la "guerra del gas", que se saldó con 60 muertos y la renuncia del presidente liberal Gonzalo Sánchez de Lozada, que pretendía exportar gas a Estados Unidos vía puertos chilenos.

A pesar de su polarización, la oposición obtuvo importantes resultados, además de en La Paz, en Santa Cruz, centro económico del país, donde revalidó su supremacía. Sin embargo, los resultados preliminares hacen ver que, al carecer de mayoría en las asambleas, las autoridades electas de oposición podrían tener problemas de gobernabilidad.

- CON LOS DISIDENTES-

"La mayoría de quienes nos han ganado son también nuestros compañeros" disidentes, recuerda no obstante Morales.

Es el caso del gobernador de La Paz, Félix Patzi, un intelectual indígena, exministro de Educación, que se proclamó antes de los comicios regionales sucesor de Evo, a quien reprocha autoritarismo.

Según cálculos independientes, el MAS todavía controlaría dos tercios, la mayoría absoluta, de las asambleas regionales en los nueve departamentos de Bolivia.

Por esta razón, "es una buena noticia que después de nueve años (de gobierno) sigamos ganando las elecciones" y, en consecuencia, "la derecha sigue agonizando", opinó Morales.

Para el ministro de Gobierno (Interior), Hugo Moldiz, con estos resultados "la oposición confunde deseos con realidades".

"Dentro del país (Morales) tiene un promedio de 65 a 70% de popularidad, de respaldo ciudadano, lo cual es un dato que llama la atención, considerando el desgaste de nueve años. El presidente rompió el mito de que el poder desgasta", añadió. Es, además, el más popular de sus pares en la región, en momentos en que la economía del país registra sólidos índices de crecimiento.

Morales mantiene la hegemonía en el Congreso bicameral, y sus contendores le endilgan también el control absoluto de los poderes judicial y electoral.

Según resultados preliminares extraoficiales, el MAS ganó en cuatro de nueve departamentos y en dos irá a una segunda vuelta el 3 de mayo. Otras regiones, como Santa Cruz, permanecen en manos de la oposición.