Hollande afirma que Francia no va a mandar tropas terrestres a Siria
El presidente de Francia, François Hollande, indicó hoy que Francia "intensificará" sus ataques aéreos contra el Estado Islámico (EI), pero descartó que vaya a intervenir "militarmente" con tropas terrestres en Siria.
"Intensificaremos nuestros ataques aéreos (...). Francia no intervendrá militarmente sobre el terreno", aseguró Hollande en una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca tras reunirse con su homólogo estadounidense, Barack Obama.
"Corresponde a las fuerzas locales hacerlo", añadió el presidente francés.
Hollande sí que reconoció que había acordado con Obama aumentar los ataques contra las posiciones del EI en Siria e Irak, como parte de la campaña aérea de la coalición internacional liderada por EE.UU.
"Queremos mostrar nuestra incansable determinación para combatir el terrorismo en cualquier lugar", indicó el jefe de Estado francés en su comparecencia, acompañado del mandatario estadounidense, a quien agradeció haber sido "el primero" en llamarle tras los atentados de París, que dejaron 130 muertos y 350 heridos.
Cazas del portaaviones francés Charles de Gaulle, que hoy llegó a la que se considera su zona de operaciones en el Mediterráneo oriental, destruyeron dos objetivos del Estado Islámico en las ciudades iraquíes de Ramadi y Mosul.
El "Charles de Gaulle" ha sido enviado después de los atentados de París del pasado 13 de noviembre, que causaron al menos 130 muertos, para reforzar el dispositivo francés contra EI en Siria e Irak, que se ha triplicado y cuenta ya con 38 aeronaves.
Por otro lado, el presidente francés señaló la importancia de cerrar la frontera de Turquía y Siria para evitar el movimiento de militantes de EI hacia Europa.
Subrayó, en este sentido, que no hay que "equiparar terroristas con inmigrantes", pero reconoció que es necesario "controlar las fronteras" tras el reciente atentado de París por parte del Estado Islámico (EI), que dejó 130 muertos y 350 heridos.
"A Europa le preocupan los refugiados", agregó Hollande, ante el flujo de personas que había llegado en los últimos meses a la Unión Europea (UE), en gran parte escapando del sangriento y prolongado conflicto civil de Siria.