Keith Rowley asume el poder como primer ministro de Trinidad y Tobago
Dos días después de que el Movimiento Nacional Popular (PNM, en inglés) ganara las elecciones generales en Trinidad y Tobago, el recién electo primer ministro Keith Rowley asumió hoy el poder en el país caribeño.
En una ceremonia que duró menos de treinta minutos, Rowley juramentó ante la presencia del presidente del país, Anthony Carmona, luego de que otros miembros de su nuevo Gabinete realizaran lo propio.
El retirado jefe de las Fuerzas de Defensa de Trinidad y Tobago, Edmund Dillon, juramentó como ministro de Seguridad Nacional mientras que el abogado Faris Al Rawi asumió el cargo de Fiscal General.
Rowley, cuyo partido ganó 23 de los 41 escaños en los comicios generales, indicó a la prensa local que el resto de los miembros de su Gabinete serán anunciados el viernes.
El mandatario estuvo acompañado por su esposa y expresó a los asistentes a la ceremonia su compromiso de "asumir la responsabilidad de manejar los asuntos del pueblo de Trinidad y Tobago".
"Tenemos mucho por lo que agradecer, así que intentemos recordar quiénes nos pusieron en este camino y qué se espera de nosotros", dijo Rowley, de 65 años y geólogo de profesión.
Al darse a conocer los resultados preliminares, en sus primeras declaraciones como primer ministro electo, Rowley dijo que el país ahora debe "sanar" y la población "debe unirse para afrontar los tiempos duros que se avecinan".
El nuevo Gobierno tendrá que hacer frente a los retos económicos que se avecinan para unas islas que dependen en gran medida de la cotización internacional del petróleo y del gas natural, que produce en grandes cantidades.
Según el último boletín del Banco Central de Trinidad y Tobago, difundido la semana pasada, la economía nacional se contrajo un 1.2% en el primer trimestre de 2015 respecto del mismo periodo del año anterior (-1.4% respecto del trimestre inmediatamente anterior), el desempleo aumentó hasta el 3.7% (desde el 3.1% de un año antes) y la inflación se mantuvo elevada.
Además, el déficit público se duplicó en los ocho primeros meses del ejercicio fiscal (octubre-mayo), hasta los 365 millones de dólares estadounidenses, una muestra más del deterioro de una economía que depende en gran medida del petróleo, cuya cotización internacional lleva meses de descensos.